Uso de laxantes para gatos en el manejo del estreñimiento
Introducción
El estreñimiento o constipación, definido como la eliminación infrecuente, difícil y dolorosa de heces secas y duras se considera una presentación frecuente en la clínica felina. Inicialmente, el paciente con estreñimiento mantiene (aunque sea de modo parcial) la capacidad funcional del colon. De este modo, si se diagnostica de modo temprano y trata de forma correcta, el estreñimiento no tiene porque tener consecuencias graves para la salud del animal.
Sin embargo, si el estreñimiento se hace crónico y refractario al tratamiento, puede desembocar en obstipación, lo que implica una pérdida permanente de la capacidad funcional del colon, que puede terminar en la aparición de un megacolon.1-4
Causas de estreñimiento y presentación clínica
En el gato, el estreñimiento se ha asociado a comorbilidades que causan deshidratación (diabetes mellitus, hipertiroidismo o enfermedad renal crónica), uso de fármacos (opiáceos o anticolinérgicos), obstrucciones intra/extraluminales del colon o recto, fracturas de cadera, neuropatías y lesiones espinales y megacolon idiopático.2-4
Normalmente, los gatos con estreñimiento son presentados a consulta debido a una defecación dolorosa, reducida o inexistente. En casos crónicos o severos puede haber signos sistémicos como anorexia, letargia, pérdida de peso o vómitos.2
Abordaje diagnóstico
La evaluación diagnóstica en casos de estreñimiento leve y pacientes clínicamente estables no requiere acciones relevantes, más allá de un examen físico que permita descartar la presencia de alteraciones clínicamente significativas.
En gatos que se presentan inicialmente con cuadros más severos o que no responden al tratamiento inicial, así como en casos con estreñimiento crónico, se indica una analítica general (hematología, bioquímica con electrolitos y urianálisis) y radiografías de abdomen. Además, puede recomendarse ecografía abdominal o endoscopia.2
Tratamiento del estreñimiento: laxantes para gatos
Los laxantes forman parte del tratamiento del estreñimiento. Sin embargo, hay algunas particularidades que deben ser tenidas en cuenta.
La primera es que solo se indican en pacientes bien hidratados, porque pueden inhibir la absorción de agua en el colon y causar deshidratación. Por lo tanto, el primer paso en el manejo de un gato con estreñimiento es verificar (y en caso necesario, corregir) su estado de hidratación.
A partir de ahí, el modo de actuar dependerá de la severidad del cuadro que presente el gato:
- En casos de estreñimiento leve se puede optar directamente por la administración de algún laxante para gato vía oral.
- En pacientes con estreñimiento moderado o severo se recomienda primeramente vaciar el colon mediante la aplicación de enemas o vaciado manual bajo anestesia si no hay respuesta. Una vez resuelto el episodio inicial se valora el uso de laxantes de modo preventivo.2
Tipos de laxantes
Existen diferentes tipos de laxantes para gatos: formadores de volumen, emolientes, lubricantes, osmóticos o estimulantes.
- Los laxantes formadores de volumen son útiles principalmente en casos leves. Entre ellos están:
- Salvado de trigo
- Psyllium, una fibra soluble poco fermentable que produce un gel mucilaginoso hidrofílico que retiene agua e incrementa el volumen fecal, facilitando el tránsito. Se administra mezclado con la comida (1-4 cucharaditas), aunque también hay dietas comerciales que ya lo incorporan.2
- Los laxantes emolientes como el succinato sódico de dioctilo (10-15 ml/gato) son detergentes aniónicos que incrementan la miscibilidad del agua y los lípidos en las heces.2,5
- En cuanto a los laxantes lubricantes (vaselina,1-5 ml/gato o aceite de parafina,10-15 ml/gato), impiden la absorción de agua desde el colon y facilitan el paso de las heces. Hay que tener en cuenta el posible riesgo de neumonía por aspiración tras la administración oral y que en uso prolongado podrían interferir con la absorción de algunos nutrientes. Por otra parte, se contraindican en pacientes con antecedentes de hiperlipidemia o pancreatitis por su base grasa.2,5
- Entre los laxantes de tipo osmótico se incluyen la lactulosa 0,5 ml/kg/8-12 horas) y el polietilenglicol (PEG) o macrogol 3350 (1,9 g/gato). Estos productos incrementan el volumen fecal al tiempo que lo reblandecen. Los efectos secundarios asociados a su uso suelen ser leves y autolimitantes, e incluyen distensión y dolor abdominal, náuseas, diarrea e hipercalemia no significativa clínicamente (en el caso del PEG-3350). Sin embargo, hay que tener en cuenta que de modo excepcional se ha descrito hiponatremia fatal, secundaria a la administración de PEG-3350 en la preparación de una colonoscopia.2,5,6 El PEG-3350 administrado mediante sonda nasoesofágica (6-10 ml/kg/hora) se considera muy efectivo para provocar defecación espontánea y evitar la anestesia general y vaciado manual del colon. Se ha descrito que ésta ocurre en aproximadamente las 8 horas de iniciada su administración (rango 5-24 horas).2
- Los laxantes de tipo estimulante (bisacodilo, 5 mg/24 horas) incrementan la actividad propulsiva intestinal, y pueden llegar a causar diarrea. Aunque se ha propuesto que este tipo de laxantes podría ocasionar daño en la estructura superficial de algunas células epiteliales, no hay evidencias de que esto ocurra en los enterocitos o a nivel de las células musculares intestinales.6
Algunas de estas sustancias (succinato sódico de dioctilo, aceite de parafina o la lactulosa, 5-10 ml/gato) pueden usarse también forma de enemas.2
Conclusiones
Muchas veces no consideramos el estreñimiento como un problema grave, sobre todo si no va acompañado de manifestaciones sistémicas importantes. Sin embargo, si lo ignoramos podemos acabar teniendo un megacolon que requiera tratamiento quirúrgico. Por ello, cuando tengamos pacientes con cuadros que predisponen al estreñimiento deberíamos, cuanto menos, monitorizar la consistencia y frecuencia de las defecaciones. Además, determinados pacientes se beneficiarán de la administración regular de algún tipo de laxante para gatos. En este sentido, seleccionaremos el más adecuado en función de la severidad del cuadro y preferencias del gato y del propietario.