Problemas de miedo: desarrollo y novedades terapéuticas

Los miedos son relativamente comunes y pueden afectar a perros y gatos de todas las edades y razas. El miedo es una respuesta normal a una amenaza, sea una situación real o percibida, que puede abrumar completamente a un perro. Estos temores son debidos a una mala reproducción o al experimentar un evento que los hace temerosos.

Cuando el miedo no es miedo

El miedo puede ser definido como:

• Mecanismos cerebrales que provocan respuestas de defensa desencadenadas por amenazas.
• Sentimiento consciente que el animal experimenta si piensa que será dañado física o psicológicamente.
• Estado psicológico que media entre un evento amenazante y las respuestas que da el animal.

La complejidad de la conducta de los animales, en este caso en relación con el miedo, nos lleva con frecuencia a utilizar términos que se toman prestados del comportamiento de las personas. Hay una tendencia marcada de antropomorfismo, atribuyendo a los animales característica humanas a la hora de describir sus estados de ánimo y motivaciones. Se hace de modo natural, pero no es científicamente correcto, ya que podría llevar a una interpretación sesgada de los resultados obtenidos en las investigaciones de la etiología cognitiva.

Este antropomorfismo lo encontramos acentuado en el ámbito doméstico. La percepción del propietario sobre lo que motiva la conducta del animal, influye directamente en el manejo de determinadas situaciones. Si el propietario de la mascota cree que el animal se ha comportado mal de forma intencionada, puede provocar un castigo injusto, induciendo al perro o gato a un estado afectivo negativo, inhibiendo su conducta y perjudicando el bienestar del animal.

Importancia del veterinario en prevención

Los veterinarios pueden educar a los propietarios con conocimientos adecuados, para evitar malinterpretaciones o preconcepciones a la hora de observar el comportamiento de su mascota.

La información que le llega al animal del exterior es su aprendizaje, este es retenido en el cerebro constituyendo su memoria. Cuando una experiencia es estresante o emocionalmente excitante, es más fácil generar memorias perdurables, sólidas y difíciles de modificar. Esas experiencias aversivas establecen asociaciones mediante mecanismos de condicionamiento y pueden evidenciarse por distintos fenómenos comportamentales:

• Paso del tiempo (recuperación espontánea)
• Regreso al contexto original
• Estrés
• Dolor

Para poder extinguir esa memoria se debe crear una nueva asociación producto de una nueva experiencia.

Novedades en neurociencia con posible aplicación clínica

Al ser la memoria un proceso dinámico, una información ya consolidada puede ser activada nuevamente, de este modo un recuerdo puede ser alterado, modificado o reestructurado de acuerdo a una nueva información, permitiendo debilitar, actualizar o reforzar el contenido almacenado. Esto sería el proceso de reconsolidación.

Etapas de la reconsolidación:

• Aprendizaje
• Recordatorio
• Actualización: extinción y contracondicionamiento
• Recuperación

Las investigaciones se centran principalmente en debilitar las conexiones neuronales de la memoria con el propósito de desarrollar protocolos de tratamiento de diferentes psicopatologías. La reconsolidación de la memoria podría constituir una potencial herramienta para ello.

En principio, en clínica veterinaria estos problemas son abordados con tratamiento paliativo para tratar en sí los síntomas; pero es probable que el animal tenga esta afección de por vida.

Puedes ver el video de la ponencia en este link.