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    Reacciones alérgicas alimentarias caninas

    Las alergias alimentarias forman parte de las reacciones adversas a los alimentos y, cuando se dan, afectan gravemente al estado de los animales.

    Las reacciones adversas a los alimentos incluyen cualquier aparición de síntomas a causa de la ingestión de un alimento, ingrediente o aditivo. Suelen dar sintomatología gastrointestinal o dermatológica (prurito)

     

     

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    Introducción

    Las reacciones alérgicas alimentarias se dividen en reacciones inmunológicas, donde encontraríamos las alergias alimentarias, y reacciones no-inmunológicas, que incluyen las intolerancias a alimentos, intoxicaciones e indiscreciones. Aunque los signos clínicos de ambas categorías son parecidos, es importante diferenciarlas entre sí, y en este artículo vamos a centrarnos en las alergias en perros. 

     

    Etiología e incidencia de las alergias alimentarias en perros

     

    Tipos de hipersensibilidad

    Los principales mecanismos involucrados en las alergias alimentarias, también llamadas hipersensibilidades alimentarias, son respuestas inmunitarias inmediatas de dos tipos:

    • Por un lado, respuestas de tipo I, mediadas por IgE y responsables del prurito.
    • Y por otro lado, respuestas de tipo III, mediadas por complejos inmunitarios y aparentemente responsables de los signos intestinales agudos.

    Estos mecanismos pueden activarse desde unos pocos minutos a horas después de ingerir el alimento.

    Además de estos dos tipos, en perros también pueden darse hipersensibilidades retardadas de tipo IV, mediadas por células, que aparecen varias horas o días después de ingerir el alérgeno causante.

     

    Incidencia

    La prevalencia de las alergias alimentarias en perros no se conoce. Tampoco hay una predilección por sexo o edad, pudiendo aparecer en cualquier época del año sin un cambio de dieta reciente. Hay ciertas razas como bóxer o pastores Alemán que parece que tienen más riesgo de padecer este tipo de afecciones; aún así, no se ha podido confirmar estadísticamente.

     

    Factores de riesgo

    Entre otros, son factores de riesgo que predisponen a padecer reacciones alérgicas alimentarias los problemas en la barrera intestinal y pérdida de la tolerancia oral (que es un mecanismo esencial para la vida, que permite no reaccionar a antígenos recibidos por vía entérica).

     

    Alérgenos más comunes en perros

    Los principales alérgenos causales suelen ser proteínas, lipoproteínas, glucoproteínas o polipéptidos. Existen multitud de ingredientes que pueden causar alergia, pero se ha visto que los más frecuentes son la carne de vacuno, y los derivados de leche y soja. El proceso de producción de los alimentos parece ser que también puede aumentar la antigenicidad de ciertos compuestos.  

     

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    Signos clínicos de las alergias alimentarias en perros

     Los principales signos clínicos son alteraciones dermatológicas y gastrointestinales.

    En perros, el principal síntoma es el prurito, que normalmente se presenta de forma constante y generalmente no responde a tratamiento con corticosteroides. Las alergias alimentarias serían la tercera causa de prurito en perros, por detrás de la alergia a pulgas y la piel atópica; además, se estima que un 20-30% de perros padece alergias alimentarias junto con otras enfermedades cutáneas simultáneamente.

    El prurito sostenido en el tiempo suele ir acompañado de lesiones secundarias como erupciones papulares o costras, e incluso pueden acabar en infecciones bacterianas.

    Las alergias alimentarias también pueden presentarse en forma de otitis externa o pioderma recidivante.

    En cuanto a las alteraciones gastrointestinales, estas son inespecíficas (vómitos, diarrea…) y su incidencia es incierta.

     

     

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    Diagnóstico y tratamiento

    Tras excluir otras causas de prurito como alergia a las pulgas, atopia o hipersensibilidad a fármacos, la única herramienta fiable actualmente para diagnosticar una alergia alimentaria consiste en la prueba de eliminación-provocación, que consta de tres pasos:

    1. Administración de una dieta de eliminación que reduce los signos clínicos (mínimo 8 semanas). Este tipo de dietas contienen fuentes proteicas noveles o poco comunes, o proteínas hidrolizadas, así como idealmente pocos ingredientes. Es importante evitar la ingestión de cualquier otro producto como golosinas para mascotas, juguetes con residuos de alimentos, etc. 
    2. Administración de la dieta original y confirmación de la recidiva de los signos clínicos.
    3. Retorno a la dieta de eliminación y administración de ingredientes individuales para provocar una reacción y lograr así identificar el antígeno causal.

    Debido a que el protocolo completo es un proceso largo, es común que los propietarios decidan mantener al perro con la dieta de eliminación u otras dietas que reduzcan los signos clínicos, y en muchos casos no se llega a averiguar el alérgeno causante.

    Es posible utilizar dietas caseras para el diagnóstico y tratamiento de este tipo de pacientes, con la ventaja de que evitan la inclusión de productos potencialmente reactivos como aditivos, productos resultantes del tratamiento térmico, etc. La desventaja es el tiempo que comporta prepararlas. Aun así, además es imprescindible la participación de un profesional para la formulación de este tipo de dietas, de manera que se asegure que son completas y equilibradas. 

    Una vez se han controlado los síntomas e idealmente identificado el alérgeno alimentario, se evitará el uso de este ingrediente en la alimentación del perro, eligiendo entre la multitud de opciones comerciales disponibles en el mercado o bien por una dieta casera.

     

    Conclusión

    Las alergias alimentarias son causa de prurito y alteraciones gastrointestinales en perros, aunque la incidencia no se conoce. El único diagnóstico disponible actualmente es la prueba de eliminación-provocación, aunque es habitual que no se complete el protocolo completo y no se identifique el alérgeno causal. Las dietas utilizadas en el diagnóstico y tratamiento incluyen dietas comerciales con fuentes de proteína o proteínas hidrolizadas, así como dietas caseras supervisadas por un nutricionista certificado.  

     

     

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    Preguntas

     

     ¿Qué alimentos provocan más alergias en perros?

    Las dietas comerciales para perros contienen multitud de ingredientes que, muchas veces, hacen difícil la identificación del alérgeno específico causante de la alergia. Sin embargo, en la bibliografía científica podemos encontrar que muchas veces los alérgenos alimentarios más comunes son productos vacunos, derivados de la leche y la soja, aunque también se han descrito casos de alergia con el trigo, los huevos o el pollo. 

     

    ¿Cómo identifico si mi perro está sufriendo una reacción o alergia alimentaria?

    Una alergia alimentaria puede causar alteraciones dermatológicas y gastrointestinales, principalmente. El síntoma más común en perros es el prurito, generalizado o limitado a cara, orejas, patas, axilas, ingles o región perineal. La otitis externa también puede ser indicativa de alergia alimentaria, siendo el único signo en algunos animales. Los signos gastrointestinales son inespecíficos e incluyen: vómitos, diarrea, dolor abdominal intermitente o defecación más frecuente (más de 3 veces al día). 

     

    ¿Qué pasos hay que seguir ante una alergia alimentaria?

    A modo de resumen, primero se realiza una prueba diagnóstica de eliminación-provocación,  que idealmente termina con la identificación del producto causante de la alergia. En base a los resultados se optará por dar de por vida una dieta comercial o una fórmula casera para el tratamiento.  

    Bibliografía
    Case, L.P. et al. (2000). Canine and Feline Nutrition; a resource for companion animal professionals. 2ª edición. Mosby.
    Verlinden, A. (2007). Food Allergy in Dogs and Cats: A Review. Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 46:259–73.
    Villaverde, C. & Hervera, M. (2015). Manual práctico de nutrición clínica en el perro y el gato. Multimédica Ediciones Veterinarias.