Causas y manejo anemias en gatos
Causas
Se conoce como anemia a aquel proceso que conlleva una disminución del recuento de eritrocitos, concentración de hemoglobina y valor hematocrito respecto a los rangos de referencia establecidos.1 Esta alteración se desencadena en los pacientes mediante tres mecanismos diferentes: pérdida de sangre, hemólisis de eritrocitos o sus formas inmaduras, y disminución de la producción de eritrocitos.2,3
Los pacientes felinos son capaces de desarrollar esta disminución de glóbulos rojos por diversas causas, entre las que se encuentran:
- Administración de fármacos: medicamentos, tales como agentes quimioterápicos, antibióticos (cefalosporina), antiparasitarios u hormonas.
- Agentes infecciosos: además del virus de la leucemia felina4 y el virus de la inmunodeficiencia felina, otros agentes patógenos como la bacteria Haemobartonella felis son precursores directos del desarrollo de anemia en gatos.
- Agentes parasitarios: estas alteraciones pueden estar desencadenadas bien por endoparásitos como Babesia spp siendo un agente que tiene una baja incidencia en la especie felina, o bien por ectoparásitos, donde las pulgas son las que provocan más cuadros clínicos de anemia en gatos, sobre todo menores de un año, ya sea por la propia acción mecánica que realizan al alimentarse del huésped o por la transmisión de distintos agentes infecciosos.
- Traumatismos.
Manejo diagnóstico
En primer lugar, es conveniente tener en cuenta que la anemia es un proceso cuyo cuadro clínico está relacionado con un incorrecto transporte de glóbulos rojos a los tejidos, por lo que la cantidad de oxígeno que hay en el organismo es menor a la demandada por el mismo.2 Los síntomas que se perciben en una primera exploración general, abarcan desde mucosas pálidas, taquicardia y taquipnea, hasta intolerancia al ejercicio.
La historia clínica y el estilo de vida del paciente felino son útiles en cuanto a la toma de decisiones dentro del protocolo diagnóstico y el tratamiento recomendado. Siendo necesarios los datos sobre si es un animal con acceso al exterior o es un gato indoor, la pauta de vacunación que ha seguido y cuáles han sido los métodos de prevención que han llevado a cabo los propietarios.
Las dos técnicas diagnósticas más empleadas para la detección de anemia son:
- Frotis sanguíneo: la morfología de los componentes sanguíneos es de vital importancia, en primer lugar, para clasificar el tipo de anemia que presenta el paciente (regenerativas o no regenerativas) y, en segundo lugar, para la detección visual de agentes patógenos, como los comentados en párrafos anteriores.
Algunos ejemplos de tipos morfológicos de los glóbulos rojos pueden ser la disposición de pila de moneda, que se presenta de manera fisiológica en los gatos, eritrocitos con policromasia, que representa que el animal está sufriendo una anemia regenerativa, o la presencia de Cuerpos de Heinz, cuyo significado está relacionado con intoxicación por ingestión de fármacos. - Hemograma: tanto el recuento de eritrocitos y hemoglobina como los diferentes índices eritrocitarios, como el volumen corpuscular medio (VCM) o la concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM), son de gran utilidad para diferenciar los distintos tipos de anemia según la concentración de hemoglobina (normocrómico si tiene la cantidad de hemoglobina adecuada, establecida en 32 - 36 g/dl,5 hipocrómico o hipercrómico, si tiene menor cantidad de hemoglobina que la adecuada o superior a esta respectivamente) y su volumen (normocítico si su valor oscila entre 39 y 50/55 fL,5 microcítico si tiene un volumen inferior al adecuado y macrocítico si el volumen es superior al habitual), lo que conlleva a la toma de decisiones de un tratamiento u otro.
Por último, las pruebas de imagen, tales como la ecografía, son útiles para el diagnóstico de esta alteración, pudiendo localizar las vísceras afectadas y su evolución.
Manejo terapéutico
La medicina preventiva juega un papel fundamental en los gatos. La realización de test y análisis de leucemia e inmunodeficiencia felina y la instauración de una pauta de vacunación correspondiente, así como la administración de desparasitadores externos e internos regularmente, son necesarios para evitar el contagio de agentes patógenos causantes de anemia.
Un paciente con anemia acusada deberá de someterse a una transfusión de sangre6 para poder restablecer los valores eritrocitarios normales. En los gatos es necesario conocer bien los distintos grupos sanguíneos de los donantes y de los pacientes, debido a que pueden desencadenarse efectos adversos que pueden poner en peligro la vida del animal.
Conclusión
La anemia en los gatos no es una enfermedad,2 sino que es una alteración con etiología diversa. La clasificación del tipo de anemia con los protocolos diagnósticos pertinentes y la causa de ésta serán necesarias para la instauración de una terapia acorde que haga remitir dicho signo clínico.