Estornudo inverso en perros. ¿mi perro se ahoga?
Introducción
El estornudo inverso en perro se ha definido como un esfuerzo inspiratorio paroxístico contra una glotis cerrada, que produce un sonido similar a un ronquido y es consecuencia de una irritación nasofaríngea.1
Se trata de un problema relativamente frecuente en la población canina, que en muchos casos es fisiológico, pero que en ocasiones puede aparecer asociado a distintas enfermedades nasales o nasofaríngeas. Es posible que la obesidad pueda inducir o exacerbar su presentación. Por otra parte, parece que las razas braquicéfalas y los perros pequeños pueden estar más predispuestos a su padecimiento.
Aunque se trata de un proceso que generalmente no reviste gravedad, suele preocupar mucho a los propietarios, que piensan que el perro no puede respirar y que incluso puede morir por asfixia. Por ello, es importante que el clínico esté familiarizado con su presentación clínica.
Evaluación clínica y diagnóstico del estornudo inverso en perros
El diagnóstico del estornudo inverso en perros se basa en el reconocimiento de un patrón respiratorio característico. El estornudo inverso puede aparecer en cualquier situación y debe diferenciarse de:
- los estertores, que suelen ser menos abruptos en su inicio y finalización, y que frecuentemente se relacionan con períodos de excitación o ejercicio;
- ronquidos, que solo se observan durante el sueño;
- y de las náuseas y arcadas.1
Durante los episodios de estornudo inverso en perro se producen una serie de ruidos inspiratorios fuertes y abruptos. Los pacientes pueden estar de pie o sentados, con el cuello extendido, la cabeza puede permanecer en posición normal o se tira hacia atrás (al contrario que en el estornudo tradicional, en el que la cabeza se mueve hacia delante y hacia abajo), los belfos retraídos, la boca cerrada y las fosas nasales ensanchadas. 1
Se considera que la presencia de episodios ocasionales de estornudo inverso autolimitantes, con una duración inferior a un minuto, sin otros signos asociados, en perros que permanecen clínicamente normales entre episodios no requieren mayor investigación.
Sin embargo, si los episodios son frecuentes o tienen una duración prolongada, y además se presentan asociados a otros signos de enfermedad nasofaríngea (como estornudos, descarga nasal, epistaxis o estertores), se aconseja una evaluación diagnóstica completa para investigar enfermedades subyacentes.1 Esta evaluación, dependiendo de cada caso en particular puede incluir análisis de sangre (hematología y perfil bioquímico completo), urianálisis, pruebas de imagen (radiología, tomografía computarizada o fluoroscopia) y endoscopia de vías aéreas.
Enfermedades que se han asociado con la presencia de estornudo inverso en perro
Se incluyen procesos como: inflamación nasal o nasofaríngea, presencia de cuerpos extraños en la zona, estenosis nasofaríngea, reflujo nasofaríngeo, pólipos nasales, neoplasias nasales o nasofaríngeas, aspergilosis y parásitos nasales (Pneumonyssoides caninum o Eucoleus boehmi).1-5
Tratamiento
De modo general, en perros con episodios esporádicos de estornudo inverso no se recomienda tratamiento. Sin embargo, en aquellos casos en los que, aún siendo esporádicos, los propietarios tengan la percepción de que el perro lo pasa mal, se puede intentar acortar la duración del episodio intentando tranquilizar al perro u ofreciéndole algo para lamer o beber.
Si hay sospecha de inflamación nasal o nasofaríngea puede hacerse un ensayo terapéutico con glucocorticoides, por ejemplo, administrando prednisolona a dosis de 0.5 mg/kg/12 horas durante 7 días.1
En aquellos pacientes en los que existe una enfermedad subyacente el manejo pasa obviamente por el tratamiento específico de esa enfermedad.
Conclusiones
Muchos propietarios de perros que presentan estornudo inverso acuden a las clínicas alarmados creyendo que el animal se está ahogando. En estos casos debemos intentar tranquilizar a los dueños, examinar al animal y, si confirmamos que realmente se trata de un estornudo inverso, explicarles en qué consiste y qué deben hacer si el problema se repite. En cualquier caso, tampoco debemos caer en el error de pensar que el estornudo inverso es fisiológico en todos nuestros pacientes. Por ello, completaremos siempre la historia clínica del perro y haremos un buen examen físico. A partir de ahí y en función de la frecuencia y severidad de los episodios decidiremos las pruebas a realizar.