Neumonía en perros: etiología, diagnóstico y tratamiento
La selección y duración del tratamiento antibiótico es una parte fundamental del manejo de la neumonía en perros.
La selección y duración del tratamiento antibiótico es una parte fundamental del manejo de la neumonía en perros.
Introducción
La neumonía se ha definido como un proceso inflamatorio que afecta al parénquima pulmonar y que resulta en la acumulación de fluido en los alvéolos. Si antes de afectar al parénquima, el proceso afecta a los bronquios, se habla de bronconeumonía; mientras cuando un patógeno alcanza los pulmones por diseminación vascular se usa el término neumonía hematógena.1
Aunque existe la tendencia a asociar la existencia de una neumonía con un proceso infeccioso, esto no siempre es así, al menos inicialmente. Por ello, es importante conocer las distintas causas de neumonía en perros.
Causas de neumonía en perros
- Las infecciones bacterianas representan la principal causa de neumonía de origen infeccioso en perros. En muchos casos las neumonías bacterianas se producen como consecuencia de infecciones con flora residente en pacientes cuya salud muestra un compromiso adicional: infecciones respiratorias de otra etiología, patologías respiratorias no infecciosas, inmunosupresión, neoplasia, enfermedad sistémica grave, alteraciones anatómicas, etc.). Aunque ocurren con menor frecuencia, entre las bacterias causantes de neumonías primarias en perros y gatos se incluyen B. bronchiseptica, Mycoplasma spp., S. equi zooepidemicus, S. canis y Yersinia pestis. 2,3
- Con menor frecuencia pueden verse neumonías de origen parasitario, fúngico, protozoario o vírico:1
- Las neumonías víricas pueden estar causadas por patógenos primarios del aparato respiratorio (virus de la parainfluenza) o por agentes sistémicos (virus del moquillo). En cualquier caso, no es raro que neumonías bacterianas y víricas puedan coexistir.4
- Entre los agentes causales de neumonías fúngicas se incluyen Blastomyces dermatitidis, Histoplasma capsulatum, Coccidioides immitis, Cryptococcus spp., Aspergillus spp., y Pneumocystis carinii.
- Neospora, Toxoplasma y Acanthamoeba spp, se describen como causantes de neumonías protozoarias.
- Por lo que hace a las neumonías parasitarias, la gran mayoría están causadas por Angiostrongylus vasorum y Dirofilaria immitis.5
- Entre las neumonías que inicialmente no son de origen infeccioso se incluyen las causadas por inhalación o aspiración.1
- Las neumonías por aspiración suelen ser consecuencia de la existencia de causas predisponentes como sedaciones, intubaciones, ventilación mecánica, enfermedad esofágica, parálisis neuromuscular, alimentación forzada y administración de sulfato de bario o aceite de parafina. Las razas braquicéfalas, el cocker y el golden retriever se consideran predispuestas a este tipo de neumonías.
- Las neumonías por inhalación son debidas a la inhalación de sustancias químicas gaseosas o humo.1,2
Cuadro clínico
Los perros con neumonía pueden presentar signos bastante inespecíficos, como anorexia, letargia o pérdida de peso, junto a cuadros de disnea, taquipnea, ortopnea, tos o descarga nasal mucopurulenta.
La presencia de fiebre es variable y la auscultación puede evidenciar crepitaciones, sibilancias o atenuación de los sonidos pulmonares.1,2
Diagnóstico
- El hemograma de estos pacientes suele mostrar neutrofilia (con o sin desviación izquierda), linfopenia y anemia.
- En el perfil bioquímico pueden observarse alteraciones relacionadas con enfermedades subyacentes o sepsis.
- Las pruebas de imagen, y en concreto la radiología, son claves en el diagnóstico de la neumonía en perros.
- En pacientes con neumonía bacteriana suele observarse un patrón alveolar con distribución ventral.
- Es frecuente observar el “signo de silueta” y la presencia de broncogramas aéreos.
- Con menor frecuencia estos pacientes pueden presentar un patrón intersticial o mixto.6
- Las neumonías por aspiración suelen afectar principalmente a los lóbulos medio y craneal derecho y la porción caudal del craneal izquierdo, pero en caso de aspiración masiva la distribución puede generalizarse como en un edema pulmonar global.7
- La obtención de muestras para citología y cultivo mediante lavado transtraqueal, o preferentemente lavado broncoalveolar (valorando la necesidad de broncoscopia) permite establecer un diagnóstico más preciso y una adecuada selección del tratamiento a implementar.
- En pacientes con sospecha de neumonía parasitaria puede estar indicada la realización de un test de Baermann o serología de dirofilaria.
Tratamiento de la neumonía en perros
Antibióticos
El tratamiento de las neumonías en perros requiere generalmente del uso de antibióticos, porque o se trata de neumonías bacterianas o se ha producido una infección bacteriana secundaria. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los pacientes con neumonía por aspiración desarrollan infecciones secundarias, y podrían por ello no requerir antibiótico.3
Por otra parte, también es necesario identificar y tratar adecuadamente cualquier causa subyacente.
En condiciones idóneas, el tratamiento antibiótico debería estar basado en los resultados del cultivo y posterior antibiograma, pero muchos pacientes son tratados, al menos inicialmente y hasta la obtención de resultados, de forma empírica. En este sentido, en perros con neumonías leves con sospecha de estar causadas por Mycoplasma spp. o B. bronchiseptica se ha recomendado la administración de doxiciclina.
Los pacientes con neumonía por aspiración pueden recibir ampicilina, amoxicilina-clavulánico o cefazolina, mientras que en animales con cuadros más severos estos últimos antibióticos pueden combinarse con una fluoroquinolona.3
Tradicionalmente se han recomendado tratamientos de larga duración (4-6 semanas) o hasta 1 semana después de la normalización radiológica. Actualmente, las evidencias parecen indicar que salvo situaciones de inmunosupresión o patógenos poco usuales, en la mayoría de pacientes con neumonías no complicadas (sin patología pulmonar previa) serían suficientes tratamientos de 2 semanas de duración.8
Como complementar el tratamiento
- Además del tratamiento antibiótico, en perros hipoxémicos se recomienda oxigenoterapía, así como la administración de fluidos que faciliten el aclaramiento mucociliar.
- Las nebulizaciones periódicas (2-4 veces al día) y el “coupage” posterior también facilitan la eliminación de las secreciones.
- Igualmente, los pacientes con neumonía por aspiración pueden beneficiarse de la administración de antieméticos.
- En general se desaconseja el uso de antitusígenos y la administración de furosemida, porque pueden dificultar la eliminación de las secreciones.
Aunque en casos refractarios puede ser necesario practicar una lobectomía pulmonar, se estima que con tratamiento adecuado el 77-94% de perros con neumonía bacteriana sobreviven al episodio inicial y reciben el alta médica.2
Conclusiones
No disponemos de una prueba 100% sensible y específica para el diagnóstico de una neumonía. Por ello, ante un perro con sospecha de padecer neumonía estableceremos el diagnóstico en base a la historia clínica y resultados del examen físico, existencia de causas predisponentes y, patrón pulmonar presente y su distribución en la radiografía de tórax. Por lo que hace al tratamiento, el autor recomienda revisar al animal a los 10-14 días, y tomar las decisiones sobre la duración/cambios en el tratamiento teniendo en cuenta la radiografía de tórax, pero sobre todo en base a los resultados del examen físico y del hemograma.
Bibliografía