Anestesia en perros. Efecto de la hipotermia en la recuperación
Efectos de los protocolos de anestesia en perros y temperatura corporal
El primero de los estudios sobre la anestesia en perros (1) se trata de un artículo cuyo objetivo fue discernir los efectos de los protocolos de anestesia y la disminución de la temperatura corporal en el tiempo de recuperación de la anestesia. Para ello escogieron perros sanos sometidos a cirugías rutinarias de castración, pre-medicando a aquellos más excitados con acepromacina y morfina vía intramuscular.
La toma de la temperatura fue a nivel esofágico durante la cirugía, considerando tiempo de recuperación el transcurrido desde el cese de la anestesia hasta que el perro se levanta por sí mismo.
Hallaron que:
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Las temperaturas más bajas tenían recuperaciones más lentas.
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La premedicación disminuye de forma significativa los tiempos de recuperación.
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El tipo de inducción o de mantenimiento no tenían efectos en el tiempo de recuperación.
Las conclusiones de este artículo subrayan que la hipotermia es una complicación común en las anestesias generales y cirugías, y que entre otros efectos adversos, se asocia a una recuperación anestésica más lenta.
Efectos de la hipotermia periquirúrgica
El segundo estudio (2) trata sobre los efectos de la hipotermia periquirúrgica y de la duración de la anestesia en las infecciones de las heridas postquirúrgicas limpias. Se trata de un estudio retrospectivo que evaluó la relación entre las infecciones de heridas postquirúrgicas y la hipotermia periquirúrgica. Encontraron que en animales con heridas quirúrgicas, la hipotermia media periquirúrgica no es un factor de riesgo significativo para la posterior infección de la herida. En cambio la duración de la anestesia en perros es un factor de riesgo significativo e independiente de la duración de la cirugía.
Eficacia de los procedimientos de calentamiento corporal
En base a las conclusiones de los estudios previos, el tercer estudio (3) evalúa la eficacia de cuatro procedimientos de calentamiento corporal, que se inician después de la inducción anestésica y se continúan durante la cirugía, en perros anestesiados.
Para ello dividieron a 96 perros en parejas, uno de los cuales era sometido a un método de calentamiento (cada pareja fue sometida a uno de los 4 sistemas de calefacción corporal después de la inducción anestésica) y el otro servía de control. Observaron que el método utilizado en el grupo 2 (manta eléctrica previamente calentada (41ºC) rodeada por botellas de agua caliente y sometidos a una lámpara de 150 vatios a 50 cm de distancia de la cabeza del perro) era el más efectivo en prevenir la caída de temperatura. Concluyeron por tanto que los perros de gran tamaño sufren una disminución de la temperatura significativamente mayor, especialmente durante las dos primeras horas de anestesia. Por otra parte, la aplicación de ciertas fuentes de calor puede disminuir esta disminución de temperatura.