¿Qué es la microbiota intestinal y qué hace en los perros?

La microbiota canina

En el aparato digestivo, este tipo de microorganismos comensales protegen el tracto intestinal de la colonización y posterior infección de bacterias patógenas gracias a la regulación del funcionamiento de las células epiteliales del intestino del huésped, manteniendo la barrera epitelial y las funciones de los tejidos del sistema inmunitario que se le asocian. La microbiota intestinal representa una de las barreras más importantes del intestino, junto con la barrera mucosa y la de enterocitos, contribuyendo a evitar la translocación de bacterias patógenas en condiciones de buena salud.

La microbiota intestinal se considera un órgano metabólico, además de un órgano inmune, debido a sus funciones beneficiosas para el huésped. Algunas de estas funciones son la colaboración en la digestión, la ayuda en el metabolismo del huésped, la síntesis de vitaminas, la biotransformación de ácidos biliares, el metabolismo de xenobióticos, la maduración adecuada de las células epiteliales intestinales y la protección contra bacterias patógenas.

Además, tiene capacidad para fermentar nutrientes. Los sustratos de esta fermentación son alcoholes o carbohidratos no digestibles como el almidón, celulosa o la pectina, y los productos de la fermentación de estos sustratos son gases, ácidos grasos de cadena corta, acetato, propionato y butirato, los cuales sirven como sustrato energético bacteriano, pero también para nutrir a las células de la pared intestinal.

La microbiota intestinal también facilita la absorción de nutrientes.  como por ejemplo el hierro, el calcio o el magnesio, y lo que es más importante, también sintetiza moléculas importantes como la vitamina K, el folato y los aminoácidos.

La microbiota intestinal también está estrechamente relacionado con el cerebro a partir de lo que se conoce como eje intestino-cerebral; una red de comunicación bidireccional entre el tracto gastroentérico, el sistema nervioso entérico y el sistema nervioso central. Un ejemplo de esta relación es el metabolismo del triptófano que es un aminoácido esencial que debe ser incorporado al cuerpo a través de la dieta, siendo el precursor único de la serotonina. Esta serotonina producida en el intestino, aunque no cruza la barrera hematoencefálica, estimula la movilidad intestinal e induce a la hipofagia y la saciedad.

El papel de la dieta en la microbiota intestinal

El papel de ingredientes específicos en la microbiota

Prebióticos

Un prebiótico es un sustrato fermentado de manera selectiva por microorganismos beneficiosos de la microbiota intestinal del huésped. Los productos de esta fermentación nutren a grupos seleccionados de microorganismos que habitan en el intestino, favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas sobre las nocivas.

Existen distintos componentes alimenticios que pueden ser considerados prebióticos, aunque entre los más comunes y estudiados destacan las fibras.

Los ingredientes más usados como fuente de fibra en la nutrición de perros y gatos son los que tienen un buen equilibrio entre fibras solubles y no solubles, combinado los efectos funcionales de ambos tipos de fibra.

Probióticos

Denominamos probióticos al conjunto de microorganismos vivos que administrados en la cantidad correcta tienen un efecto beneficioso en la salud del huésped, por medio de su efecto sobre la microbiota intestinal. Los probióticos, al alcanzar el tracto digestivo, interactúan primero con la microbiota intestinal.

Algunos posibles efectos beneficiosos sobre la salud de perros y gatos serían la modulación del sistema inmune, protección frente a infecciones, y control de procesos alérgicos o de la obesidad.

Los perros alimentados con probióticos mejoran su salud intestinal y la calidad de sus heces, tal y como han demostrado diversos autores. Además, los probióticos tienen un papel fundamental en la salud de la microbiota intestinal, incluso en casos de disbiosis, contribuyendo a equilibrar las especies bacterianas y a recuperar el equilibrio intestinal.

El tejido linfoide asociado con el intestino representa el órgano linfático más grande del cuerpo. Este órgano linfoide, representa el primer contacto que tienen los enteropatógenos ingeridos, estimulando la producción de IgA, y la desactivación de las bacterias patógenas mediante moléculas antimicrobianas derivadas de los probióticos y la activación de las células Paneth (que secretan sustancias antibacterianas hacia la luz del intestino), lo que evita la unión de los patógenos al epitelio.

Además, los probióticos también ayudan a activar factores inmunomoduladores que pueden activar las células dendríticas locales y la respuesta inmune de las células T.

Preguntas

¿Qué es la microbiota intestinal?

Está formada por más de 100 billones de microorganismos que se encuentran de modo habitual en el tracto gastrointestinal del perro. Aunque incluye hongos, protozoos y virus, está constituida principalmente (>98%) por bacterias. La microbiota forma parte de la barrera de defensa natural, junto con el moco, las células intestinales y el sistema inmunitario asociado.

¿Cómo se distribuye en el sistema digestivo?

La concentración de microorganismos aumenta a medida que se avanza desde el estómago al colon, al tiempo que cambia el tipo de bacteria presente. En el intestino delgado predominan bacterias aerobias o anaerobias facultativas, mientras que el microbioma colónico incluye principalmente bacterias anaerobias.

¿Qué determina su composición?

Factores como la edad, raza, condición corporal, nutrición y entorno en el que habita el animal determinan la composición específica de la microbiota de cada perro.

¿Cuáles son sus funciones?

El microbioma intestinal interviene en múltiples funciones, como el desarrollo del tracto gastrointestinal, modulación del sistema inmune, escudo defensivo frente a patógenos externos, mantenimiento de la barrera intestinal y generación de metabolitos beneficiosos para el organismo.

¿Qué relación hay entre microbiota y sistema inmune?

El 70% de las defensas del perro están en el intestino; por ello, una microbiota sana es clave para el buen funcionamiento de las defensas naturales del perro. Los microorganismos saludables compiten contra los patógenos, limitando su adherencia, y, además, producen sustancias que inhiben a los patógenos.

¿Qué es la disbiosis?

Se denomina disbiosis a los cambios en la diversidad y riqueza de la microbiota intestinal. Está presente en múltiples procesos, tanto digestivos (diarrea aguda, parvovirosis, enteropatías crónicas…) como extradigestivos (alergias, obesidad, enfermedad periodontal, enfermedad renal…). La administración de antibióticos es una de sus causas más frecuentes, y puede persistir incluso meses después de finalizar el tratamiento

¿Cómo se puede restaurar la microbiota?

Entre las herramientas que pueden resultar útiles para restaurar la microbiota se puede destacar el papel de la dieta y la administración de prebióticos y probióticos o simbióticos (combinación de los anteriores), así como el trasplante de microbiota fecal.