Halitosis: ¿qué hacemos con el mal aliento en perros?
Introducción
El mal aliento en perros (halitosis) es un motivo frecuente por el que los propietarios consultan con el veterinario. La halitosis puede ser fisiológica o patológica y tener distintos orígenes. Las causas del mal aliento en perros pueden residir en la cavidad oral, en la vía aérea, digestiva, en sangre o ser de origen subjetivo.1 Por lo tanto, en esta situación el clínico debe, por una parte, valorar si existe o no una patología; y por otro, considerar el efecto que el mal aliento del perro causa en el propietario, que dependerá en gran medida de su sensibilidad olfativa, del olfato de cada persona.
Causas de mal aliento en perros
Causas de origen oral
La principal causa de mal aliento en perros es la presencia de bacterias anaerobias en las bolsas periodontales que aparecen bajo la encía como consecuencia de una periodontitis. Esto explica porqué son tan comunes las consultas relacionadas con el mal aliento en perros. La enfermedad periodontal es la enfermedad más frecuente en la especie canina, afectando en mayor o menor medida al 80-89% de los perros de más de 3 años.2
En condiciones normales tan solo el 25% de las bacterias orales son anaerobias, mientras que en casos de periodontitis este tipo de bacterias representa el 95% del total de los microorganismos orales.1 Estas bacterias degradan los péptidos con los que contactan, liberando compuestos azufrados volátiles (CAVs), principalmente sulfuro de hidrógeno, metilmercaptano y dimetilsulfuro, que son los responsables del mal aliento del perro. Existe una correlación positiva entre los niveles de CAVs y la profundidad de las bolsas periodontales (mayor profundidad mayor capacidad de alojar bacterias). Además, estos compuestos tienen capacidad para agravar la enfermedad periodontal. La baja tensión de oxígeno que existe en el fondo de las bolsas periodontales favorece la decarboxilación de aminoácidos como la lisina y la ornitina a cadaverina y putresceina, que también causan mal olor.1,3
Los cambios que se producen en el pH y en la concentración de glucosa en la saliva también favorecen la aparición de mal olor. Además, hay que tener en cuenta que en presencia de determinadas bacterias orales los fenómenos de putrefacción dentro de la cavidad oral se continúan produciendo incluso sin ingesta de líquido o comida y con un reducido flujo de saliva.3
Los principales microorganismos implicados en la generación de sulfuro de hidrógeno son Porphyromonas spp, Prevotella spp, Fusobacterium spp, Veillonella spp y Bacteroides spp.
Las bacterias que recubren la lengua también pueden jugar un papel importante en la generación del mal aliento en perros porque aceleran la producción CAVs tanto en pacientes con enfermedad periodontal como en pacientes sin patología oral.3
Otras posibles causas de mal aliento con origen en la cavidad oral incluyen infecciones, úlceras, cuerpos extraños y neoplasias.
Causas externas a la cavidad oral
Entre las posibles causas de halitosis fuera de la cavidad oral están:
- La presencia de cuerpos extraños o neoplasias de la cavidad nasal.
- Enfermedades de las tonsilas.
- Bronquitis crónica, bronquiectasia.
- Megaesófago, reflujo gastroesofágico e infecciones por H. pylori.
- Diversas enfermedades sistémicas también pueden causar halitosis:1,4 diabetes mellitus, enfermedades e infecciones renales, enfermedad hepática, neoplasias carcinomatosas y hepatozoonosis canina.
Algunos de estos olores, como el olor a acetona en la diabetes o el aliento urémico en pacientes renales son muy característicos, y pueden ayudar a establecer el diagnóstico de la enfermedad subyacente.
Tratamiento
La base del tratamiento del mal aliento en perros secundario a enfermedad periodontal es el control de la placa bacteriana. Para ello se indica una profilaxis dental completa en la clínica seguida de un tratamiento de mantenimiento en el domicilio.1
Sin un mantenimiento adecuado la placa bacteriana coloniza la superficie dental en 24 horas y las bolsas periodontales pueden volver a estar infectadas en menos de 2 semanas.1 Por lo tanto, es crítico mantener una higiene oral adecuada.3 El uso de agentes antimicrobianos como la clorhexidina se ha mostrado eficaz para reducir la carga bacteriana oral y por ende para reducir la formación de compuestos CAVs y el mal aliento en perros.3
Por otra parte, el cepillado frecuente se considera parte importante en el control de la placa bacteriana, y por lo tanto en el control de la enfermedad periodontal y del mal aliento en perros.5 Sin embargo, en estos casos hay que contar siempre con que la implicación del propietario y el temperamento del animal permitan un tratamiento regular; de lo contrario el efecto beneficioso se pierde. Recientemente se ha propuesto que un gel dentífrico a base de inmunoglobulinas de yema de huevo (IgY) procedente de gallinas inmunizadas frente a Porphyromonas spp, puede reducir la inflamación gingival y el grado de enfermedad periodontal, disminuyendo la halitosis, el dolor oral, el sangrado, la inflamación de las encías y el grosor y área del sarro dental.6
La utilización de golosinas masticables con ciertas propiedades mecánicas o que contienen sales de zinc, sales de polifosfatos, formulaciones de vitamina C, aceites esenciales o enzimas, contribuye al control de la placa bacteriana y a la reducción de la halitosis.5,7,8 En este sentido, varios estudios han mostrado que el uso regular de Advance Dental Care Stick reduce significativamente la gingivitis, la acumulación de placa y sarro, así como la concentración de CAVs.5,9
Conclusiones
En la mayoría de casos en los que un propietario nos reporta que su perro tiene mal aliento nos encontraremos ante una enfermedad periodontal. Sin embargo, debemos también tener presentes otras opciones y hacer una adecuada evaluación diagnóstica. En los pacientes con enfermedad periodontal, y una vez hecho nuestro tratamiento inicial, es fundamental que impliquemos al propietario para que mantenga una buena higiene dental. Para mejorar el cumplimiento, es interesante aplicar medidas que sean fáciles de llevar a cabo.