Vacuna tos de las perreras
Rinotraqueitis o traqueobronquitis canina: la tos de las perreras
Esta infección cursa con tos seca y profunda que puede acompañarse de fiebre y que por lo general, desaparece por sí sola entre 3 y 7 días desde su inicio. Durante la exploración física, puede desencadenarse la tos mediante la manipulación de la tráquea.
¿Cuándo puede ser peligrosa la tos de las perreras?
En perros adultos sanos, la tos de las perreras es una infección autolimitada que suele estar causada por virus (como el virus de la parainfluenza o el adenovirus tipo 2) o bien por la bacteria Bordetella bronchiseptica. En ocasiones puede complicarse por sobreinfección con otras bacterias. En estos casos, puede tratarse con antibióticos de amplio espectro.
La tos de las perreras puede complicarse principalmente en animales inmunodeprimidos, con enfermedades concomitantes, o bien en que todavía no tienen maduro el sistema inmunitario.
En este último caso, una nutrición rica en nucleótidos ha demostrado aumentar las defensas en cachorros.
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La vacuna de la tos de las perreras ¿cuándo administrarla?
La vacuna contra el virus de la parainfluenza y Bordetella bronchiseptica es una vacuna viva. En el estudio de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (1) se describió la disminución de la respuesta inmunitaria de las células T y los neutrófilos tras la aplicación de vacunas vivas en perros.
Debido a que la tos de las perreras es una enfermedad por lo general benigna, el uso de su vacuna solo debería estar indicado en aquellos animales que están o vayan a estar expuestos a un riesgo de contagio y/o concomitancia. Por ejemplo, aquellos que vayan a pasar una temporada en una guardería canina o vayan a asistir a una exposición.
El veterinario debe realizar una valoración riesgo/beneficio al recomendar el uso de esta vacuna. Los cachorros menores de 6 meses y animales inmunocomprometidos pueden ser más sensibles a la infección por tos de las perreras, pero también pueden verse afectados por los efectos secundarios de la vacuna. Se deberá evaluar cada caso individualmente para determinar si la vacuna es la opción apropiada.
Prevención de la tos de las perreras
Además de la vacunación, la tos de las perreras puede ser prevenida mediante el uso de alimentos y complementos que favorezcan su inmunidad.
La nutrición puede potenciar el sistema inmunitario mediante la suplementación con nucleótidos, prebióticos e inmunoglobulinas plasmáticas. Esta dieta ha demostrado aumentar los niveles de anticuerpos en cachorros.
(1) Strasser A, et al. Immune modulation following immunization with polyvalent vaccines in dogs. Vet Immunol Immunopathol. 2003 Aug 15;94(3-4):113-21
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