VT_detail.jpg VT_detail.jpg
  • Tiempo de lectura: 8 mins

    Displasia Renal en perros: reconocimiento clínico y manejo

    La displasia renal en perros es una enfermedad hereditaria grave que causa insuficiencia renal progresiva desde edades tempranas.

    Etiopatogenia de la displasia renal canina

    La displasia renal canina es una enfermedad hereditaria congénita que ha sido descrita en diversas razas de perros (Tabla 1). Se trata de un trastorno frecuente, que en determinadas líneas de perros Shih-Tzu puede afectar al 85% de los animales.

    Razas en las que se ha descrito la displasia renal canina.

     

    Más frecuentes

     

    ·      Shih-tzu

    ·      Bóxer

    ·      Norwich terrier

    ·      Lhasa Apso

    ·      Caniche gigante, 

    ·      Soft-coated wheaten terrier, 

    ·      Keeshond, 

    ·      Chow-Chow

    ·      Schnauzer miniatura

    ·      Spaniel holandés

    ·      Cocker spaniel

    ·      Golden retriever 

    ·      Cairn terrier

    ·      Bullmastiff

    ·      Beagle

     

    Ocasionales

     

    ·      Airedale terrier

    ·      Harrier finlandés

    ·      Bedlington terrier

    ·      Bulldog inglés

    ·      Rhodesian ridgeback

    ·      Border terrier

    ·      Cavalier King Charles spaniel

    ·      Caniche miniatura

    ·      Dogo alemán

    ·      Pembroke Welsh corgi

    ·      Elkhound noruego

    ·      Samoyedo

    ·      Malamutes

    ·      Montaña de Berna

    ·      Terranova 

    ·      Dóberman

    ·      Leonberger

    ·      Yorkshire terrier

    ·      Mestizos 

     Se sabe que su transmisión no va ligada al sexo y se especula con un modelo de herencia dominante autosómico con penetración incompleta o con un modelo de herencia recesiva, si bien en muchas razas todavía no se conoce el modo exacto en el que se hereda ni la mutación que la causa.

    En condiciones normales, el desarrollo embriológico del riñón de los mamíferos es un proceso complejo que incluye una interacción precisa en el tiempo entre los distintos tejidos. En la displasia renal se produce una diferenciación anormal del tejido renal y un desarrollo desorganizado del parénquima renal, en el que los glomérulos fetales o inmaduros persisten hasta pasados los 6 meses de vida, al igual que ocurre con los conductos metanéfricos, tejido mesenquimal y túbulos inmaduros. Todo ello causa cambios inflamatorios y degenerativos secundarios a medida que la enfermedad progresa.

    Los animales afectados terminan presentando un fallo renal irreversible, si bien la velocidad de progresión es variable. Los perros con displasia renal grave (> 25% de glomérulos afectados) suelen presentar signos de enfermedad renal crónica (ERC) severa a edades muy tempranas (escasas semanas o meses) mientras que animales con enfermedad moderada (10-25% de glomérulos afectados) o leve pueden mantenerse asintomáticos hasta que tienen 1-2 años, o incluso períodos más largos, respectivamente.

    Solicita aquí el póster de valoración corporal del perro.  ¡Te lo enviamos gratis a tu clínica!

    Cuadro clínico 

    El cuadro clínico en pacientes con displasia renal dependerá principalmente de la severidad de la ERC en el momento de ser presentados a consulta. De hecho, perros con enfermedad leve o diagnóstico precoz pueden ser asintomáticos o presentar únicamente poliuria/polidipsia. A medida que la enfermedad se agrava, los responsables suelen reportar apatía, hiporexia/anorexia, pérdida de peso, vómitos y diarrea.  En casos con enfermedad grave puede encontrarse deshidratación marcada, signos de osteodistrofia renal, aliento urémico y úlceras en la cavidad oral. Los riñones si son palpables suelen ser pequeños e irregulares.

    Diagnóstico de la displasia renal en perros

    Aunque el diagnóstico definitivo de la displasia renal canina requiere histopatología renal, la sospecha clínica se establece con base en la reseña, cuadro clínico, resultados de las analíticas básicas y valoración mediante pruebas de imagen.

    • A nivel laboratorial el hemograma puede ser normal o, en casos de enfermedad moderada/severa, mostrar anemia normocítica, normocrómica, no regenerativa, característica de la ERC.
    • El perfil bioquímico puede mostrar azotemia más o menos severa, hipocalemia, hipercalcemia, hiperfosfatemia, hipercolesterolemia, hipoalbuminemia e hipoproteinemia. La orina suele ser isostenúrica con presencia variable de proteinuria.
    • El examen ecográfico evidencia riñones pequeños, con pérdida de la estructura interna normal, en la que pueden o no estar presentes múltiples quistes anecoicos. La corteza renal suele ser delgada e hiperecoica con pobre diferenciación cortico-medular, mientras que la médula renal suele mostrar un punteado hiperecogénico o hiperecogenidad generalizada.

    Algunos laboratorios ofertan test genéticos para el diagnóstico en razas como el Norwich terrier, pero no son aplicables a otras.

    Pronóstico y manejo de la displasia renal en perros 

    En general, el pronóstico de la enfermedad es malo, y depende de la severidad de la ERC en el momento del diagnóstico. Animales con displasia grave pueden fallecer o ser eutanasiados por ERC irreversible en las primeras semanas/meses de vida, mientras que en perros con enfermedad de leve a moderada pueden conseguirse supervivencias de varios años tras el diagnóstico.

    No existe un tratamiento específico para la displasia renal canina. Basándonos en ello, los animales afectados se clasifican y tratan de acuerdo las recomendaciones IRIS para el diagnóstico y manejo de la ERC (Tabla 2).

     

    Pautas de tratamiento para perros con ERC con base en los estadios IRIS

    Estadio 1

    Estadio 2

    Estadio 3

    Estadio 4

    ·      Evitar sustancias nefrotóxicas-

    ·      Corregir anomalías pre/postrenales-

    ·      Descartar ITU y urolitiasis.

    ·      Control proteinuria.

    ·      Control de la presión arterial.

    ·       Estadio 1 y además…

    ·      Control  fosfatemia.

    ·      Control potasemia.

    ·      Control de la acidosis metabólica.

    ·      Estadio 2 y además…

    ·      Control anemia.

    ·      Control manifestaciones digestivas de la uremia.

    ·      Considerar administración de fluidos.

     

    ·      Estadio 3 y además…

    ·      Poner el foco en mantener un soporte nutricional adecuado-

    ·      Si disponibles valorar terapias de reemplazo renal

     

    En este sentido, la nutrición juega un papel fundamental en el tratamiento de estos pacientes. Un manejo dietético adecuado, mediante la administración de dietas veterinarias de prescripción, permite retrasar la progresión de la enfermedad, reduciendo el porcentaje de crisis urémicas y prolongando la supervivencia de los animales afectados. Probablemente, ello tenga que ver con los efectos que estas dietas tienen sobre diversos factores que contribuyen a la progresión de la ERC como la proteinuria, la hipertensión arterial sistémica (HAS), la hiperfosfatemia, la hipopotasemia o la acidosis metabólica.

    Por lo que hace al tratamiento farmacológico de la displasia renal, este incluye principalmente:

    • IECAs/ARA2 en caso de proteinuria renal patológica y/o HAS.
    • Amlodipino para el tratamiento de la  HAS.
    • Quelantes de fósforo cuando la dieta no sea suficiente para mantener la fosfatemia en valores adecuados.
    • Gluconato/citrato potásico si la dieta no es suficiente para mantener la normopotasemia.
    • Eritropoyetina recombinante humana para el control de la anemia.
    • Maropitant para el control de las náuseas y vómitos, y omeprazol en perros con sangrado gástrico o vómitos secundarios a esofagitis.

    Conclusiones

    La presencia de poliuria/polidipsia en un animal joven de una raza predispuesta debe inducir sospecha de la existencia de una nefropatía congénita. Si el examen físico y la analítica básica confirman este hecho, la displasia renal debe ser incluida en la lista de diagnósticos diferenciales. En animales afectados debería recomendarse la evaluación de perros emparentados con ellos, y posiblemente debería revisarse su papel como potenciales reproductores.

    ¡Quiero inscribirme gratis!

    Bibliografía

    1. Greco DS. (2001). Congenital and inherited renal disease of small animals. Vet Clin North Am Small Anim Pract. 2001; 31:393-399
    2. Seiler GS, Rhodes J, Cianciolo R, et al. (2010). Ultrasonographic findings in Cairn Terriers with preclinical renal dysplasia. Vet Radiol Ultrasound; 51: 453-457.
    3. Cavalera MA, Gernone F, Uva A, et al. (2021). Clinical and Histopathological Features of Renal Maldevelopment in Boxer Dogs: A Retrospective Case Series (1999-2018). Animals (Basel); 11:810.
    4. Bovee KC. (2003). Renal Dysplasia in Shih-Tzu Dogs. 28th WSAVA World Congress, Bangkok
    5. https://www.iris-kidney.com/iris-guidelines-1. Ultimo acceso. 07/01/2024.
    6. Parker VJ. (2021). Nutritional Management for Dogs and Cats with Chronic Kidney Disease. Vet Clin North Am Small Anim Pract; 51: 685-710.
    7. Jacob F, Polzin DJ, Osborne CAet al. (2002). Clinical evaluation of dietary modification for treatment of spontaneous chronic renal failure in dogs. J Am Vet Med Assoc; 220: 1163-70.