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    Signos clínicos del síndrome ocular braquicéfalo en 93 perros

    Las razas braquicéfalas presentan alteraciones anatómicas del cráneo que son responsables de unos signos clí
    • Las razas braquicéfalas presentan alteraciones anatómicas del cráneo que son responsables de unos signos clínicos oculares, conocidos como síndrome ocular braquicéfalo (SOB). Su popularidad ha aumentado en los últimos años, ya que una excesiva presión en la selección conduce a una conformación extrema de las formas del cráneo, lo que da lugar a alteraciones faciales que pueden poner en riesgo la visión de estos perros. 
    • Este estudio tiene como objetivo analizar las alteraciones oculares en una muestra de 93 perros braquicéfalos para caracterizar mejor el complejo de enfermedades SOB. 
    • Todos los perros fueron sometidos a un examen oftalmológico completo y se revisaron parámetros como el sexo, la edad y la raza del animal, las pruebas oftalmológicas realizadas, los resultados de los exámenes complementarios, los signos clínicos, los trastornos oculares, los protocolos de tratamiento y sus resultados
    • La población estudiada de 93 perros braquicéfalos incluyó 45 machos (48%) y 48 hembras (52%) de diferentes razas: Bulldog Francés (n = 38), Shih-Tzu (n = 22), Pug (n = 17), Bulldog Inglés (n = 5), Pekinés (n = 4), Boxer (n = 4) y Boston Terrier (n = 3), con edades comprendidas entre 0,2-16 años, con una mediana de 4,65 años. Las anomalías oculares más frecuentes fueron úlceras corneales en el 44%, pigmentación corneal en el 36%, fibrosis corneal en el 25% y entropión en el 22% de los animales. Hubo una mayor incidencia de queratitis pigmentaria corneal en los carlinos (53%) y de fibrosis corneal en los Shih Tzus (36%). Las técnicas quirúrgicas más comunes fueron la cantoplastia medial en el 22%, el colgajo conjuntival en el 10% y la electroepilación en el 7% de los casos, sin complicaciones postoperatorias. 
    • Este estudio contribuye a una mejor caracterización del complejo de enfermedades del síndrome ocular braquicéfalo. El porcentaje de trastornos oculares como el entropión, la pigmentación corneal, la fibrosis y las úlceras fue elevado, lo que pone de manifiesto la importancia de una revisión oftalmológica periódica y del diagnóstico precoz de los trastornos primarios. Se observó una mayor incidencia de pigmentación corneal en los carlinos y de fibrosis corneal en los Shih Tzus, lo que sugiere que algunas razas braquicéfalas pueden estar más predispuestas a ciertas anomalías oculares. Debería aplicarse una estrategia de reproducción responsable para evitar la transmisión indeseada de rasgos anormales a la descendencia. 
    Costa J, Steinmetz A, Delgado E.