Perros y bebés: mayor interacción social y bienestar desde la infancia
La Fundación Affinity ha realizado recientemente estudios relacionados con ese vínculo especial que se forja entre perros y bebés o niños y, algunos de los datos que arrojan son reveladores. Más de 500 niños de entre 9 y 13 años fueron preguntados por su relación con las mascotas, sentimientos, responsabilidad y respeto.
Y algunas de sus respuestas fueron muy interesantes.
- El 94% de los encuestados se sienten mejor con una mascota cerca.
- El 50% de los encuestados ven en su mascota a su mejor amigo.
- El 54% de los críos tienen en el perro a su mascota favorita.
- El 90% creen que las mascotas dan compañía y alegría.
- Casi el 60% consideran que tener mascota ayuda a ser más respetuosos con los demás.
Por otro lado, no sólo piensan en lo bueno que es para ellos tener a su lado a una mascota, sino que también les preocupa si ella es feliz. Lo más curioso es que consideran que, el hecho de que estén sanos, es uno de los principales motivos de su felicidad.
Por otro lado, si son preguntados por las posibles preocupaciones de sus mascotas, la mayoría responden que, el abandono, puede ser la mayor de las razones de su tristeza.
Los datos que se extraen del estudio muestran la profunda cercanía que un niño tiene con su mascota. Esa bonita relación puede ser sumamente interesante para su educación. Valores tan importantes como la empatía, saber compartir, el respeto por los demás, la responsabilidad que supone cuidar de alguien y la amistad, están muy presentes en la relación diaria de un niño con su animal de compañía. Los padres, por tanto, tienen en su mascota a un aliado enorme en el difícil trabajo que supone la educación de sus hijos.
Perros y Bebés
Hasta ahora, hemos hablado de los beneficios que supone la incorporación de una mascota a una familia con hijos pequeños . Pero ¿y si fuese al revés? ¿y si el último en incorporarse a la familia fuese el bebé y no la mascota?
Es evidente que la llegada del bebé cambia muchas cosas, de repente las prioridades son otras. Sin embargo, es conveniente que la mascota no se vea desplazada. Para ello es necesario que mantengamos ciertos hábitos de conducta: jugar con él, intentar que asocie a momentos positivos el hecho de que el bebé esté por ahí, etc
El momento más importante en la relación entre perros y bebés se produce pasados los primeros meses. Ahí comienza una interacción real y por tanto, la mascota, tiene que estar habituada a las pequeñas caricias a las que se verá sometida: tirones del pelo, del rabo, de las orejas, etc
Para estar seguros de que nuestra mascota reaccionará bien, es conveniente que, de forma progresiva, vayamos acostumbrándola a esa interacción con el niño. Debemos ser nosotros quienes poco a poco vayamos preparando al animal, premiando posteriormente su docilidad.