Obesidad en gatos: consejos para el propietario
Nueva píldora e-learning: Obesidad felina
Esta nueva entrega es impartida por la Dra. Cecilia Villaverde, veterinaria y doctora en nutrición de pequeños animales por la Universidad Autónoma de Barcelona que ha disfrutado de una estancia de 4 años en la Universidad de California Davis (UCD). ¡Accede ya y aprende todo lo necesario para tratar a tus pacientes felinos obesos!
El gato obeso
Los gatos más afectados por la obesidad son gatos urbanos, que no tienen acceso al exterior y se mantienen sedentarios. Los machos la padecen más que las hembras, y la esterilización suele ser el desencadenante, debido a que las necesidades energéticas disminuyen aproximadamente un 30% tras esta intervención.
La concienciación del propietario
La obesidad felina no es un problema de estética. Hay que educar al propietario en la prevención, ya que esta condición afecta a la salud de su mascota de distintas formas:
- Aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades secundarias, como la diabetes felina.
- Problemas higiénicos: El animal obeso tiene dificultades para llegar a rincones de su cuerpo y no puede asearse de forma normal. Esto puede desencadenar problemas en su piel y pelaje, además de resultarle incómodo y estresante.
- Problemas en el manejo quirúrgico. Cuando aparecen dolencias que deben tratarse con cirugía, el exceso de grasa dificulta la administración de anestesias.
Medidas para la prevención de la obesidad felina en el hogar
Es preferible actuar antes de que se presente el problema. Algunos consejos pueden ayudar al propietario del gato sedentario:
- Un gato activo siempre tendrá menos probabilidades de desarrollar obesidad.
El ambiente donde vive el gato debe ser rico y estimular su curiosidad: los juguetes, la posibilidad de explorar y los retos físicos le permitirán mantenerse activo. Esto contribuirá a mantener su masa muscular, además de alejarlo del estrés.
- El juego y las caricias como premio.
Los propietarios a menudo premian a su mascota con comida. En lugar de ello, una buena idea sería acostumbrarse a jugar con el gato o cepillarlo en lugar de ofrecerle una golosina. Esta solución ayudará a prevenir la obesidad mientras se fortalece el vínculo entre la persona y el animal.
- Repartir la ración de comida a lo largo del día.
No existen evidencias claras acerca de la relación entre dejar siempre comida disponible y el desarrollo de la obesidad. Sin embargo, sí parece claro que un gato que se alimenta dos o más veces a lo largo del día se siente más satisfecho.
Una buena media a practicar en el hogar es dosificar la cantidad de alimento indicado para la talla y peso del gato y repartirla en varias veces. También de esta forma el propietario puede observar si hay cambios en el patrón de alimentación del gato si aparece un problema de salud.
Por último, en caso que convivan dos o más gatos, dosificar las raciones y administrarlas por separado evitará que uno de ellos coma más de lo necesario.