Webinar: Mitos en el manejo de la diarrea en el perro
Tipos de diarrea en perros
La diarrea en perros puede ser crónica o aguda y está rodeada de mitos en cuanto a su detección y diagnóstico: errores, falsedades o prácticas clínicas discutibles rodean a esta enfermedad que muchos perros padecen.
¿Cómo se presenta la diarrea?
Generalmente, puede venir acompañada de vómitos, sobre todo en casos de las diarreas crónicas, que requieren de un tratamiento más complejo. En el caso de los procesos agudos, estos son autolimitantes, es decir, que el individuo se estabiliza tras una serie de pautas a seguir, como el ayuno, que debe extenderse entre 8 y 12 horas tras su diagnóstico, sin olvidar el agua para evitar deshidrataciones.
Mitos y realidades en el tratamiento
- Ranitidina para el vómito: recetar ranitidina tras un episodio de diarrea con vómito es un mito. Se tiende a pensar que los protectores estomacales ayudan a aumentar la motilidad, pero el del suministro de medicamentos como ranitidina u omeprazol es un error. ¿Quieres saber más?
- Antieméticos: la administración de metoclopramida o maropitant juegan un papel fundamental. De carácter ambivalente, estos medicamentos son adecuados para ambos tipos de diarrea, pero si hay posibilidad de obstrucción se debe huir de esta receta. El Dr. Roura te explica las razones.
- Probióticos y simbióticos: algunos propietarios de animales sugieren al propio veterinario el uso de probióticos. Sí, son seguros y bien tolerados, pero no hay evidencias científicas de que sean eficaces para tratar la diarrea en perros. El uso de antibióticos también es discutido.
Mitos y realidades en el diagnóstico
Para un diagnóstico exacto, los tratamientos, sean dietéticos, antiparasitarios o sintomáticos, siempre y en todo caso deberán estar monitorizados.
- La infección asociada a la diarrea crónica: no suelen tener una causa infecciosa, salvo los casos de giardiosis. En general, hay pocos indicios de que las diarreas crónicas estén relacionadas con infecciones parasitarias. De ser así, la infección vendrá acompañada, en la mayoría de los casos, de algún otro signo clínico. Es indiferente si tras un cultivo no hay indicio de presencia parasitaria: resulta adecuado recetar siempre medicamentos antiparasitarios. Fármacos como el Drontal o Rodinazol, tiene una gran efectividad frente a las giardias, y el Metronidazol, de menor efectividad pero con propiedades antiprotozooarias y antiinflamatorias, también es conveniente para estos casos clínicos.
- El coprocultivo no siempre debe utilizarse: a pesar de que muchos veterinarios utilizan esta prueba, es innecesaria en el caso de las diarreas crónicas. Un coprocultivo solo tendrá sentido en circunstancias muy concretas.
Conclusión
Para detectar si la causa de la diarrea es primaria gastrointestinal o secundaria a algo extra-intestinal, ha de incidirse en el diagnóstico diferencial. En la mayoría de los casos, las pruebas de laboratorio acompañadas de la historia clínica completa y una exploración física será suficiente para acertar con el diagnóstico.