Lo más importante de AMVAC 2019 (1): Cardiomiopatía dilatada, una patología mortal si no se detecta a tiempo
En la ponencia del Dr. Adrian Boswood durante el Congreso AMVAC 2019, se hizo hincapié en el carácter progresivo de la cardiomiopatía dilatada y la importancia de establecer un diagnóstico precoz. Los perros diagnosticados de cardiomiopatía dilatada a partir de la aparición de síntomas de insuficiencia cardíaca presentan una media aproximada de supervivencia de 19 semanas. En el estudio PROTEC, realizado en perros de raza Dóberman, se observó en los pacientes sin tratamiento una supervivencia media de 441 días, frente a los 718 de los que recibían tratamiento. Por tanto, aunque se trata de una patología mortal, se pueden retrasar los signos clínicos graves si se diagnostica de forma precoz.
Recursos necesarios para una detección precoz
Se ha demostrado que el incremento de la supervivencia puede ser sustancial cuando se realizan los tratamientos adecuados a tiempo. Pero, ¿qué recursos se deben emplear para realizar un cribado eficaz?
- Ecocardiografías periódicas para valorar la pérdida de contractibilidad (fracción de acortamiento, fracción de eyección, volúmenes ventriculares, etc.).
- Evaluaciones anuales, prestando especial atención a los pacientes de entre 3 y 4 años, e incluso con anterioridad si son animales que se van a dedicar a la cría. Si el resultado del control es normal, se repetiría la evaluación en un año. Si es dudoso, se debería repetir en 3-6 meses.
· Biomarcadores, que son poco precisos, pero deben tenerse en cuenta a la hora de realizar la ecocardiografía.
Complicaciones de la cardiomiopatía dilatada
Una de las consecuencias principales de la cardiomiopatía dilatada es la insuficiencia cardíaca congestiva. Conocer y tratar las alteraciones que genera en la salud de los pacientes es fundamental para establecer la terapia más adecuada.
Por otro lado, el fallo cardíaco genera síntomas congestivos y signos de reducción del gasto cardíaco que deberán ser evaluados por separado si se quiere conocer la efectividad de la terapia sobre ambas sintomatologías..
Tratamiento
Además de analizar la etiología inicial, han de estudiarse los elementos que complican la mejoría clínica para que la terapia sea completa y eficaz.
Administrar medicamentos es fundamental en el tratamiento, pero mantener un control de la frecuencia respiratoria en reposo, de la presión arterial sistólica, de los parámetros renales y electrolíticos (Na, K, Cl) y de la frecuencia cardíaca, también. Pero, ¿qué tratamientos son los más adecuados?
- Diuréticos: suelen ser la primera pauta de acción frente a enfermedades cardíacas. Medicamentos como la furosemida y la torasemida bloquean el sistema renina-angiotensina-aldosterona (iECA, espironolactona).
- Inotropos positivos: medicamentos como el pimobendan o la dobutamina son vasodilatadores periféricos, por lo que se administran de manera rutinaria y en múltiples ocasiones en el tratamiento de la ICC canina.
- Venodilatadores y arteriodilatadores: deben ser utilizados para situaciones más severas.
- Reposo y observación: tras las tomas, es fundamental dar un tiempo de reposo (1-2 horas) a los pacientes descompensados en un lugar tranquilo e ir reduciendo las dosis en función de su respuesta al tratamiento, teniendo en cuenta posibles efectos secundarios, si ha habido infra-administración del medicamento, etc.
Conclusión
La cardiomiopatía dilatada es una enfermedad de carácter mortal, pero, si se detecta de forma precoz, se pueden retrasar los signos clínicos graves mediante una pauta farmacológica adecuada. Un correcto y riguroso tratamiento puede significar un aumento en la esperanza de vida de tus pacientes.