Vómito marrón en perros: ¿Cuáles son sus principales causas?
El vómito marrón en perros o hematemesis es un síntoma común en varias enfermedades. En la mayoría de los perros se trata de un signo agudo de una digestión incompleta, el consumo excesivo de alimentos de color marrón o la ingestión de suciedad o heces. En estos casos, el vómito suele desaparecer por sí solo o con algún fármaco antiemético.
Sin embargo, en otras ocasiones el vómito marrón puede persistir durante días o incluso semanas, lo que se conoce como vómito crónico, en cuyo caso puede estar relacionado con condiciones médicas más serias, como las alteraciones gastrointestinales del tracto digestivo superior que cursan con sangrado, como explica este artículo de las doctoras Rubio y San Andrés1.
Causas más frecuentes de vómito marrón en perros: hematemesis
A diferencia de los vómitos con sangre fresca, que a menudo se relacionan con la rotura de capilares debido al incremento de la presión venosa durante la arcada, los vómitos marrones se suelen asociar con erosiones gástricas o duodenales, lo que supone un signo de una enfermedad crónica o grave.
Entre las diferentes enfermedades del tracto gastrointestinal superior que provocan vómitos de color marrón en perros se encuentran las úlceras gástricas sangrantes caracterizadas por la presencia de lesiones en la mucosa gastrointestinal. En estos casos, es habitual que la sangre se presente parcialmente digerida en el vómito, lo que le otorga una apariencia similar a “posos de café”, acompañándose simultáneamente de heces de color negro oscuro y pérdida de peso.
La gastritis o inflamación de la mucosa gástrica es otra de las alteraciones que pueden provocar vómito marrón en perros debido a la presencia de sangre digerida o, a veces, sin digerir. A menudo se acompaña de otros síntomas como pérdida de peso y dolor abdominal.
La obstrucción intestinal, en la que se produce un bloqueo parcial o total de los alimentos a través del intestino delgado, también puede provocar vómito marrón. Estos vómitos se caracterizan por desprender además olor a materia fecal y suelen acompañarse de otros síntomas como dolor e inflamación abdominal y problemas para defecar.
Otra de las causas del vómito marrón en perros es la hemorragia interna que se produce en el tracto digestivo superior, secundaria a un trauma o un tumor que afecta a los vasos sanguíneos. En estos casos, el vómito puede presentar restos de sangre sin digerir, pero lo más habitual es que la sangre haya sido parcialmente digerida, lo que le otorga una coloración casi negra. Estos vómitos a menudo se acompañan de otros síntomas como dolor abdominal, pérdida de peso e inapetencia.
La presencia de neoplasias sangrantes en el estómago o el intestino delgado superior es otra de las causas de los vómitos marrones en los perros. En estos vómitos pueden aparecer restos de sangre fresca, pero es mucho más común la presencia de sangre digerida, lo que le otorga el color marrón. Otras causas incluyen a las enfermedades odontológicas o de las encías, trastornos en la coagulación.
¿Cómo determinar la causa del vómito marrón en perros?
La hematemesis es un síntoma que no se debe pasar por alto, sobre todo si persiste durante días, como apunta este trabajo del Dr. Clive Elwood2. Sin embargo, en muchos casos la historia clínica, la anamnesis y la exploración física no son suficientes para encontrar la causa, por lo que es preciso recurrir a otros métodos diagnósticos, como se indica en esta investigación de Rosé y Neiger3.
Tras realizar un adecuado diagnóstico diferencial, se recomienda realizar análisis de sangre para detectar la presencia de anemia, habitual en la hemorragia interna y úlceras sangrantes, así como análisis de orina, los cuales pueden facilitar información sobre la existencia de una infección. Vale destacar que los exámenes de laboratorio no suelen brindar un diagnóstico concluyente, pero contribuyen a conocer la condición médica general del animal.
Como método diagnóstico, se recomienda recurrir a pruebas más específicas como la radiografía de abdomen, simple o por contraste, para detectar la presencia de cuerpos extraños o una obstrucción intestinal.
La ecografía o endoscopía también pueden ofrecer información valiosa sobre la presencia de una úlcera, gastritis o tumor gastrointestinal. En algunos casos será necesario realizar una gastroscopia o una biopsia gástrica para corroborar la causa de la hemorragia o lesión en la mucosa4.