La dentadura de perros y su cuidado
Aspectos anatómicos de la dentadura de los perros
Los perros son mamíferos y son difiodontos, es decir, presentan dos series de dientes: los dientes de leche o primarios y los dientes permanentes o secundarios. En la dentadura de perro, los dientes se distribuyen en:
- Incisivos: se sitúan en la parte delantera de la boca, en la zona premaxilar y en la mandíbula. Ejercen la función de cortar y rasgar.
- Caninos: situados un poco más atrás, en el espacio alveolar. Ejercen la función de punzar y desgarrar.
- Premolares: constituyen junto con los molares el arco dental. Tienen la función de rasgar y cortar.
- Molares: se sitúan en los lados del arco dental y solo se presentan en los dientes permanentes. Su función es la de aplastar y moler.
En su conjunto, los dientes de leche o primarios suman 28 piezas, mientras que los dientes permanentes o secundarios suman 42 piezas. Se puede estimar la edad del perro en función del desarrollo de su dentadura.
Dentición
La dentición comprende el periodo de cambio de los dientes de leche o primarios a los dientes permanentes o secundarios. La dentadura canina definitiva empieza a desarrollarse alrededor de los 4 meses. Los dientes permanentes o secundarios empiezan a crecer y empujan a los dientes de leche o primarios. Este proceso puede durar varios meses. Es normal que mientras se desarrolla la dentadura los perros muestran dolor y una sensación de malestar.
Enfermedad periodontal e importancia de la limpieza de la dentadura canina
El conjunto de las enfermedades de los tejidos que sujetan el diente, que pueden consitir desde una simple inflamación de las encías (gingivitis) hasta algo más severo como una enfermedad periodontal, se conocen como enfermedad periodontal.Sin el tratamiento adecuado, la inflamación de las encías progresa gradualmente a un estadio irreversible que puede llevar a la pérdida de la pieza dental. Después de comer se forma una placa sobre la superficie de los dientes, las bacterias se adhieren en el diente. Esta placa se puede eliminar con el cepillado (por lo menos una vez a la semana).
La placa que no se elimina se mineraliza y se convierte en sarro. Este sarro solo se elimina con una limpieza profesional. Todo ello se puede detectar con la exploración de la cavidad bucal del perro. A veces el veterinario necesita hacer radiografías para confirmar el diagnóstico o para valorar la extensión de la enfermedad. La limpieza profesional se realiza con anestesia y mediante aparatos de ultrasonidos y también herramientas manuales de rascado. Después de una limpieza se deben pulir los dientes. Algunos juguetes pueden ejercer un efecto beneficioso en la dentadura canina, pero se deben evitar aquellos que por su estructura rígida puedan dañar el diente o las estructuras de tejido blando. Además, aspectos como la alimentación tienen un papel relevante en la limpieza de la cavidad bucal. Alimentos secos pueden reducir y controlar la placa dental. Es fundamental la educación al propietario del perro para que establezca un programa de higiene oral en casa.