Leishmaniosis perros ¿se pueden controlar los síntomas?
La leishmaniosis en perros es una enfermedad endémica en el área mediterránea. En las áreas endémicas el contacto con el parásito Leishmania infantum es muy elevado, pero no todos los animales sufrirán la enfermedad.
Esta es una característica de la leishmaniosis en perros, un importante número de animales, a pesar de haber estado en contacto con el parásito no desarrollan nunca signos de la enfermedad. Esto depende de la potencia de la respuesta inmunológica celular.
Estos perros, a pesar de estar infectados no desarrollan los signos típicos de la enfermedad, como son:
- La inflamación granulomatosa no supurativa localizada en los puntos de multiplicación parasitaria (hepatitis crónica, dermatitis, nefritis intersticial crónica).
- Depósito de inmunocomplejos en distintos órganos (vasculitis, uveítis, glomerulonefritis y artritis).
El contacto con el parásito se produce a través de la picadura del mosquito Phlebotomus. La vida del mosquito es la que condiciona las endemias. Estos mosquitos no se desplazan a penas de su núcleo central, lo que da lugar a focos hiperendémicos dentro de las áreas de endemia. Merece la pena recalcar que el mosquito es el vector de la enfermedad pero el reservorio de la Leishmania es el perro.
Los animales más afectados son los perros de vida al aire libre. El mosquito Phlebotomus se alimenta al anochecer y amanecer, momento en el que infecta a los perros.
El periodo de incubación de la leishmaniosis en perros es largo, desde meses a años.
En el caso de que el animal desarrolle la enfermedad es muy importante realizar un tratamiento adecuado.
Como ya hemos comentado en otro post, el tratamiento habitual de la leishmaniosis en perros es:
- Antimoniato de meglutide 80 mg/kg/día durante 45 días
- Allopurinol 10 mg/kg/12 horas durante 90 días
Además del tratamiento farmacológico, una dieta adaptada a la afectación clínica del animal puede ayudarnos a mejorar la evolución. En este post ya hemos hablado del tratamiento co-adyuvante en la leishmaniosis en perros mediante la dieta.
Todas estas intervenciones hacen posible que a pesar de que la leishmaniosis en perros sea una enfermedad crónica y sin cura, muchos perros puedan vivir bien durante muchos años.
Como conclusión podemos decir que la leishmaniosis en perros es una enfermedad controlable si se realizan un tratamiento y un seguimiento adecuados. El peor pronóstico se ve en perros que desarrollan desde el principio insuficiencia renal. Además del tratamiento de la Leishmania a lo largo de la evolución de la enfermedad hay que considerar la posibilidad de otras enfermedades parasitarias como la babesiosis o la ehrlichiosis.