Hernia umbilical en perro ¿cuándo necesita tratamiento quirúrgico?
Una hernia está compuesta por un anillo (borde anatómico de un defecto en la pared abdominal) y a veces un saco, en el que a menudo contiene los órganos que protuyen. El anillo puede estar confinado en una apertura normal de la pared abdominal (hernia verdadera) o puede ocurrir en alguna otra área (falsa hernia) secundaria a un traumatismo o por una dehiscencia de sutura tras una incisión quirúrgica (hernia adquirida incisional).
Causas
Las hernias abdominales normalmente son secundarias a traumatismos, como accidentes de tráfico o mordeduras; sin embargo, ocasionalmente pueden tener su origen en lesiones congénitas.2 Las hernias umbilicales normalmente son de origen congénito, debido a defectos en la embriogénesis. Los vasos del ombligo, el conducto vitelino y pedículo del alantoides pasan a través del anillo umbilical en el feto, pero esta apertura se cierra en el momento del nacimiento, dejando una cicatriz umbilical. Si la apertura no se contrae o es demasiado grande o no se ha formado correctamente, puede formarse una hernia. Estas hernias están recubiertas por un saco peritoneal y son consideradas hernias verdaderas.1,2
Las hernias más peligrosas para el paciente son las suficientemente grandes para atrapar vísceras y obstruir el flujo sanguíneo de las mismas (por estrangulación). La contracción del anillo en el proceso de curación y cicatrización puede causar la aparición retrasada de signos clínicos debido a la encarcelación de los órganos contenidos. Por otro lado, en las hernias congénitas, el saco se trata de una membrana mesotelial (peritoneo) que cubre el contenido, en las hernias secundarias, no existe saco.
La mayoría de los animales con hernias umbilicales son jóvenes. Se cree que las hernias umbilicales son hereditarias en algunas razas (p. ej., aireadle, basenji y pekinés). Muchos perros machos con hernias umbilicales también son criptórquidos.2
Tratamiento
El tratamiento inicial de los animales con hernias abdominales traumáticas va dirigido al diagnóstico y tratamiento del shock y de las lesiones internas potencialmente mortales.2
Objetivos de la reparación de las hernias:
- Asegurar la viabilidad de los contenidos atrapados.
- Reestablecer el contenido viable en su localización normal o anatómica dentro de la cavidad abdominal.
- Deshacerse de contenido redundante herniado.
- Aportar un cierre (primario si es posible) sin tensión del defecto con tejido sano de alrededor.
Indicaciones para reparación de hernia:
- La hernia es sintomática (discomfort abdominal, decoloración del tejido local o signos de obstrucción)
- La hernia protuye significativamente, afectando la calidad de vida del animal y/o del pet parent.
- La hernia presenta un alto riesgo de obstrucción de un órgano.
La recomendación de la mayoría de los cirujanos es cerrar una hernia aguda o incisional tan temprano como sean diagnosticadas debido a la alta posibilidad de poder cerrar por primera intención sin que haya evisceración. Incluso en situaciones crónicas no se recomienda retrasar mucho la reparación porque la expansión gradual y continuada de la hernia por la presión intraabdominal puede resultar en la necesidad de una reparación mucho más compleja en el futuro.
La mayoría de las hernias abdominales pueden ser reconstruidas mediante la sutura de los bordes del desgarro muscular o con la unión de los bordes de la pared abdominal al pubis, costillas o la fascia según la localización. En hernias de gran tamaño puede ser necesaria la realización de flaps.
Muchas hernias umbilicales se resuelven espontáneamente en animales jóvenes o son pequeñas y no necesitan ser corregidas hasta que el animal es esterilizado (aprovechando la anestesia). El cierre espontáneo puede aparecer hasta los 6 meses de edad. Es más probable la estrangulación intestinal cuando el defecto es aproximadamente del mismo tamaño que el intestino y el saco herniario es grande. La estrangulación es poco probable en defectos muy pequeños o muy grandes. Si la víscera abdominal introducida en la hernia no puede ser reducida, la cirugía debería realizarse tan pronto como sea posible 2
Recuperación
Los cuidados postoperatorios de estos animales vienen determinados por la presencia de lesiones o patologías concomitantes. El animal debería guardar reposo y la herida debería ser revisada frecuentemente ante la posibilidad de infección o dehiscencia. La presencia de vómitos, fiebre y/o leucocitosis puede indicar peritonitis.2
Generalmente el pronóstico es bueno y las recidivas no son frecuentes. Cuando estas aparecen, generalmente se notan a los pocos días de la cirugía. Si se usan técnicas adecuadas la mayoría de los animales tienen resultados excelentes a largo plazo.2
Mar Campmany
Interna Cirugía Pride Veterinary Hospital (Derby UK) y AUNA (Valencia)