Webinar: Estabilización y manejo postoperatorio del paciente con síndrome de dilatación-torsión de estómago
Factores predisponentes y fisiopatología
El síndrome de dilatación-torsión gástrica es una patología caracterizada por su presentación repentina y pronóstico grave, cuyo cuadro clínico abarca desde distensión y dolor abdominal, hasta nauseas, depresión, e incluso shock hipovolémico.
Según explicó el Dr. Bosch en este Webinar para Vets & Clinics by Advance, es complicado predecir la aparición de este síndrome, al igual que se desconoce el orden de secuencia de los signos clínicos.
Diferentes expertos barajan la existencia de ciertos factores que aumentan la probabilidad de padecer este trastorno, tales como animales de razas grandes de edad adulta, mascotas con carácter nervioso y/o agresivo, conductas de ansiedad, sobre todo a lo que la alimentación se refiere, o intervenciones quirúrgicas tales como la esplenectomía.
Por último, algunos de los cambios fisiopatológicos que produce el síndrome de dilatación-torsión gástrica son: aumento de la presión intra-abdominal, rotura de la barrera mucosa y traslocación bacteriana, compromiso del flujo sanguíneo con isquemia y necrosis de la pared gástrica, disfunción cardíaca y disfunción orgánica general.
Estabilización inicial
Antes de proceder a la estabilización del animal, es imprescindible realizar un diagnóstico bueno y rápido, aunque hay casos graves en los que se empieza a instaurar el tratamiento antes de proseguir con el diagnóstico.
Será necesario por parte del profesional veterinario realizar pruebas para ver el estado en el que se encuentra el paciente, mediante un examen físico rápido, analítica sanguínea, electrocardiograma, y radiografía y ecografía abdominal. Además, parámetros como la lactemia son indicadores pronósticos del proceso, de tal manera que un estado de hiperlactemia inicial plantea al veterinario la calidad de la perfusión y el posible estado necrótico del estómago.
Para la estabilización del paciente serán necesarias las siguientes técnicas:
- Fluidoterapia agresiva: teniendo en cuenta el estado del endotelio vascular y las descompensaciones electrolíticas, Luis Bosch recomienda iniciar con cristaloides isotónicos, tales como RLactato o NaCl 0,9%, administrando a su vez medicación analgésica y antibiótica.
- Descompresión gástrica: mediante sondaje orogástrico o trocarización según se diera el caso.
- Control de arritmias: incluyendo medicamentos apropiados según el cuadro clínico durante la fluidoterapia.
- Transfusión de sangre, si fuera necesario.
- Cirugía de recolocación de las vísceras abdominales y gastropexia.
Manejo postoperatorio
Una vez que ha sido sometido el paciente a la intervención quirúrgica se debe de tener en cuenta las siguientes consideraciones:
- Manejo del dolor postoperatorio: mediante distintos fármacos como opioides puros, opioides agonistas o adyuvantes.
- Manejo de la disfunción cardíaca: a propósito de la hipotensión refractaria a fluidos, mediante norepinefrina.
- Manejo de la disfunción gastrointestinal: combinando protectores gástricos con procinéticos, ya que durante el síndrome dilatación-torsión hay persistencia de íleo paralítico.
- Manejo de la disfunción respiratoria: para la prevención de la deglución desviada.
- Manejo de la coagulación: mediante heparina según las condiciones en las que se encuentre el animal.
- Prevención de la disfunción renal.
Conclusión
El síndrome de dilatación-torsión gástrica es un cuadro clínico de presentación aguda y pronóstico reservado, ya que presenta cambios fisiopatológicos generalizados en todo el organismo que ponen en riesgo la vida del animal, por lo que es necesario tener presente las técnicas de estabilización y manejo del paciente en cualquiera de los estadios de la enfermedad.