Histiocitoma cutáneo en perros con metástasis a ganglios linfáticos
El histiocitoma cutáneo es un tipo de neoplasia benigna de la piel frecuente en perros. Representa aproximadamente el 19 % de todas las neoplasias de la epidermis y el tejido subcutáneo. Su etiología no se conoce con certeza, pero se cree que la enfermedad está relacionada con una alteración del sistema fagocítico mononuclear y las células de Langerhans, según un estudio de la Universidad de California1.
Este tipo de histiocitoma en perros se manifiesta fundamentalmente antes de los tres años de edad debido a que la etapa de crecimiento los vuelve más vulnerables. Puede afectar a los canes de cualquier raza, pero algunas tienen una mayor predisposición como el Bulldog inglés, el Terrier escocés, el Galgo inglés, el Bóxer y el Boston terrier.
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Características del histiocitoma cutáneo en perros
El histiocitoma en perros se manifiesta a nivel macroscópico como una especie de nódulo en la piel con límites bien definidos, una forma redondeada o ligeramente ovalada y un diámetro que no suele superar los tres centímetros. Se trata de una neoplasia de rápido crecimiento y aspecto fungoso que suele cursar junto con una alopecia, lo cual facilita su visibilidad.
En la mayoría de los casos, el histiocitoma se presenta de forma solitaria, aunque en ocasiones pueden brotar múltiples nódulos. Puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en el hocico, el pabellón auricular, las extremidades y el escroto. Por sí solo, el histiocitoma cutáneo no causa dolor ni molestia, salvo que se presente en un área de extrema sensibilidad.
A nivel histológico, el histiocitoma se distingue por la proliferación de células redondas monomórficas dispuestas en forma de hojas o cordones, las cuales poseen un escaso soporte de tejido conectivo. Esta característica lo diferencia de otros tipos de neoplasias o tumores.
Curso y complicaciones
En la mayoría de los casos, el histiocitoma remite de forma espontánea en pocos meses sin dejar secuelas, como reveló un estudio realizado en la Universidade de Trás-os-Montes e Alto Dour 2 en el que se analizaron 93 muestras de tejido de histiocitoma cutáneo canino.
Estos investigadores apreciaron que es precisamente el desequilibrio entre la proliferación celular y la muerte celular por apoptosis, en vez de la disminución de la proliferación celular o un aumento de la apoptosis, lo que conduce a la regresión de la patología. Algunos expertos también indican que cuando el animal la ha padecido, desarrolla una especie de inmunidad al histiocitoma que previene la aparición de nuevos nódulos.
En algunos canes, sin embargo, la enfermedad puede causar ulceraciones propensas a infectarse o provocar traumatismos en la propia lesión debido al roce. En ocasiones también puede extenderse a los ganglios linfáticos, lo que se conoce como histiocitoma cutáneo con metástasis a los ganglios linfáticos.
Un estudio3 realizado en el MedVet Medical & Cancer Centers for Pets de Cincinnati en el que se examinaron a ocho canes diagnosticados con un histiocitoma cutáneo con metástasis a los ganglios linfáticos reveló que dicha alteración presenta una inmunoreactividad para CD18, pero no así para otros marcadores del desarrollo de los linfocitos y para CD11d. Los resultados desvelaron que, a pesar de comprometer al sistema linfático, estos canes suelen tener una expectativa de vida alta e incluso uno de los casos se reportó libre de enfermedad 1.003 días después del diagnóstico.
Diagnóstico y tratamiento del histiocitoma cutáneo en perros
Aunque el histiocitoma cutáneo se distingue con facilidad, a menudo suele confundirse con una dermatitis focal inducida por picaduras de artrópodos o con otras enfermedades como el linfoma cutáneo de células T. Por eso, es necesario recurrir a algunas técnicas diagnósticas que permitan analizar en profundidad las células neoplásicas, como confirman dos estudios realizados en la Universidad de Ciencias Agrícolas y Medicina Veterinaria4 de Rumanía y en la Universidad de Varmia5.
Para el diagnóstico se suele recurrir a la biopsia, también conocida como aspiración con aguja fina, o a la citología. En ambos casos, las pruebas no son invasivas ni causan dolor, aunque pueden ser un poco molestas.
Cuando se corrobora el diagnóstico, si la neoplasia se encuentra en estadio inicial se recurre a la administración tópica de corticoides para acelerar su remisión espontánea. En los animales en los que la neoplasia no ha remitido al cabo de algunos meses o se ha ulcerado, el tratamiento de elección suele ser la extirpación quirúrgica ya sea a través de la cirugía tradicional, la electrocirugía o criocirugía. En estos casos se opta por extraer la masa tumoral junto con aproximadamente un centímetro del tejido de alrededor para evitar que se reproduzca.
El pronóstico del histiocitoma cutáneo tras el tratamiento suele ser favorable. No obstante, en el caso de la cirugía, la evolución dependerá de la zona en la que estuviese la neoplasia, así como del tejido comprometido.