ETIOLOGÍA: Estado caracterizado por una elevación excesiva de la temperatura corporal provocado por la permanencia en un ambiente con una temperatura excesivamente alta. La gran mayoría de casos se dan en perros dejados en el interior de un coche en verano, incluso durante períodos cortos de tiempo. Algunos factores predisponentes son un ambiente húmedo, obesidad, enfermedad cardiovascular, ejercicio reciente, razas braquiocefálicas, enfermedad de vías respiratorias altas y antecedentes de anterior episodio. Se produce un aumento de temperatura corporal que no puede ser compensado por los mecanismos habituales de pérdida de calor. Los efectos nocivos que se presentan son provocados directamente por la excesiva temperatura corporal; necrosis celular, hemorragias, vasoconstricción y edema en sistema nervioso central, cardiovascular, renal, gastrointestinal, hepático, desarrollo de endotoxemia y, finalmente, establecimiento de un estado de coagulación intravascular diseminada.
PRONÓSTICO: El pronóstico es de malo a reservado y depende, por supuesto, del tiempo de exposición, presencia de enfermedad predisponente y del tiempo en comenzar la terapia. Pueden quedar numerosas secuelas, sobre todo a nivel central, y la predisposición a volver a padecer otro proceso con menos exposición es mayor.
SÍNTOMAS: Cuadro clínico muy diverso según cada caso y gravedad de la situación; hipertermia severa 40ºC, hipersalivación, jadeo, mucosas oscuras, coma, shock, convulsiones, vómitos y diarreas hemorrágicas, taquiarritmias, coagulopatía, deshidratación, ira y orina oscura (mioglobinuria)
TRATAMIENTO: Debe iniciarse cuánto antes mejor: es una emergencia médica. Si hay contacto telefónico previo con los propietarios rociar con agua fría y trasladar con las ventanas abiertas. En la clínica, rociar con agua fría o sumergir en baño de agua fría, masajear para provocar vasodilatación. Fluidoterapia: fluidos isotónicos ritmo de shock 90 ml/kg/h IV, [corticoesteroides a dosis de shock], acetilpromazina 0,05-0,1 mg/kg por vía intravenosa o intramuscular para sedar y prevenir temblores excepto si hay convulsiones, traqueostomía si hay parálisis o edema severo de laringe. Están contraindicados los antipiréticos como la AAS o el flunixín meglumine. Parar los mecanismos de enfriamento cuando la temperatura corporal se acerca a 39ºC. Monitorizar el estado del animal, ya que hay muchas complicaciones y secuelas que pueden aparecer algunos días después, mantener la fluidoterapia IV, monitorizar la función renal, producción de orina, [dopamina] y [furosemida] si hay IRA, vigilar las arritmias como la taquicardia ventricular y usar [lidocaína], tratar la acidosis metabólica si podemos determinar determinaciones de gases, [tratamiento de la CID], etc.