Miasis en perros: una enfermedad parasitaria
Miasis en perros, ¿de qué se trata?
La miasis es una enfermedad que se produce cuando larvas de especies de moscas del género Diptera infectan una herida. Las larvas de mosca se dipositan en la herida y se alimentan del tejido muerto del animal, es entonces cuándo producen una enzima que daña seriamente la piel del animal.
En función del área del cuerpo afectada, la misasis puede clasificarse como cutánea, oftálmica, auricular y urogenital. Puede afectar a cualquier animal vertebrado, inclusive a seres humanos y es de distribución mundial, predominando en los meses más húmedos.
La miasis solo se produce cuándo en el perro hay una herida, es decir, una abertuda a los tejidos de la piel del animal. Las moscas dejan los huevos en la herida y estos se convierten en larvas. Estas son muy pequeñas y empiezan a crecer y a alimentarse del tejido. A medida que penetran en la piel del animal, la herida va aumentando en tamaño, por lo que más moscas pueden verse atraídas y pueden dipositar huevos en la herida. Se conoce vulgarmente como bichera o gusanera.
Etiología
Se trata de una enfermedad bastante común en perros callejeros o en aquellos que no reciben un tratamiento adecuado al presentarse una herida. Asimismo puede desarrollarse miasis en animales que tengan una parte del cuerpo constantemente húmeda, ya sea por lagrimeo, incontinencia, salivación, etc.
Manifestaciones clínicas de la miasis en perros
Es una enfermedad de fácil diagnóstico pues podemos observar de forma macroscópica las larvas en una herida abierta. Los huevos eclosionan en un lapso de tiempo de 1-3 días, y los gusanos blancos pueden aumentar el tamaño de la herida con una evolución rápida. En las siguientes 2 semanas aproximadamente, las larvas crecen y se transforman en gusanos que producen una enzima salival que digiere la piel del perro, causando heridas más profundas de modo que pueden penetrar en la piel, provocando infecciones.
Durante dos semanas las larvas crecen, invaden la herida y esta puede convertirse en una herida muy grande y severa. Puede llegar a producirse una infección bacteriana en la piel del perro. Con una infección severa el perro puede entrar en shock, y esto se produce como consecuencia de las enzimas y toxinas que producen las larvas.
Las larvas pueden afectar inicialmente la piel pero pueden migrar posteriormente a diferentes tejidos y órganos a nivel gastrointestinal, genitourinario, auditivo y oftálmico. Estas se alimentan temporalmente de los tejidos vivos o necróticos del hospedador, así como de sus fluidos orgánicos.
Formas clínicas
Las miasis se pueden dividir en cutáneas, cavitarias, de las heridas y sistémicas.
Clínicamente se distinguen tres clases de miasis cutáneas: la forunculoide, la rampante o serpiginosa y la traumática. En las formas sistémicas aunque la localización inicial sea la piel puede haber una migración de las larvas y desarrollo final en tejidos como gástrico, intestinal, rectal, urinario, auricular y oftálmico.
La lesión aparece como un absceso o picadura de insecto; generalmente es única, en áreas expuestas y con escasas molestias iniciales. Se trata de una pápula eritematosa que crece lentamente, haciéndose pustulosa y/o descargando fluido serosanguinolento. Si la larva penetra más profundamente pueden formarse nódulos subcutáneos de 1-2 cm, que en ocasiones constituyen abscesos dolorosos. Además de prurito, puede existir dolor, a veces punzante, y percepción del movimiento de la larva. Cuando las larvas se encuentran presentes, se observa poca o ninguna infección o tejido necrosado. Sin embargo después de que las larvas salen de la herida, a menudo ocurren infecciones secundarias. Pueden encontrarse linfoadenopatías regionales y linfangitis. Otra forma de presentación de las miasis obligatorias es la erupción reptante, rampante o serpiginosa consistente en una línea roja filiforme, terminada en una vesícula, que marca el recorrido de la larva por la piel. La larva se encuentra cerca de la vesícula, alrededor de la cual existe tejido aparentemente sano.
- Diagnóstico: como ya hemos dicho, el diagnóstico de la miasis en perros es bastante sencillo pues basta con la exploración física. Cuando un animal está desarrollando miasis, la herida se va agrandando progresivamente hasta crear lesiones con orificios extensos debido a la pérdida de tejido. Además, se presenta un olor fétido y secreción oscura que suele atraer más moscas.
- Diagnóstico diferencial: Forunculosis piógena por Staphylococcus, absceso, quiste epidérmico, celulitis, granuloma por retención de aparatos bucales de artrópodos, tungiasis, reacción a cuerpo extraño, picaduras de insectos, reacciones alérgicas, lesiones por Sarcoptes scabiei, quistes sebáceos infectados.
Tratamiento
El tratamiento de la miasis en perros se basa en la limpieza de la herida con el rasurado de la zona (la piel y el pelo atrapan bacterias y se puede volver a infectar la herida) así como la aplicación de diferentes productos para matar a las larvas. Se debe aplicar povidona yodada y la larvas deben extraerse manualmente con una pinza evitando que se rompan al sacarlas.
Una vez que la herida esté limpia debe aplicarse un antibiótico local y el resto del pelaje debe rociarse con un producto insecticida.
En caso de afectación sistémica con sobreinfección bacteriana están indicados los antibióticos y las medidas de soporte.
Hay que tener una serie de consideraciones:
- Las áreas infestadas por gusanos en la piel pueden ser muy dolorosas, por lo que hay que evitar que se muerda sobre esas zonas.
- Esto puede tratarse con productos no alcohólicos que contienen piretrinas que eliminan la infestación e ir controlando las larvas restantes, hasta que se eliminen por completo.
- Hay que asegurarse de que los antibióticos tópicos no sean tóxicos para evitar el consumo oral de la medicina.
¿Cómo prevenir la aparición de una miasis en perros?
La prevención es la mejor estrategia pues aunque se trata de una enfermedad fácil de tratar las heridas con gusanos pueden ser potencialmente mortales si no son tratadas a tiempo. Bastará con revisar las heridas o zonas constantemente húmedas por su predisposición a padecer esta enfermedad.
Además de los cuidados higiénicos básicos para un animal, hay ciertas condiciones climáticas que pueden favorecer la aparición de miasis, ya que el calor y la humedad ambiental atraen a las moscas. Puedes consultar las características y composición del Champú Atopic Care de Advance aquí.
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