La inmunización por vacunación en perros
La vacunación en perros previene enfermedades infecciosas y/o parasitarias, siendo un acto clínico que debe ser realizado exclusivamente por un veterinario, que tras evaluar el estado de salud y las características individuales de cada paciente y el conocimiento epidemiológico del entorno, adoptará la decisión. Es importante que, en cada caso, la estrategia de vacunación sea explicada al pet parent para que pueda tomar una decisión.1
En nuestro programa webinar de Vets & Clinics donde invitamos a los mejores especialistas veterinarios para actualizar los temas importantes, la Dra. Marta Planellas conversó con nosotros sobre “Puntos clave en el manejo del paciente pediátrico”, además de una completa exposición sobre la influencia de la dieta en el sistema inmunitario, nos ofrecía una interesante explicación sobre los diferentes tipos de vacunas que incluye el calendario vacunal canino y las evidencias científicas de cada una de ellas. además de una completa exposición sobre la influencia de la dieta en el sistema inmunitario,
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Las vacunas esenciales para los perros son la del virus del moquillo canino (CDV), el parvovirus (CPV-2 y sus variantes) y el adenovirus (CAV-1 y CAV-2). Aunque la WSAVA considera que la rabia y la leptospirosis no se consideran esenciales, algunas guías sí las reconocen como tal debido a su potencial zoonótico y alta patogenicidad.1
Existen otras vacunas disponibles que protegen contra la parainfluenza canina y frente a Bordetella bronchiseptica, sin embargo, no son esenciales y pueden ser consideradas complementarias según el estilo de vida del animal.1
Dentro de las vacunas no esenciales, se encuentra la del coronavirus canino (CCV) que suele producir infecciones subclínicas o causar signos clínicos leves. Además, los perros mayores de 11-12 semanas no parecen susceptibles a la enfermedad.1
Por otra, existe una vacuna frente a Babesia canis que se considera no esencial ya que su recomendación depende de la zona geográfica y estilo de vida del animal. Induce una protección parcial, pero puede reducir la gravedad, la parasitemia y/o la duración de la enfermedad. Se puede vacunar a partir de los 5 meses de edad, con dos dosis separadas de 3-5 semanas. La revacunación anual está indicada en zonas endémicas y animales esplenectomizados que viajen a zonas endémicas. Nuevamente debido al carácter de la enfermedad el uso de acaricidas y repelentes es de gran importancia.1
Cachorros
La recomendación general es comenzar la vacunación esencial Moquillo, Parvo, Adenovirus (CDV, CPV y CAV) a las 6-8 semanas, repitiendo cada 2-4 semanas hasta pasadas las 16 semanas de edad. Con esta recomendación los animales pueden recibir hasta 4 vacunas esenciales según lo pronto que se inicie la vacunación y el intervalo elegido.1
Una inmunonutrición adecuada reforzará la pauta de vacunación del cachorro.
En esta línea las recomendaciones actuales sugieren adelantar el recuerdo del año de la primera revacunación en cualquier momento entre los 6 y 12 meses de edad en un intento de reducir la ventana de susceptibilidad, ocasionada por una prolongada persistencia de los anticuerpos maternales, que pudiera haber interferido con la eficacia de la vacuna.1
En cuanto a la leptospirosis , la recomendación es a partir de las 8 semanas con una segunda dosis 2-4 semanas más tarde. El veterinario debe elegir la mejor opción en cuanto a las valencias según el riesgo del individuo y la localización geográfica.1
En lo que respecta a la vacuna antirrábica , la edad de vacunación en muchas regiones viene determinada por las regulaciones locales, pero en general se recomienda a partir de las 12 semanas de edad con revacunación anual o según legislación y ficha técnica de la vacuna.1
Perros adultos
Tras el refuerzo administrado en cualquier momento entre los 6-12 meses de edad no se requeriría otra vacuna esencial hasta pasados 3 años salvo condiciones especiales y según ficha técnica, lo que no se aplica a vacunas muertas, que poseen una duración más corta de la inmunidad que las vivas; tampoco para la vacuna de la parainfluenza canina, que requiere recuerdo anual, ni para las vacunas que contienen antígenos bacterianos como Leptospira spp. y Bordetella spp. que requieren refuerzos anuales. En el caso de la leptospirosis, se recomienda que la revacunación anual se realice en primavera.1
Perros que hayan vivido situaciones de olvidos vacunales o que vivan en colectividades pueden necesitar pautas diferentes y debe tenerse en cuenta su estado de salud.
Por último, en el momento de la administración de la vacuna, es fundamental registrar la información sobre la misma en la historia clínica del paciente:2
- Fecha de la administración de la vacuna.
- Identidad de la persona que la administra.
- Nombre de la vacuna, lote o número de serie, fecha de caducidad y fabricante.
- Sitio y vía de administración.
Es importante concienciar a los pet parents de su responsabilidad en la salud preventiva de su perro, siendo las revisiones anuales un buen momento para evaluar el estado del calendario de vacunación del can.
