Problemas neurológicos en perros con espondilomielopatía cervical
En cuanto a su clasificación, podemos encontrar este síndrome bajo diversos nombres, dependiendo del autor que lo defina, así, podemos encontrarlo como Síndrome de Wobbler, Síndrome de malformación/mala articulación cervical, inestabilidad cervical caudal, espondilolistesis cervical
¿Qué son los problemas neurologicos en perros?
Cómo hemos introducido antes, se trata de un síndrome de compresión espinal y de raíces nerviosas cervicales caudales debido a la malformación o a la mala articulación de las vértebras cervicales y de los tejidos blandos adyacentes. Aunque puede verse afectado cualquier perro de raza grande parece haber una predisposición por parte de los Gran Danés y de los Dobermann, aunque en cada raza se asocia con una etiología diferente, siendo más común en el Gran Danés joven la malformación ósea congénita (por ejemplo, estenosis del canal vertebral) y en el Dobermann maduro la hernia discal.
Suele afectar a animales entre los 4 y 10 años, aunque en el Gran Danés puede darse mucho antes, entre los 5 y los 18 meses. También parece haber una predisposición de los machos a padecerla.
Aunque lleva décadas estudiándose, aún no se conoce con detalle su origen. Sin embargo, la creencia general es que se trata de una enfermedad multifactorial, dónde pueden combinarse los siguientes problemas o presentarse solo algunos.
Las causas que suelen verse asociadas al cuadro son:
Síntomas y Tratamiento
La aparición de la sintomatología suele ser lenta y progresiva, aunque a veces pequeños traumatismos pueden precipitar una aparición aguda de estos. El examen de un paciente con esta patología puede revelar ataxia, debilidad o paresia de los miembros posteriores, propiocepción disminuida, cojera de miembros anteriores o atrofia o ataxia de estos. El paciente también puede presentarse directamente tetrapléjico. También podemos apreciar dolor cervical aunque no está presente en todos los casos. Los signos neurológicos se corresponden a los de neurona motora superior. En función de su evolución el fallo propioceptivo puede ir empeorando pudiendo incluso provocar una incontinencia fecal y urinaria.
Independientemente de la clínica el tratamiento debe fundamentarse en reposo y tratamiento con corticoesteroides como prednisona o prednisolona a dosis antiinflamatoria. Un tratamiento relativamente nuevo, consistente en la administración de L-Tiroxina a dosis de tratamiento de hipotiroidismo, como apoyo a la terapia antiinflamatoria, está dando también muy buenos resultados. Este tratamiento puede mantener a un perro con una función neurológica aceptable durante meses.
El tratamiento quirúrgico debe plantearse en aquellos perros en los que el tratamiento médico por sí solo no consiga controlar la sintomatología, antes de que se produzcan lesiones irrecuperables, siempre y cuando no presenten múltiples lesiones. Las técnicas quirúrgicas descritas actualmente son la hemilaminectomía con defenestración dorsal y la estabilización ventral con defenestración. El abordaje cervical ventral parece ser más efectivo y seguro de cara a las posibles complicaciones.
Pronóstico
A grandes rasgos podemos definir el pronóstico a largo plazo como malo o reservado, aunque es importante destacar que depende del estado físico y neurológico previo, de la cronicidad de la lesión, del grado de atrofia espinal, de la situación y el tipo de la lesión (estática/dinámica), así como de la elección de la técnica quirúrgica o de la experiencia del cirujano.
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