Síndrome vestibular perros. Breve revisión de la enfermedad.
La función del sistema vestibular es orientar al animal respecto al espacio y la gravedad, armonizando los movimientos. Mantiene la posición de los ojos, cuerpo y miembros respecto de la cabeza. Este sistema funciona como un arco reflejo; así pues, se trata de una alteración neurológica debida bien a lesiones en el VIII nervio craneal, en el oído interno (alteraciones periféricas), o bien a una lesión en el tronco encefálico (alteración central) (1). Hallar el lugar de la lesión es fundamental para detectar la patología que causa el síndrome.
Síntomas y signos visibles
Principalmente, se observan cuatro signos:
- Cabeza ladeada: el perro mantiene la cabeza inclinada o girada hacia una de sus orejas. Habitualmente, la lesión vestibular estará en el lado hacia el que se ladea.
- Nistagmo: se observan movimientos de los ojos horizontales, rotativos o verticales. Suelen ser movimientos en dos fases: una fase lenta hacia el lugar de la lesión y una fase rápida en sentido contrario.
- Estrabismo: los ojos se posicionan de forma anormal, principalmente cuando la cabeza se inclina o el animal se tumba de costado.
- Ataxia: la ataxia vestibular se diferencia de otras formas de ataxia por ser asimétrica. El animal mantiene una posición de base amplia, es decir, con las patas abiertas, balanceo de la cabeza y tronco e incluso puede caer o rodar hacia los lados si intenta levantarse.
Cómo distinguir la enfermedad vestibular periférica de la central
Determinar si el origen de la lesión es periférico o central es fundamental para realizar un diagnóstico completo y revelar patologías subyacentes.
En la enfermedad vestibular central se observan signos específicos. Por ejemplo, el nistagmo vertical es típico de la lesión central; asimismo, las alteraciones de la conciencia y los signos neurológicos que se corresponden a lesiones en otros nervios craneales son síntomas claros (2).
Causas de síndrome vestibular en perros
El síndrome vestibular en el perro es a menudo la manifestación de una enfermedad subyacente. Las causas más habituales son:
En síndrome vestibular periférico:
- Otitis infecciosa que comprometen el oído interno. Esta es la causa más habitual de este síndrome.
- Traumas en bulla timpánica.
- Neoplasias en el nervio o estructura ósea.
- Causas idiopáticas.
En síndrome vestibular central:
- Neoplasias.
- Procesos inflamatorios como distemper o meningoencefalitis granulomatosa.
- Hemorragias en isquemias en tronco encefálico que comprometen el núcleo vestibular.
El síndrome vestibular idiopático en perros
Si el origen de los síntomas vestibulares es desconocido, y en ausencia de otros signos neurológicos, hablamos de síndrome vestibular idiopático. Suele aparecer de forma aguda y es la segunda causa más frecuente tras la otitis interna.
Algunas razas puras de perro son propensas a padecer una forma de síndrome vestibular idiopática que aparece en cachorros, desde el nacimiento hasta las doce semanas de edad, aproximadamente. En este caso, la alteración suele compensarse por sí sola entre los dos y cuatro meses de edad.
Tratamiento recomendado y pronóstico
En caso de infección el uso de antibióticos es imprescindible, pero siempre es preferible realizar antibiograma para pautar el más efectivo. En caso de exudado y engrosamiento de la bulla timpánica debe valorarse realizar un drenaje quirúrgico. De la respuesta a estos tratamientos dependerá el pronóstico.
En caso de síndrome vestibular idiopático, el pronóstico es bueno y no es necesario tratamiento, pues suele remitir por sí solo tras un periodo de 3 a 21 días. No obstante, es preferible evitar que el animal se mueva demasiado durante el periodo agudo para evitar otras lesiones, y se pueden prescribir antieméticos (anticolinérgicos) si es necesario.
Cuando la lesión que causa el síndrome vestibular en el perro es central, pueden tratarse los signos más incómodos para el perro mediante bloqueadores de canales del calcio o drogas anticolinérgicas para disminuir los vértigos y los vómitos, si los hubiera. En este caso, el pronóstico dependerá de la causa subyacente.