Gusano del corazón en perro: abordaje y tratamiento
Los perros albergan parásitos adultos en las arterias pulmonares, mientras que las microfilarias circulan en la sangre y son captadas por mosquitos. Aproximadamente a los 15 días las larvas se vuelven infecciosas y se introducen en un nuevo anfitrión. Después de varios meses de migración en los tejidos, los parásitos llegan a la arteria pulmonar y comienzan a liberar microfilarias de nuevo.1
La enfermedad puede ser grave por lo que la profilaxis debe ser considerada una estrategia de importancia fundamental. El tratamiento profiláctico de elección se basa en la administración de lactonas macrocíclicas.1
Cuadro Clínico
Se trata de una enfermedad crónica que afecta principalmente a las arterias pulmonares y los pulmones en la que el corazón está involucrado sólo en la última etapa de la infección cuando la hipertensión pulmonar conduce a Cor pulmonale e insuficiencia cardíaca congestiva derecha. A veces se pueden observar signos clínicos agudos en la etapa tardía de la enfermedad (tromboembolismo pulmonar, síndrome de la vena cava…).1
Muchos perros pueden no mostrar ningún síntoma durante meses o años, a menos que haya una carga exagerada de lombrices y/o se sometan a un ejercicio extenuante. Las presentaciones clínicas comunes en perros con enfermedad de los gusanos del corazón incluyen:1
- Tos, disnea.
- Síncope después de la hipertensión pulmonar.
- Derrame peritoneal tras una insuficiencia congestiva del corazón derecho.
- Síndrome de la vena cava, que se debe a un repentino aumento de la presión pulmonar y el subsiguiente desplazamiento de los gusanos de la arteria pulmonar hacia las cámaras derechas. Disnea, soplo cardíaco fuerte (lado derecho del tórax) y la hemoglobinuria son los signos clínicos fundamentales de este síndrome.
Diagnóstico gusano del corazón en perros
El diagnóstico se basa en la detección de microfilarias (por ejemplo, frotis de sangre, prueba de Knott, filtración) y / o detección de antígenos del gusano del corazón circulantes. Estos deben interpretarse junto con los resultados del examen clínico, las pruebas de laboratorio y los resultados de las imágenes torácicas.1
Prevención gusano del corazón en perros
La enfermedad por gusanos del corazón puede prevenirse mediante la administración de lactonas macrocíclicas (ivermectina, mibelmecina, moxidectina, selamectina y moxidectina) que son capaces de eliminar larvas infecciosas de hasta 30 días de edad. Así, la administración mensual matará todas las larvas que los mosquitos hayan introducido en los 30 días anteriores. La formulación inyectable de liberación lenta disponible en algunos países mantiene el efecto larvicida durante los 6 a 12 meses.1
Snyder et al. realizaron un ensayo clínico ciego, controlado con placebo, en el que 42 perros fueron asignados al azar a 1 de 3 grupos de tratamiento (control con placebo o tratados vía oral con mibelmecina o ivermectina). Los perros fueron inoculados con 50 larvas de gusanos del corazón de tercer estadio, 30 días antes de la dosificación y se realizó la necropsia el día 123 después del tratamiento para enumerar gusanos del corazón adultos. Trece de los 14 perros del grupo control tenían gusanos del corazón adultos detectados en la necropsia con una media geométrica del recuento de gusanos de 22,3. Se encontró una larva en un perro de cada uno de los grupos de tratamiento mibelmecina e ivermectina. Por tanto, se concluye, que dos fármacos del grupo de agentes quimioprofilácticos del gusano del corazón aprobados actualmente y utilizados acorde con sus pautas recomendadas en ficha técnica se mostraron 100% efectivas contra un aislado de campo de gusano del corazón reciente, lo que respalda la hipótesis de que la efectividad de una sola dosis de estos preventivos.2
Los resultados del estudio indican que las ML aprobadas por la FDA-CVM, ivermectina y mibelmecina, originalmente hace más de 19 años, según lo probado en este estudio por las pautas de prueba actuales y con un aislamiento de campo de gusano del corazón reciente, no podrían ser aprobados ahora para la efectividad de un solo tratamiento en sus bandas de dosis registradas actualmente.2
Un estudio de Grandi et al., con el objetivo de valorar si la combinación de doxiciclina (10 mg/kg/día durante 30 días) e ivermectina-pirantel (6 mcg/kg a 14 mg/kg cada 15 días durante 180 días) era eficaz como adulticida en infección adquirida, natural, de filariosis, reveló que en los 11 perros del estudio, el 100% fueron negativos para microfilarias circulantes en el día 90, mientras que 8 de 11 (72,7%) se volvieron antígeno-negativos en el día 300. De 7 perros en los que se detectó visualmente parásitos en la ecocardiografía, 6 (85,7%) eran negativos en la visualización a los 300 días. Además, el tratamiento fue bien tolerado por todos los perros.3
Todos los perros deben ser examinados (tanto para la detección microfilarias como para pruebas de antígenos) cada dos años. Si se sospecha que no se administraron una o más dosis o que el propietario no cumplió con los procedimientos, es necesario realizar la prueba anualmente.1