Leptospirosis canina: revisión de la enfermedad
La leptospirosis canina está provocada por los serovares Leptospira icterohaemorrhagiae y canicola. Es una enfermedad más frecuente en primavera y otoño, debido a las temperaturas moderadas y a la menor humedad.
¿En qué consiste la leptospirosis canina?
Los síntomas de la leptospirosis canina pueden ser agudos o crónicos. En los casos agudos la leptospiremia másica da lugar a una vasculitis e incluso una CID. También se produce fallo renal agudo y necrosis hepática con colestasis.
En cambio si el curso es crónico puede aparecer fiebre, uveítis, nefritis intersticial crónica y hepatitis. El animal presenta anorexia, depresión, fiebre, vómitos, paresia del tercio posterior e incluso disnea.
Destaca una orina oscura con presencia de hemoglobina, proteinuria, glucosuria y si se observa al microscopio óptico cilindros granulosos, eritrocitos y leucocitos. Analíticamente existe linfopenia con leucocitosis, trombocitopenia, azotemia, aumento de enzimas de necrosis y colestasis hepática hiponatremia e incluso CID.
Tratamiento de la leptospirosis canina
En el caso de que exista insuficiencia renal aguda hay que ser más agresivos con el tratamiento. Hay que instaurar fluidoterapia y forzar la diuresis con furosemida para mantener un flujo urinario de 2-5 ml/kg/h. Si con la furosemida no es suficiente habrá que iniciar tratamiento con manitol o dopamina incluso se puede llegar a la diálisis peritoneal.
SI existe una marcada coagulopatía o una CID hay que realizar transfusiones sanguíneas.
La antibioterapia de amplio espectro (penicilina G benzatina) tienen que ser iniciados lo antes posible. Se recomienda la utilización de doxiciclina tras finalizar la penicilina durante unas 2 semanas, para tratar de eliminar las leptospiras del riñón.
Profilaxis
Dado que la principal vía de contagio es la urinaria hay que evitar el contacto del animal enfermo con otros animales. También hay que proteger tanto al personal sanitario como a los propietarios.
Las vacunas frente a los serovares de L. canicola e icterohaemorrhagiae protegen contra la enfermedad aguda, pero no frente a los estados de portador crónico. Una vez superada la infección hay que revacunar anualmente, ya que no existe inmunidad cruzada entre los distintos serovares.
Pronóstico
Si el animal es tratado a tiempo el cuadro puede resolverse completamente.
Situación de la leptospirosis canina en Europa
Se están produciendo cambios en la leptospirosis canina en Europa. A parte de los serovares habituales (icterohaemorrhagiae y canicola) está surgiendo nuevos, como bratislava y grippotyphosa.
Esto está provocando un replanteamiento a la hora de componer las vacunas que se distribuyen en Europa. Incluso no se cierra la puerta a que en un futuro próximo haya que incorporar nuevos serovares como la pomona.
Aquí se revisa la evidencia clínica que existe sobre la necesidad de ampliar las vacunas.