Luxación de rótula en perro: clasificación y pautas de tratamiento
Introducción
La luxación de rótula es causa frecuente de cojera de los miembros posteriores. Ha sido considerada la séptima condición ortopédica más frecuente en Reino Unido y se ha reportado una prevalencia del 5.4 - 9.2% en USA e Italia, respectivamente.1
La rótula se puede luxar en sentido lateral, medial o ambos (luxación bidireccional). La luxación medial de rótula es la presentación más común, excepto en el labrador holandés de pelo liso.1-4 La luxación medial puede presentarse en perros de cualquier tamaño, mientras que la lateral es más frecuente en razas grandes y gigantes, en las que representa el 17-33% de las luxaciones rotulianas.5
A su vez, la luxación puede ser unilateral o bilateral. Algunos estudios han reportado que ambas presentaciones tienen la misma prevalencia, mientras que en otros se ha reportado afectación bilateral en hasta el 93% de los pacientes.1,3,4,6
Etiopatogenia
En función de su origen, la luxación de rótula en perro puede ser congénita, del desarrollo o traumática. La mayoría de casos se corresponden con enfermedades del desarrollo, en las que los perros nacen con una conformación anatómica normal y a las pocas semanas se producen los cambios anatómicos que favorecen la luxación.
La luxación medial de rótula en el perro resulta de una combinación de deformidades anatómicas en el miembro pelviano que llevan a un mal alineamiento del mecanismo del cuádriceps. Estas anormalidades incluyen: coxa vara, coxa valga, disminución del ángulo de anteversión, torsión femoral externa distal, varus femoral distal excesivo, hipoplasia del cóndilo femoral medial, torsión tibial proximal interna, valgus tibial proximal, desplazamiento medial de la tuberosidad tibial y atrofia/tensión del cuádriceps. En cualquier caso, el rol de cada una de estas anormalidades en el desarrollo de la luxación de rótula en perro no está bien establecido, y puede variar entre razas e individuos.1
Por otra parte, la luxación de rótula puede favorecer el desarrollo de lesiones del ligamento cruzado craneal (LCC). De hecho, el 13-25% de perros con luxación de rótula presentan también rotura del LCC.1
Presentación clínica de la luxación de rótula en perro
La mayoría de casos de luxación de rótula en perro se diagnostican en animales jóvenes, y la duración de la cojera previa al diagnóstico es muy variable, oscilando entre 1 semana y 2 años. De modo muy general los perros con luxación de rótula pueden dividirse en 3 grupos:
- Neonatos y cachorros con deformidades musculoesqueléticas severas y alteraciones evidentes en la marcha tan pronto como empiezan a caminar,
- Perros jóvenes/maduros con cojera intermitente o progresiva,
- Perros mayores/geriátricos con cojera de presentación aguda asociada a cambios degenerativos.
El diagnóstico se establece en base a la valoración de la estabilidad de la rodilla y a la palpación de una rótula desplazada durante el examen ortopédico.
Clasificación de la luxación de rótula en perro
Existen varios sistemas de clasificación de la severidad de la luxación, pero el más usado por los clínicos es el de Roush, que distingue 4 grados de severidad:1,2
- Grado 1: la rótula se puede luxar manualmente, pero vuelve a su posición normal al liberar la presión.
- Grado 2: la rótula puede luxarse manualmente o al flexionar la rodilla, permaneciendo luxada hasta que se extiende la rodilla o se reposiciona manualmente.
- Grado 3: la rótula está luxada permanentemente, pero se puede reposicionar manualmente; al eliminar la presión se vuelve a luxar nuevamente.
- Grado 4: la luxación es permanente y no es posible el reposicionamiento manual.
Tratamiento de la luxación de rótula en perro
Los perros con luxación de rótula pueden ser tratados mediante cirugía o con tratamiento conservador (antiinflamatorios, rehabilitación y control del peso).1-7
Parece claro que los animales con cojera severa o persistente, o deformidad del miembro son candidatos claros a tratamiento quirúrgico. Sin embargo, no hay un acuerdo global sobre si los animales asintomáticos deben ser sometidos a cirugía para prevenir las potenciales complicaciones futuras (deformidad del miembro, agravamiento de la luxación, osteoartritis de rodilla y mayor riesgo de rotura de LCC) en caso de no corregir la luxación.1
Un estudio reciente ha concluido que el 50% de los perros adultos con luxación medial oculta grado 2, seguidos durante un periodo mínimo de 4 años, desarrollaron cojera crónica o requirieron cirugía.7
Por otra parte, algunos autores indican manejo conservador para pacientes con luxación grado 1 y cojera leve y poco frecuente.2
El objetivo del tratamiento quirúrgico es realinear el mecanismo extensor de la rodilla, mejorar la congruencia de la articulación femororrotuliana, restaurar la biomecánica normal de la rodilla y evitar el trauma repetido sobre el cartílago articular.1
Las distintas intervenciones quirúrgicas descritas se agrupan en
- Aquellas que mejoran el alineamiento del mecanismo del cuádriceps,
- Las que profundizan el surco troclear
- Y las que reconstruyen los tejidos blandos que dan soporte a la rodilla.
La elección de un procedimiento u otro dependerá de la edad, tamaño y peso del animal, así como del grado de luxación, severidad de la deformación esquelética, cronicidad del proceso, estado del LCC y grado de degeneración del cartílago artícular.1
Conclusiones
La luxación de rótula en perro es una de las enfermedades ortopédicas diagnosticadas con mayor frecuencia en las consultas generalistas. En cachorros de razas predispuestas es importante hacer una exploración de la rodilla como parte del examen físico previo a la vacunación. La detección temprana de la luxación puede permitir optimizar el tratamiento de estos pacientes. En aquellos casos en los que se considere manejo quirúrgico, es aconsejable remitir el animal a un especialista para que seleccione el procedimiento quirúrgico adecuado a ese paciente.