Babesiosis
ETIOLOGÍA: Es una enfermedad causada por protozoos pertenecientes al género Babesia que se transmiten por la picadura de garrapatas ixoides y por transfusión sanguínea. El perro es el animal que más frecuentemente presenta esta infección causada por Babesia gibsoni y Babesia canis. La babesiosis en el gato es una enfermedad mucho menos frecuente. Son protozoos que parasitan los eritrocitos y provocan principalmente cuadros hemolíticos de características autoinmunes.
PRONÓSTICO: El pronóstico es variable según la severidad del cuadro en el momento del diagnóstico. Es frecuente que los perros queden como portadores crónicos asintomáticos.
SÍNTOMAS: La presentación más frecuente es la de un cuadro agudo de anemia hemolítica, anorexia, depresión, debilidad, mucosas pálidas, vómitos, hematuria, ictericia, linfadenopatía y edema perioorbital. Se presentan, en ocasiones, cuadros sobreagudos especialmente en animales jóvenes muy parasitados caracterizados por shock hipovolémico y muerte del animal a las pocas horas del inicio de los primeros signos clínicos. También pueden presentarse cuadros crónicos: fiebre intermitente, anorexia y depresión, y adelgazamiento. Hay una gran diversidad de otros signos clínicos atípicos asociados a las infecciones por Babesia; signos respiratorios, disnea, vómitos, diarrea, signos de coagulopatía, cuadros de CID, dolor lumbar y signos neurológicos del SNC (convulsiones, ataxia).
TRATAMIENTO:
- El tratamiento de la babesiosis depende del contexto clínico de cada paciente. Un punto de partida necesario para prever la respuesta al tratamiento sería la diferenciación de la morfología del parásito en Babesia grande o pequeña
- El tratamiento incluye tratamiento antiprotozoario específico y terapia de soporte (especialmente importante en pacientes con un curso de la enfermedad complicado): También se contempla el uso de antibióticos
1.- Tratamiento antiprotozoario específico
- El fármaco más usado en España es el diproprionato de imidocarb, administrado en dos inyecciones de 5 mg/kg por vía subcutánea, con un intervalo de 15 días entre ambas. La mejora clínica suele aparecer en 24 – 72 horas aunque en algunos animales pude tardar hasta 7 días. El imidocarb disminuye además, la infectividad de las garrapatas del entorno ya que puede eliminar la infección por B. canis en las garrapatas que comen de animales tratados hasta las 4 semanas posteriores al tratamiento. También tiene un efecto profiláctico preventivo de hasta 6 semanas después de un único tratamiento. El imidocarb es menos efectivo contra las babesias pequeñas. Así, contra la B. gibsoni produce una resolución rápida de los signos clínicos y una disminución de la morbilidad y mortalidad. En ocasiones pueden ser necesarias hasta 3-4 tratamientos para su “supuesta” eliminación porque un elevado porcentaje de animales permanecen con infección subclínica o como portadores crónicos. Pueden aparecer efectos secundarios que incluyen dolor en la zona de inyección y efectos colinérgicos (salivación, lagrimeo, secreción nasal, diarrea, vómitos, tremores, taquicardia y disnea) que se reducen con el uso previo de atropina (0.05 mg/kg s.c. en los 30 minutos anteriores).
- La combinación de otro antiprotozoario, la atovacuona (13.3 mg/kg/8 horas p.o.) y azitromicina (10 mg/kg/24 horas p.o.) durante 10 días, se indica especialmente para casos de B. gibsoni y T. annae. La atovacuona debería administrarse siempre junto con comidas ricas en grasa para maximizar su absorción. La atovacuona en suspensión oral es más cara que otras presentaciones pero es mejor tolerada al presentar menos efectos adversos a nivel gastrointestinal. Existen perros que no eliminan definitivamente la infección por B. gibsoni después de un tratamiento inicial con esta combinación aunque se resuelva su enfermedad clínica.
2.- El tratamiento de soporte incluye la administración de hemoderivados o transfusiones para revertir los estados de hipoxia. El grado de parasitemia no se correlaciona con la anemia y no debería usarse como factor decisivo para realizar o no la transfusión. La transfusión de sangre es el hemoderivado de elección ya que la anemia es por lisis eritrocitaria. En pacientes con sospecha de coagulación intravascular diseminada o coagulopatías están indicadas transfusiones de plaquetas o plasma La fluidoterapia es esencial en estos casos para el mantenimiento de un adecuado volumen circulatorio, así como la corrección de las alteraciones electrolíticas y ácido base.
3.- Aunque no eliminan la infección puede ser razonable el uso de antibióticos, especialmente en las formas pequeñas de babesias o cuando se sospecha de una infección concurrente con Erhlichia canis. La doxiciclina puede ayudar a reducir la sintomatología clínica y se ha asociado con una disminución en la mortalidad y la morbilidad, la dosis recomendada es de 10 mg/kg PO una vez al día. La combinación30 de enrofloxacina (2.5 mg/kg/12 horas), metronidazol (5-15 mg/kg/12 horas) y doxiciclina (7-10 mg/kg/12 horas) durante seis semanas ha mostrado también cierta eficacia en pacientes con infección natural con B. gibsoni.