Linfoma cutáneo en el tarso en gatos
El linfoma en el gato es una de las neoplasias malignas más frecuentes, con múltiples presentaciones clínicas. A nivel cutáneo, es una patología poco frecuente pero que presenta también un espectro clínico amplio.
Se ha descrito el linfoma cutáneo en gatos tanto como enfermedad primaria como secundaria a afectación en otro lugar o asociada a otras enfermedades. Actualmente la etiología del mismo es desconocida, sin encontrar una relación con trauma previo en la zona cutánea de aparición ni con el estado retroviral1.
A nivel histológico se diferencia el linfoma cutáneo como epiteliotrópico o no epiteliotrópico. La apariencia clínica de los dos tipos es similar, siendo las lesiones solitarias, multifocales o difusas a nivel superficial que provocan alopecia, eritema, descamación, pápulas, nódulos, úlceras e incluso placas. A pesar de que en perros el linfoma cutáneo se encuentra bien caracterizado y es conocido que la forma epiteliotrópica es más frecuente, en gatos no hay estudios amplios que permitan dicha caracterización. Aun así, se conoce que hay una presentación clínica del linfoma diferente a la lesión cutánea superficial y es en forma de masa subcutánea. Es esta forma de presentación clínica del linfoma en el gato la que es más frecuente a nivel del tarso. Dado esta diferenciación respecto al resto de presentaciones, se realizó un estudio para caracterizar mejor el linfoma en el tarso en el gato.
El estudio fue realizado en Estados Unidos e incluyó gatos que presentaban linfoma cutáneo a nivel del tarso corroborado por estudio histológico y que eran descritos como subcutáneos o como masa. Se excluyeron lesiones multifocales, que sobrepasaron el tarso o que fueran descritas como lesiones superficiales únicamente. Con estos criterios incluyeron 23 casos con las siguientes características: 12 años de edad de media, 12 eran machos castrados, 2 machos no castrados y 9 hembras. A todos ellos se les realizaron estudios analíticos, diversos estudios de imagen (radiografía de tórax, ecografía abdominal) un aspirado medular y se reevaluó la pieza histológica. Además se anotaron otros datos: tipo de tratamientos recibidos, supervivencia, causa de muerte
Los resultados mostraron que la mayoría de gatos tenían una histología no epiteliotrópica, de alto grado y de fenotipo B. El alto porcentaje de fenotipo de célula B contrasta con la predominancia de célula T en el resto de linfomas cutáneos. El rol que pueda tener un fenotipo u otro aún se encuentra a debate. En cuanto al pronóstico, el linfoma del tarso en el gato en la serie de casos analizada fue una enfermedad que progresaba rápidamente y de forma agresiva. La supervivencia a los dos años se encontraba en torno al 4%. Al analizar los tipos de tratamiento (fibronectina, corticoides, quimioterapia, cirugía, radioterapia ) se observó que en el caso del tarso la resección quirúrgica completa sin amputación de la extremidad no era factible. Sin embargo, en los casos a los que se realizó, presentaron una mayor supervivencia, aunque dado que la causa de muerte fue la presentación de enfermedad metastásica, se debe realizar una terapia adyuvante.
A pesar de que el número de casos y el diseño del estudio no permitían determinar el tratamiento óptimo, se recomienda un manejo multimodal, como el expuesto con la amputación. No hemos de olvidar que en el caso del tratamiento de las enfermedades cutáneas hay múltiples factores que pueden ayudarnos a su correcto control. La dieta es uno de ellos. Conoce el papel de la dieta en enfermedades cutáneas, con nuestros estudios sobre la dermatitis atópica.
Así pues, el linfoma cutáneo en el tarso en gatos presenta características diferenciales respecto otras localizaciones, requiriendo de más estudios para analizar correctamente el inmunofenotipo del mismo así como el mejor tratamiento.
1- Hardy WD. Hematopoietic tumors of cats. J Am Anim Hosp Assoc 1981;17:921940.
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