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    Ocurrencia de Pasteurella Multocida en perros que son entrenados para terapia asistida por animales

    La terapia asistida por animales (TAA) es una terapia no farmacológica dirigida a personas con discapacidades f
    • La terapia asistida por animales (TAA) es una terapia no farmacológica dirigida a personas con discapacidades físicas y/o mentales y es, por lo tanto, necesario llevar a cabo algunas intervenciones que garanticen sus beneficios para los pacientes, y que al mismo tiempo eviten el riesgo de zoonosis por contacto directo con los animales o sus membranas mucosas.
    • El objetivo de este estudio era detectar la presencia de Pasteurella multocida en la cavidad bucal de los perros que asisten a un "centro educativo canino" para obtener la capacitación para la TTA. Además, se analizaron algunos de los posibles factores previsibles de la infección (es decir, la edad, el sexo, la raza y las condiciones de vida).
    • En total, 25/200 perros examinados (12,5%; intervalo de confianza del 95% = 8,4-18,1%) dieron positivo para P. multocida por PCR. En el análisis de regresión logística, el sexo, la raza y las condiciones de vida se identificaron como factores de riesgo asociados con la presencia de P. multocida en la cavidad bucal. En particular, las hembras mestizas que vivían preferentemente al aire libre estaban asociadas significativamente con la presencia de P. multocida (p < 0,05) en la cavidad bucal.
    • Este estudio representa el primer estudio epidemiológico de la prevalencia de P. multocida en la cavidad bucal de los perros que posteriormente participan en programas de TAA, y destaca el riesgo potencial de infección por P. multocida en pacientes, que a menudo pertenecen a categorías de riesgo (por ejemplo, niños, ancianos e individuos inmunocomprometidos). Por lo tanto, se deberían sugerir unas directrices de salud e integrar el conocimiento existente a partir de las publicaciones actuales relacionadas con los chequeos de salud de los perros involucrados en la TAA. De esta manera se puede evitar el riesgo de transmisión de patógenos por el perro “co-terapeuta”, incluso con el contacto corporal durante la TAA.
    Santaniello A, Garzillo S, Amato A, Sansone M, Fioretti A, Menna LF.