Espasmos en gatos: ¿qué es el síndrome de hiperestesia felina?
Introducción
Los espasmos en gatos se caracterizan por la presencia de un movimiento de sacudida breve que se produce de modo automático. Los espasmos se consideran un tipo de movimiento involuntario que puede tener distintos orígenes y afectar a grupos musculares de diversas regiones orgánicas (miembros, tronco o cabeza).1,2 Entre las posibles causas de que un gato presente espasmos musculares se encuentra el síndrome de hiperestesia felino (SHF).
¿Qué es el síndrome de hiperestesia felina?
El SHF es un desorden descrito en la literatura veterinaria, pero todavía pobremente entendido y del que se desconoce su etiología.
- Algunos autores consideran que se trata de un problema de comportamiento de tipo obsesivo-compulsivo, similar al síndrome de Tourette en las personas, y que se puede desencadenar ante la existencia de diversos factores ambientales y situaciones estresantes a nivel social (condiciones alérgicas de la piel, entradas o salidas de otros animales o personas en el entorno del gato o agresión entre gatos).
- Otros han relacionado el SHF con trastornos epileptiformes.
- También se ha propuesto que se trata de un tipo de miopatía, similar a la miositis por cuerpos de inclusión del ser humano, que es considerada una miopatía degenerativa con una respuesta inmunomediada secundaria.1-5
El SHF puede afectar a tanto a machos como hembras de cualquier edad (aunque se ha reportado que es más frecuente en gatos de 1-8 años de edad) y raza, si bien se ha descrito que los abisinios, birmanos, himalayos y siameses podrían estar más predispuestos a su padecimiento.1,2
Curiosamente, en un estudio retrospectivo en el que se evaluaron 7 casos de SHF todos eran gatos domésticos de pelo corto, la mediana de edad cuando aparecieron los primeros síntomas era de 1 año y 6/7 animales eran machos.3
Signos clínicos del SHF
Los signos clínicos del SHF incluyen formación de pequeñas ondulaciones de la musculatura cutánea lo largo del dorso, espasmos en la musculatura epiaxial a nivel toracolumbar, lamido y mordido violento a nivel de la columna, flancos, miembros posteriores y cola, agitación, vocalización excesiva, midriasis y ataque dirigido hacia objetos inanimados o personas. Algunos gatos pueden empezar a correr de modo frenético sin motivo aparente y mostrar un comportamiento alucinatorio. La palpación de la columna lumbar puede provocar una respuesta dolorosa en algunos gatos.
Normalmente estas manifestaciones tienen carácter episódico, con una duración que generalmente oscila entre 1-5 minutos.
No existe ninguna prueba específica para el diagnóstico de SHF, de modo que éste se establece normalmente en base a la historia y cuadro clínico. Los resultados de la hematología, bioquímica, urianálisis, serología de enfermedades infecciosas, pruebas de imagen y análisis del líquido cefalorraquídeo son, en la mayoría de ocasiones, normales.1,2
Control de los espasmos en gatos con SHF
Aunque se han propuesto diferentes opciones terapéuticas, no existe un tratamiento que haya demostrado ser completamente eficaz en todos los pacientes y que permita el control de los espasmos y resto de manifestaciones clínicas del SHF. El pronóstico de la enfermedad es variable y depende de la identificación del problema subyacente y de la respuesta inicial al tratamiento.
- La recomendación inicial es iniciar el tratamiento con la administración de glucocorticoides, como la prednisolona.
- Otras opciones terapéuticas incluyen el uso de fármacos modificadores del comportamiento. Se han recomendado antidepresivos tricíclicos como la amitriptilina (2 mg/kg/24 horas ó 5-10 mg/gato/24 horas) y la clomipramina (1-5 mg/gato/12-24 horas) o inhibidores de la recaptación de la serotonina como la paroxetina (0,5 mg/kg/24 horas) y la fluoxetina (0,5-4 mg/gato/24 horas).
- Si esta terapia no es efectiva pueden administrarse fármacos con efecto anticonvulsivante, como el fenobarbital (3 mg/kg/12 horas y ajustar dosis para mantener niveles en sangre de 20–40 μg/ml), gabapentina, pregabalina y levetiracetam.
- Además, se recomienda minimizar las situaciones estresantes para el gato, control estricto de posibles infestaciones por pulgas y posibles alergias cutáneas, e incluso se ha propuesto que dietas suplementadas con coenzima Q10 y ácidos grasos omega-3 pudieran tener ciertos efectos beneficiosos.1,2
Conclusiones
El SHF es un trastorno del que todavía se sabe bastante poco, pero que debe ser tenido en cuenta en aquellos casos en los que los propietarios describan la presencia de espasmos musculares a nivel del tronco en su gato. A la hora del diagnóstico, puede resultarnos muy útil pedirles que graben un video del animal cuando éste muestre los signos clínicos que refieren. Por lo que hace al tratamiento, el autor ha tenido éxito tanto con la administración de prednisolona como con la gabapentina, si bien el escaso número de pacientes tratados no permite sacar conclusiones definitivas al respecto.