Linfoma felino. Supervivencia de gatos con linfoma nasal
Presentamos un estudio realizado en Estados Unidos a nivel multicéntrico que seleccionaba gatos diagnosticados con histología positiva para linfoma felino nasal con estudio de extensión negativo (Estadio I de la WHO, incluyendo en ese estadio extensión local) En total, se seleccionaron 97 gatos que cumplían los criterios de inclusión con las siguientes características: 62 gatos eran machos castrados y 35 eran hembras con una media de edad de 10 años. Los síntomas y signos de presentación fueron exudado nasal purulento en 57 de los gatos, deformidad facial en 22 de los mismos, 21 presentaron epistaxis y 20 sibilancias. Otros signos clínicos presentes en el momento del diagnóstico fueron estridor con la respiración, anorexia, disnea, epífora y buftalmos.
Los gatos se clasificaban según el tratamiento que iban a realizar: radioterapia conjunto quimioterapia, radioterapia sola o quimioterapia sola. En el momento de la finalización del estudio, 79 gatos habían fallecido. Los motivos de los fallecimientos fueron: progresión local de la enfermedad, progresión local y a distancia, exclusivamente por enfermedad a distancia o por causas no atribuibles al linfoma felino. El tiempo de supervivencia medio de los gatos que murieron por progresión de la enfermedad fue de 536 días y de 473 días si se sumaban las muertes por enfermedad a distancia. Al analizar la supervivencia de los gatos según el tratamiento recibido, no se observó ninguna diferencia entre los grupos de tratamiento. Además, al realizar el análisis de factores pronósticos, se observó que la presencia de anorexia y anemia eran marcadores de menor supervivencia. Por ello, creemos que es de utilidad evaluar el estado del gato, para lo que nuestro póster de evaluación del gato y del perro puede serte de ayuda. En cuanto a marcadores de mayor supervivencia, se encontró que mayor dosis de radiación se asociaba con un incremento de la supervivencia.
Hay que tener en cuenta que en los tres grupos de tratamiento y derivados de los mismos tratamientos, se pueden dar importantes efectos secundarios. Los efectos gastrointestinales son de los más frecuentes, por lo que un adecuado manejo de los mismos es imprescindible
En conclusión (y conociendo las limitaciones del estudio dado ser retrospectivo y multicéntrico) tanto la radioterapia como la quimioterapia son opciones terapéuticas en las que se han observado incrementos de supervivencia, aunque sin diferencias significativas entre las diferentes opciones. La radioterapia es esencial para el control de la enfermedad localizada y el papel de la quimioterapia se debe considerar sobre todo cuando aparece enfermedad diseminada. Por ello, se requieren de nuevos estudios prospectivos para estandarizar el tratamiento en esta patología.
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FU D, KATO D, ENDO Y, KADOSAWA T. Apoptosis and Ki-67 as predictive factors for response to radiation therapy in feline nasal lymphomas. Journal of Veterinary Medical Science. 2016;78(7):1161-1166.
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