Inmunodeficiencia felina: Miopatía inflamatoria asociada en adultos
La inmunodeficiencia felina deja vulnerable al animal a sufrir otras patologías, como la miopatía inflamatoria, una alteración sistémica en la que el propio organismo ataca las fibras musculares y del tejido conectivo.
La inmunodeficiencia felina (FIV) es una de las enfermedades virales más comunes en los gatos. Afecta aproximadamente al 9,4 % de los felinos de cualquier edad que pueden contagiarse por contacto directo con otros gatos infectados1.
Tiene una mayor incidencia en los gatos que viven en libertad, especialmente en los gatos macho no castrados, con un riesgo de infección entre dos y tres veces mayor que las hembras debido a las peleas territoriales.
Al atacar el sistema inmunitario, la inmunodeficiencia en gatos aumenta la vulnerabilidad a desarrollar tanto infecciones oportunistas como enfermedades inmunomediadas. La gingivitis crónica, las infecciones de las vías respiratorias y del tracto urinario, así como las enteritis son comunes en los gatos afectados, quienes también pueden presentar alteraciones neoplásicas, neurológicas e incluso musculares, como es el caso de la miopatía inflamatoria.
Miopatía inflamatoria asociada a la inmunodeficiencia felina
La miopatía inflamatoria comprende un grupo heterogéneo de enfermedades que cursan con inflamación de los músculos o tejidos asociados, como los vasos sanguíneos que irrigan los músculos o el tejido conectivo. Se trata de una alteración sistémica en la que los glóbulos blancos, que normalmente combaten las infecciones, atacan a las fibras musculares, vasos sanguíneos y tejidos conjuntivos.
A menudo se debe a una reacción alérgica o la exposición a una sustancia tóxica, pero en ocasiones puede ser secundaria a otra enfermedad como las neoplasias o la inmunodeficiencia en gatos. De hecho, este estudio experimental de los doctores Podell, Chen y Shelton2, encontró que la miopatía inflamatoria es una de las complicaciones más comunes de la inmunodeficiencia en gatos adultos. En la investigación, los expertos evaluaron a seis gatos con VIF, analizando la evolución de las lesiones musculares a nivel histológico.
Dieciocho meses después de la infección, midieron los valores de creatina quinasa en los gatos, un indicador de inflamación muscular, y encontraron que eran mucho más elevados que antes de la infección. También recurrieron a la electromiografía, una prueba que se utiliza a menudo para detectar las miopatías asociadas con el VIH en los humanos, y comprobaron una actividad muscular anormal en dos de los gatos.
Por otra parte, los exámenes histológicos revelaron que todos los animales presentaban alteraciones musculares. De las 24 biopsias musculares que se realizaron, el 63 % presentaron lesiones histológicas, sobre todo en las extremidades posteriores. También se apreciaron algunas anomalías como la infiltración linfocítica perivascular y pericapilar, necrosis de miofibras y fagocitosis.
Cabe destacar que, aunque no se encontraron evidencias de dolor, debilidad muscular o pérdida de la función específica de un grupo muscular, algunos criterios diagnósticos básicos, los resultados a nivel de laboratorio constataron la existencia de una miopatía inflamatoria asociada a la inmunodeficiencia en gato.
De hecho, un estudio posterior publicado en Experimental Cell Research3 confirmó estos resultados. Estos investigadores analizaron diferentes características del recambio de proteínas en los linfocitos de la sangre periférica y los ganglios linfáticos en casos infectados por el virus de inmunodeficiencia felina.
Constataron una pérdida de proteínas asociada al virus debido a una mayor degradación de las proteínas durante la apoptosis. Este fenómeno podría desencadenar alteraciones musculares secundarias a la inmunodeficiencia en gatos. En este sentido, otra investigación publicada en el Journal of Neurovirology4 reveló que los gatos con FIV presentaban una disminución de la velocidad de conducción nerviosa medular, periférica sensitiva y motora.
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Referencias
1. Collado, V. (2017) Efecto in vitro de interferón de tipo I sobre la expresión de retrovirus felinos y evaluación de su aplicación terapéutica en gatos con infección natural. (Tesis doctoral). Universidad Complutense de Madrid, España.
2. Podell, M.; Chen, E. & Shelton, G. D. (1998) Feline immunodeficiency virus associated myopathy in the adult cat. Muscle Nerve; 21(12): 1680-1685.
3. Piedimonte, G. et. Al. (1999) Protein Degradation and Apoptotic Death in Lymphocytes during Fiv Infection: Activation of the Ubiquitin–Proteasome Proteolytic System. Experimental Cell Research; 248(2): 381-390.
4. Phillips, T. R. et. Al. (1996) Neurologic dysfunctions caused by a molecular clone of feline immunodeficiency virus, FIV-PPR. J Neurovirol; 2(6): 388-396.