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    Urea alta en perros: significación diagnóstica e interés clínico

    Encontrar una urea alta en perros a los que se realiza una analítica no necesariamente indica una enfermedad renal; deben investigarse otras posibles causas.

     

    Introducción

    La urea es uno de los parámetros analíticos evaluados con mayor frecuencia en la práctica clínica habitual, no solo por sus indicaciones como marcador de disfunción renal, sino porque también forma parte los perfiles bioquímicos rutinarios. 

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    Por ello, resulta fundamental conocer cuáles son los diversos procesos que cursan con urea alta en perros y cómo actuar en esas situaciones.

    Recuerdo fisiológico

    La urea se sintetiza en el hígado a partir del amonio derivado del catabolismo de los aminoácidos procedentes tanto de proteínas exógenas (dieta) como endógenas. Se excreta casi exclusivamente a través de los riñones, ya que aunque las bacterias intestinales degradan cantidades relativamente importantes de urea en amonio, éste se recicla en el hígado, donde se sintetiza de nuevo urea. En los riñones, la urea se filtra libremente a través del glomérulo y se reabsorbe en los túbulos, aumentado o disminuyendo su reabsorción en función del flujo de orina.1

    En base a ello, la urea ha sido utilizada (y todavía lo es) como un marcador indirecto de la tasa de filtración glomerular (TFG), formando parte del panel diagnóstico de pacientes con sospecha de enfermedad renal.2 Sin embargo, la urea es un marcador poco sensible (su concentración plasmática se eleva tarde en el curso de la enfermedad renal) y poco específico (diversos factores extra-renales pueden causar elevaciones en sus niveles) para detectar alteraciones de la función renal. Es por esto por lo que siempre se recomienda que sea evaluada junto a otros marcadores de función renal (creatinina, SDMA, proteinuria, densidad urinaria….). 2,3

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    Causas de urea alta en perros

    Aunque en ocasiones se asume que un incremento en la concentración de urea es consecuencia de una reducción en la TFG debido a la existencia de una enfermedad renal preexistente, hay que tener en cuenta que existen diversas situaciones en las que podemos encontrar urea alta en perros sin que existan alteraciones en la función renal.

    Causas de urea alta en perro

    • Reducción en la TFG (pre-renal/renal/post-renal)
    • Dietas altas en proteínas
    • Sangrado gastrointestinal
    • Fármacos (tetraciclinas, corticoides, azatioprina)
    • Aumento del catabolismo proteic


    Por otra parte, la relación entre la urea y la TFG no es lineal. Esto se traduce en que:

    • En estadios iniciales de enfermedad, reducciones muy importantes en la TFG se asocian a incrementos muy ligeros o imperceptibles en la concentración de urea,
    • Mientras que en casos de enfermedad ya muy avanzada, pequeñas reducciones en una TFG ya muy disminuida, cursan con incrementos muy marcados en los niveles de urea. 1-2

    Como la reabsorción tubular de la urea aumenta mucho cuando disminuye la producción de orina, en perros hipovolémicos o deshidratados encontraremos una urea mucho más elevada en relación al incremento que se produce en la concentración de creatinina (azotemia prerrenal). En estos casos, la restauración de la normovolemia y del equilibrio electrolítico normalizará la concentración de urea.

    La producción y excreción de urea aumenta con la ingesta de alimentos ricos en proteínas, por lo que es aconsejable que su evaluación se haga tras un ayuno de 12 horas.1-2 Este hecho puede ser útil para verificar el cumplimento terapéutico en animales en los que se prescriben dietas renales, que presentan una reducción de su contenido en proteínas.4 Si el cumplimiento terapéutico es el adecuado, es esperable una reducción en los niveles de urea; mientras que al contrario, una elevación en los niveles de urea cuando otros parámetros permanecen estables, sugiere un incumplimiento. 

    Por otra parte, el sangrado gastrointestinal también puede aumentar la concentración de urea porque la sangre representa una fuente de proteínas endógenas.1-2 Esto mismo ocurre en todas aquellas situaciones en las que aumenta el catabolismo proteico (infección, fiebre, estados de inanición…), en las que podemos encontrarnos con urea alta en perros con función renal normal. 

    Por último, algunos fármacos como las tetraciclinas, corticoides o azatioprina pueden provocar incrementos marginales de la urea.1-2

    Conclusiones

    Aunque encontrar una urea alta en perros puede ser indicativo de enfermedad renal, siempre que esto ocurra deben considerarse otras posibles causas. Si una vez valoradas estas situaciones la sospecha de enfermedad renal persiste, el diagnóstico debe apoyarse en los valores de otros indicadores de función renal.  Estos otros marcadores pueden ser, por ejemplo, creatinina, SDMA, proteinuria y densidad urinaria. 

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    Bibliografía
    1. Heine R, Lefebvre H. (2007). Assessment of renal function. En: Elliot J, Grauer F (eds). BSVA Manual of Canine and Feline Nephrology and Urology. British Small Animal Association. Gloucester: 117-125.
    2. Cortadellas O, Fernández del Palacio MJ. (2012). Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad renal crónica (ERC) en el perro y el gato. Parte 1: evaluación del paciente con ERC. Clin. Vet. Peq. Anim, 32: 215-223.
    3. Finch N, Heiene R. (2017). Early detection of chronic kidney disease. En VA Manual of Canine and Feline Nephrology and Urology. 3rd ed. British Small Animal Association. Gloucester: 130-142.
    4. Barsanti JA. (2012). Urinary disorders. En: Willard MD, Tvedten H (eds). Small Animal Clinical Diagnosis by Laboratory Methods,
 5th ed. Elsevier Saunders St Louis, MO: 126-155.