Hipertermia o golpe de calor en perros, una urgencia veterinaria
Los casos de hipertermia en perros causados por la exposición a altas temperaturas ambientales son frecuentes. De hecho, es la causa más frecuente de hipertermia no febril en caninos y se consideran una urgencia veterinaria ya que pueden provocar la muerte del animal.
Los perros de razas grandes son más vulnerables ya que su superficie corporal es más pequeña en relación a su masa, así como los braquicefálicos debido a la común obstrucción de las vías respiratorias superiores. La edad avanzada, un mal estado físico, la obesidad, el pelaje espeso o enfermedades como la diabetes, epilepsia, problemas respiratorios y el síndrome de Addison son otros factores predisponentes a los golpes de calor, según un estudio realizado en la Universidad Hebrea de Jerusalén1.
Golpe de calor: La causa más común de la hipertermia no febril
El golpe de calor se produce cuando el animal queda expuesto a un ambiente muy caluroso y mal ventilado. En ese caso, el centro termorregulador permanece inalterable, ya que el aumento de la temperatura corporal se debe a la absorción del calor ambiental. Es habitual que ocurra cuando un perro se queda en un coche cerrado bajo el sol, realiza actividad física intensa bajo el sol o durante el transporte aéreo.
Los mecanismos fisiológicos de disipación del calor, como la vasodilatación cutánea y el jadeo, son insuficientes para mantener estable la temperatura corporal, la cual comienza a subir de manera rápida, pudiendo provocar la muerte en menos de una hora. Esto sucede cuando la transferencia de calor ambiental supera la capacidad del animal para eliminar ese exceso de calor.
Los signos clínicos más comunes del golpe de calor en perros con consecuencias mortales, según un estudio publicado en la Journal of Comparative Phatology2, son: taquipnea, jadeo, colapso, depresión, alteración o pérdida de la conciencia, vómitos, diarrea y sangrado (petequias, equimosis, hematoquecia).
Esto indica que un golpe de calor puede provocar lesiones agudas multiorgánicas que afectan a la mayoría de los sistemas corporales. Las lesiones más frecuentes son: diátesis hemorrágica, microtrombosis y necrosis coagulativa.
Tratamiento del golpe de calor en perros
Cuando la temperatura corporal supera los 41 ºC, la rapidez del enfriamiento es un factor clave para la supervivencia del perro pues la hipertermia severa puede producir una insuficiencia orgánica.
Dado que se trata de una hipertermia no febril, el uso de antipiréticos no está recomendado pues el centro termorregulador no cambia su punto de ajuste. En su lugar, se debe proceder a una estabilización inicial enfocada en disminuir la temperatura corporal para prevenir daños añadidos, para lo cual se deberá proceder a:
- Enfriamiento rápido del cuerpo recurriendo a baños de agua fría y/o paños mojados en agua fría colocados bajo las axilas, el abdomen y la zona inguinal.
- Exposición a corrientes de aire fresco que puedan disminuir la temperatura corporal.
- Lavado gástrico con agua fría.
- Masajear la parte inferior de las extremidades para favorecer la perfusión tisular y el suministro de oxígeno arterial.
El objetivo de este tratamiento es favorecer la transferencia de calor del animal al medio ambiente, ya sea por conducción o convección. Es importante detener el enfriamiento cuando la temperatura corporal llegue a los 39,5 ºC ya que seguirá bajando por sí sola.
En los casos más graves puede ser necesario proporcionar además soporte cardiovascular, se puede recurrir a la dopamina, dobutamina o norepinefrina. Si el animal presenta convulsiones se valorará el uso de fármacos como metocarbamol, pentobarbital o diazepam. El edema cerebral se puede tratar con furosemida o dexametasona. Si se constata un reflejo laríngeo leve, habrá que intubar para aportar oxígeno suplementario. También se recomienda administrar líquidos por vía intravenosa para corregir la deshidratación.
Pronóstico de la hipertermia en perros
Los casos mortales suelen producirse durante las primeras 24 horas tras la evaluación inicial, como confirma un artículo publicado en la Journal of Veterinary Internal Medicine3, pero dado que algunas de las complicaciones asociadas a la hipertermia pueden aparecer al cabo de tres o cinco días, es conveniente dar seguimiento al caso.
Las pruebas de coagulación permiten detectar la posible existencia de una coagulación intravascular diseminada, la radiografía torácicasirve para evaluar el estado de bronquios y pulmones y un electrocardiograma desvelará posibles arritmias.
1. Bruchim, Y. et. Al. (2017) Pathophysiology of heatstroke in dogs – revisited. Temperature; 4(4): 356–370.
2. Bruchim, Y. et. Al. (2009) Pathological findings in dogs with fatal heatstroke. J Comp Pathol; 140(2-3): 97-104.
3. Bruchim, Y. et. Al. (2006) Heat stroke in dogs: A retrospective study of 54 cases (1999-2004) and analysis of risk factors for death. J Vet Intern Med; 20(1): 38-46.