Quimioterapia en perros con trombocitopenia: evaluación de los riesgos
La trombocitopenia es una situación que se encuentra de forma habitual en medicina veterinaria, encontrándose en alrededor del 5% de los perros ingresados en un hospital. Los mecanismos que producen la trombocitopenia son múltiples y suelen ser multifactoriales.
Los valores de plaquetas en torno a 100.000 plaquetas por micro litro no suelen asociar problemas clínicos, siendo a partir de 50.000 cuando se observa alteración de la hemostasia y con menos de 20.000 aparecen petequias y sangrado.
La neoplasia maligna es causa de trombocitopenia y se presenta en un 10-13% de los perros afectos de neoplasia. Los mecanismos son múltiples: secundaria al tratamiento por quimioterapia o radioterapia, por infiltración de médula ósea o de mecanismo inmunitario. La trombocitopenia grave puede causar hemorragias de riesgo vital en territorio gastrointestinal, pulmonar o intracraneal. Incluso sangrados menores como epistaxis o sangrado gingival, pueden disminuir la calidad de vida de los animales.
Por este incremento de sangrado, normalmente los esquemas de quimioterapia en perros plaquetopénicos suelen ser de menor dosis, aunque no hay guías ni consensos al respecto. Por ello, se realizó un estudio para comparar la tasa de efectos adversos entre perros plaquetopénicos y no plaquetopénicos.
Hay que recordar que además, los efectos secundarios de la quimioterapia, sobretodo los gastrointestinales, también contribuyen a una disminución de la calidad de vida de los animales1. Recordamos que su manejo es multimodal y que es esencial el manejo con dieta. Por ejemplo, en gatos, se ha observado que los gatos que presentan síntomas gastrointestinales como diarrea presentan déficit de cobalamina (vitamina B) asociándose ello a diversas enfermedades gastrointestinales (linfoma, enfermedad inflamatoria intestinal) e incluso relacionándose su deficiencia con un periodo preclínico de la enfermedad. Los estudios clínicos realizados por Affinity Petcare en gatos con diagnóstico de enfermedad gastrointestinal han demostrado que el aporte complementario oral de 100 µg/día de cobalamina durante 1 semana es suficiente para restablecer las concentraciones de cobalamina y mejorar la respuesta a tratamientos y disminuir la sintomatología gastrointestinal.
Así pues, para evaluar estos efectos adversos, se seleccionaron inicialmente 53 perros que presentaban plaquetopenia y acudieron entre 2012 y 2013 para tratamiento quimioterápico a una clínica oncológica. La edad media era de 7.9 años y presentaban las siguientes patologías:
- El 56% de los perros con plaquetopenia presentaban neoplasias hematológicas (linfoma y leucemia)
- El segundo tumor más frecuente era el mastocitoma (19.5%) siendo el hemangiosarcoma el siguiente en frecuencia. Las otras neoplasias que se asociaron fueron adenocarcinoma mamario, sarcoma de partes blandas, carcinoma de células escamosas del seno frontal y hepatocarcinoma diseminado.
Los esquemas de tratamiento mediante quimioterapia eran variados (vincristina y doxorubicina como fármacos más usados) realizándose los mismos esquemas de tratamiento que se realizarían en perros no trombocitopénicos, que eran el grupo control. Los resultados mostraron que no había diferencias estadísticas en la incidencia de vómitos, diarrea o anorexia entre los perros que presentaban trombocitopenia y los que tenían una cifra de plaquetas normales. No hubo tampoco un incremento de los efectos secundarios gastrointestinales ni de hemorragia entre los grupos.
Estos resultados permitieron concluir que los perros con trombocitopenia no presentan un incremento de efectos adversos ni de sangrado al recibir los mismos esquemas de tratamiento que los perros no trombocitopénicos.
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