Prolapso vaginal perra. Breve descripción
La principal diferencia entre el prolapso vaginal y la hiperplasia vaginal radica en la cantidad de tejido vaginal exteriorizado. En la hiperplasia vaginal el tejido edematizado es solo parcial y se circunscribe a la parte ventral de la vagina. En el prolapso la edematización es mucho mayor y la mucosa protruye hacia el exterior.
El signo más característico del prolapso vaginal es la presencia de una masa rosada que protruye a través de la vulva de la perra. Raramente suelen darse complicaciones a nivel urinario pero la anuria, la disuria o la polaquiuria son signos que pueden producirse por la compresión de la uretra debido a la extrusión del tejido prolapsado. Puede aparecer tenesmo y dificultad o imposibilidad durante la monta. A nivel comportamental la perra dará muestras de incomodidad, ansiedad y lamidos constantes en la zona afectada.
Se observa más a menudo en hembras jóvenes de razas grandes y braquicefálicas, lo que sugiere cierto componente hereditario.
El prolapso vaginal se clasifica según el grado de protrusión en:
- Tipo 1: de leve a moderada eversión de la mucosa vaginal desde el suelo vaginal ventral craneal hasta la apertura de la uretra, contenido dentro de la luz y el vestíbulo de la vagina. La mucosa visible es rosa pálido, suave y brillante.
- Tipo 2: eversión de parte de la mucosa vaginal con forma de lengua o pera a través de los labios de la vulva. El prolapso se origina desde el suelo y los laterales de la pared de la vagina y es reductible en muchos casos. Cuando está cronificado el tejido se muestra seco, pálido y dañado.
- Tipo 3: el tejido prolapsado rodea toda la apertura vaginal, observándose con forma de "donut", normalmente acompañado de la exteriorización del orificio uretral. El tejido está visiblemente seco, ulcerado, fisurado, necrosado y dañado (automutilación por el continuo lamido, roces con el entorno...)
Ante esta entidad se deben descartar otras patologías subyacentes como: tumor vaginal o vulvar, hipertrofia de clítoris, tumor uretral, prolapso de útero, prolapso vaginal verdadero (dislocación del tejido vaginal con afectación de los órganos abdominales).
El tratamiento del prolapso vaginal puede ser:
- Conservador: es el de elección para perras en gestación o si el dueño rechaza la realización de técnicas quirúrgicas. Se mantiene el tejido prolapsado limpio, húmedo y protegido para evitar traumatismos y lesiones. El objetivo es prevenir la infección y esperar a que disminuya la inflamación una vez finalizada la fase folicular del ciclo. No es el tratamiento más adecuado puesto que el cuadro recidivará en cada estro.
- Ovarectomía / Ovariohisterectomía: tratamiento de elección para perras no gestantes con prolapso vaginal de tipo 2 no complicado o de tipo 1 para prevenir la reaparición del prolapso. El mejor momento para realizarla es durante el anestro puesto que el riesgo de hemorragia es mucho menor. Si hay presencia de prolapso durante el estro se recomienda realizar un manejo conservador hasta el momento de la cirugía.
- Resección: con o sin ovariohisterectomía. Se plantea cuando:
- La masa prolapsada está severamente dañada y/o necrótica
- La perra presenta imposibilidad para orinar
- En un prolapso crónico tipo 3, donde la ovariohisterectomía con la consiguiente eliminación del estímulo de estrógenos no ha sido suficiente para producir una regresión de éste.
El pronóstico es muy favorable si se aplican estos tratamientos incluso en aquellos casos en los que se presenta necrosis tisular.
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