Diarrea en perros. ¿Medicamentos como la prednisona pueden inducirla?
Fármacos y su acción en el sistema digestivo
Los principios activos empleados para el tratamiento de patologías gastrointestinales incluyen la modificación de las siguientes funciones:
- Secreción gástrica.
- Motilidad gástrica.
- Motilidad intestinal.
- Formación y excreción de bilis.
No obstante, algunos fármacos no específicos para el tracto digestivo también provocan alteraciones sobre este, en cuyo caso hablamos de efectos adversos. Estos efectos pueden dañar los tejidos y ponen en riesgo la salud del paciente.
Uno de los ejemplos más conocidos son las reacciones adversas provocadas por los Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): su efecto sobre formación de úlceras gástricas y lesiones menos significativas en intestino delgado y grueso provoca un cuadro clínico en el paciente de vómitos y diarrea con sangre, deshidratación y anorexia, entre otros.
Diarrea en perros: medicamentos como la prednisona
Entre las indicaciones de la prednisolona se encuentra el tratamiento de enfermedades inmunomediadas, debido a que disminuye la respuesta inmune y la inflamación que estas patologías desencadenan. Del mismo modo, este fármaco se utiliza también en otras patologías, como alergias, ciertos tumores o el hipoadrenocorticismo.
No obstante, la prednisona no está libre de efectos adversos, por lo que distintos grupos científicos están estudiando las reacciones que provoca este medicamento, así como las interacciones con otros fármacos, con el objetivo de evitar su desarrollo y llegar a controlarlos.
Efectos adversos de la prednisona: diarrea
Durante el diagnóstico es necesario diferenciar cuándo la diarrea en el perro se produce como consecuencia de la patología y los momentos en los que es la propia medicación la que desencadena el cuadro, tal y como explica el doctor Xavier Roura en su Webinar “Mitos en el manejo de la diarrea en el perro”.
Dentro de las líneas de investigación sobre los efectos adversos que produce la administración de prednisona, se destaca el estudio de Heather y Leib, por el cual se administra conjuntamente prednisona y dosis ultra bajas de aspirina en perros sanos para comprobar su seguridad y sus efectos adversos gastrointestinales.
Se emplearon 18 pacientes sanos que fueron divididos en 3 grupos de tratamiento: un grupo al que se administró prednisona, otro de combinación de prednisona y aspirina, y un tercer grupo al que se administró placebo. Los tratamientos se prolongaron durante 27 días.
En los días 5, 14 y 21 se obtuvieron muestras mediante biopsia en las que se realizaron pruebas de histología. La presencia o ausencia de lesiones en estas muestras se estipuló mediante la escala de puntuación descrita por Ward et al.
Tras el análisis se observó que, aunque se encontraron indicios de lesión en la mucosa gástrica en algunos pacientes de los tres grupos, en realidad no se obtuvieron diferencias significativas entre los distintos grupos.
No obstante, el uso conjunto de los dos fármacos (prednisona y aspirina) aumentó de manera significativa la frecuencia de diarrea moderada. No obstante, este signo tuvo un carácter autolimitante en la mayoría de los pacientes.
Conclusión
Según las evidencias actuales, aunque la prednisona puede provocar episodios de diarrea autolimitada en algunos pacientes (especialmente en combinación con aspirina), no parece alterar de manera significativa la mucosa gastroduodenal.
No obstante, se debe ser cauto con su administración y pauta de tratamiento, vigilando las reacciones adversas que puedan aparecer en pacientes concretos.