Maloclusiones: Más allá de un simple problema de estética canina
La maloclusión es una patología dental que no solo afecta la estética canina, sino que también provoca una alteración de la mordida del animal. Se trata de un mal alineamiento de los dientes, ya sea por una desviación de la posición de las piezas dentales, de su ángulo de orientación o debido a una desproporción entre el tamaño de la mandíbula inferior y el maxilar superior.
Esta condición se aprecia desde el primer año de vida, usualmente entre los cinco y nueve meses de edad cuando se caen los dientes deciduos para dar paso a los definitivos. La maloclusión es común en las razas pequeñas y braquiocefálicas como el Yorkshire Terrier, el Boston Terrier, el Bulldog, el Pekinés y el Shih Tzu, aunque cualquier perro puede tener este problema.
¿Qué causa las maloclusiones en perros?
Las maloclusiones en la dentadura canina pueden aparecer por distintas causas. Generalmente, su desarrollo obedece a un solo factor, aunque en ocasiones pueden conjugarse diferentes variables.
1. Factores genéticos y hereditarios. La mayoría de las maloclusiones tienen su origen en la morfogénesis craneofacial embrionaria, una etapa crucial en el desarrollo de la estructura dental ósea, en la que es probable que se active el alelo responsable del trastorno.
2. Factores traumáticos. Sufrir un accidente durante el crecimiento, como una fractura maxilar o alveolar, puede provocar el desplazamiento o la rotación de las piezas dentales y, en algunos casos dañar la estructura ósea maxilar o mandibular.
3. Factores del crecimiento. Durante el cambio de los dientes de leche a los permanentes se puede producir una retención de los dientes deciduos, lo cual puede desplazar la posición del diente definitivo o variar su ángulo, causando una maloclusión.
Las consecuencias de las maloclusiones en los canes
El impacto en la estética canina es una de las consecuencias más evidentes de la maloclusión, lo cual se puede convertir en un problema para los canes que participan en concursos. Sin embargo, esta condición también tiene un impacto sobre la salud del animal.
Las maloclusiones afectan la mordida de los perros y, por ende, su masticación, lo cual puede repercutir de manera negativa en el proceso digestivo y la metabolización de nutrientes. En algunos casos, tener una mala mordida también provoca un desgaste anormal en los dientes, fracturas dentales o traumatismos del tejido blando. Otra consecuencia común es el desarrollo de una enfermedad periodontal debido a la acumulación de sarro o placa bacteriana en las zonas de contacto interdental, lo cual provoca una inflamación de las encías.
Algunos animales pueden manifestar una desviación lingual de los caninos mandibulares, una alteración que consiste en el crecimiento hacia el interior de la cavidad bucal de las piezas dentales inferiores. Este problema además de afectar la mordida, puede causar traumatismos autoprovocados en el paladar y las encías, así como fístulas oronasales.
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Tratamiento de las maloclusiones en perros
Cuando se sospecha que existe una maloclusión, se realiza una exploración clínica para diagnosticar la alteración, encontrar su causa y analizar su gravedad. En algunos casos puede ser útil realizar un estudio radiológico para obtener una panorámica más completa de las piezas dentales y el hueso mandibular y maxilar.
Una vez confirmado el diagnóstico, se determina cuál es el tratamiento más adecuado para cada caso. En ocasiones, la mejor opción consiste en extraer la pieza dental afectada, sobre todo cuando el problema está relacionado con los dientes deciduos que afectan al desarrollo normal de los dientes permanentes. En casos excepcionales, cuando la maloclusión es demasiado complicada y afecta la estructura ósea, se recurre a la cirugía dental.
Sin embargo, el tratamiento de elección suele ser la ortodoncia. Un estudio 1 realizado en la University of Life Sciences de Lublin reveló que los aparatos ortopédicos maxilofaciales son una buena opción para corregir la posición y el ángulo de los dientes desde la raíz actuando directamente sobre el hueso alveolar.
En caso de mordida cruzada o desviación de la posición de las piezas dentales, los brackets metálicos o de resina suelen ser eficaces. A su vez, las placas con tornillos de expansión ayudan a separar en sentido transversal las piezas maxilares o mandibulares, un tratamiento que se recomienda cuando la maloclusión es bilateral o cuando la mandíbula o el maxilar son muy estrechos.
En los casos de desviación lingual de los caninos mandibulares se suele realizar una tracción sobre estos recurriendo a cadenetas de ortodoncia que se ubican en dirección distopalatina y se sostienen sobre el primer y cuarto premolar superior. Se requerirá un cuidado especial ya que el tratamiento implica la cementación de botones de ortodoncia en los dientes, los cuales son fáciles de arrancar.
Por lo general, el pronóstico es favorable. La ortodoncia ayuda a que las piezas dentales vuelvan a su posición correcta y, en los casos en los que la mandíbula o el maxilar son demasiado pequeños, contribuye a mejorar la mordida. Sin embargo, en ocasiones el tratamiento de ortodoncia puede dar paso a una gingivitis debido a una higiene inadecuada, por lo que se recomienda mantener una buena higiene dental en los animales durante el tratamiento.
1. Polkowska, I. et. Al. (2014) Orthodontic treatment of dogs on the basis of modern knowledge and own experience. Bulletin of the Veterinary Institute in Pulawy; 58(4): 645-650.