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    Peritonitis Infecciosa Felina

    ETIOLOGÍA: Enfermedad progresiva y fatal causada por la infección por un virus RNA de la familia de los Coronavirus. Existen diversas cepas con virulencia diferente y está muy relacionado antigénicamente con otros miembros de la familia Coronavirus como son el virus de la gastroenteritis transmisible porcina, el coronavirus canino y los Coronavirus entéricos felinos. Las lesiones son inmunomediadas por la formación de inmunocomplejos entre el virus y anticuerpos y la activación del complemento. El virus se replica en el interior de los macrófagos que pueden estar opsonizados por la presencia previa de anticuerpos contra cualquiera de los otros coronavirus. En consecuencia, la presencia de anticuerpos puede ser, en esta enfermedad, un factor que facilite la entrada y replicación del virus. Se producen lesiones inflamatorias exudativas principalmente en las membranas serosas (peritoneo y pleura) así como lesiones granulomatosas multifocales en diversos órganos según sea la forma de la enfermedad efusiva o no. Se ha demostrado que el factor que determina el tipo de cuadro lesional es la inmunidad celular que desarrolla el gato. Si la inmunidad celular es correcta el gato queda protegido y no se producen lesiones. En el caso que la inmunidad celular sea baja o nula se manifiesta la forma efusiva o húmeda de la enfermedad, mientras que si la inmunidad celular es parcial se manifiesta la forma no efusiva o seca. La prevalencia de la enfermedad es baja debido a que es un virus muy lábil en el ambiente, poco eficaz en el contagio, la existencia de cepas poco virulentas y la capacidad de respuesta de muchos gatos. Presenta un tipo de incidencia bipolar siendo la mayoría de gatos enfermos jóvenes ( 14 años). Los estados de inmunodeficiencia predisponen, lógicamente, a la aparición de la enfermedad, por lo tanto es importante en los gatos enfermos determinar si hay una infección retroviral (FeLV-VIF) subyacente.

     

    PRONÓSTICO: El pronóstico es fatal no habiendo posibilidad de curación.

     

    SÍNTOMAS:

     

    FORMA EFUSIVA: Representa una forma aguda de la enfermedad caracterizada principalmente por distensión abdominal, disnea, fiebre alta, anorexia, adelgazamiento, depresión y mucosas pálidas. Puede presentarse efusión peritoneal sola, pleural sola o afectando ambas serosas simultáneamente.

     

    FORMA NO EFUSIVA: Representa una forma crónica de la enfermedad. Signos inespecíficos, fiebre, depresión, adelgazamiento y signos relacionados con insuficiencia del órgano en que se hayan establecido las lesiones inflamatorias, principalmente renales, hepáticas, esplénicas, serosas, linfoides, oculares y en SNC. La afectación del SNC es muy frecuente en esta forma de la enfermedad (60% de los casos) pudiendo presentar múltiples signos según la zona afectada: paresia posterior, hiperestesia, ataxia, convulsiones y cambios de comportamiento siendo éstos los más frecuentes pero también se producen temblores, cabeza inclinada, torneo, nistagmus, hidrocefalia. La afectación ocular puede acompañar otros signos o puede presentarse como un único cuadro lesional (15% de los casos); miosis, uveitis bilateral, hifema, hipopion, coriorretinitis, desprendimiento de retina y ceguera. Las dos formas típicas de la enfermedad no son excluyentes y en algunos casos pueden coexistir lesiones y signos clínicos típicos de una forma con otros típicos de la otra.

     

    TRATAMIENTO: No hay ningún tratamiento curativo eficaz contra la infección por el PIF. Hay protocolos de tratamiento inmunosupresores que, en ocasiones, alargan la esperanza de vida de los gatos enfermos y producen mejorías en la sintomatología, principalmente [prednisona/olona] a dosis inmunosupresoras y ciclofosfamida junto con antibioterapia de amplio espectro, [AAS] a dosis felina, anabolizantes y vitaminas. Recientemente, a nivel experimental, se están ensayando los beneficios del tratamiento con la ribavirina (antivírico) e interferón-alfa (inmunomodulador). Aunque se han desarrollado y comercializado vacunas contra el virus de la PIF no se ha demostrado plenamente su eficacia y su inocuidad y no se utilizan rutinariamente en la clínica práctica.