Frecuencia respiratoria perros. Rango normal según raza.
La frecuencia respiratoria es una constante vital que se define como el número de respiraciones que realiza un ser vivo en un periodo de tiempo específico. La respiración se regula de forma automática desde el sistema nervioso, enviando señales hacia los músculos que controlan la respiración haciendo que se contraigan o se relajen.
El tiempo en el que se suele medir es un minuto. Otras constantes vitales que son útiles en medicina veterinaria son la temperatura, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
¿Cómo se mide la frecuencia respiratoria?
La medición de la frecuencia respiratoria debe de ser un hábito constante durante la exploración física del animal. La frecuencia respiratoria mide el número de respiraciones por minuto. Dado que la respiración en el perro provoca un movimiento de la caja torácica y del abdomen, se pueden contar estos movimientos durante un minuto y tendremos la frecuencia respiratoria. Para poder observar mejor los movimientos torácicos y abdominales, lo ideal es colocarse delante o detrás del perro. Desde un punto de vista lateral es más difícil detectar estos movimientos. En caso de dificultad para observar los movimientos, podemos ayudarnos de la palpación del tórax para evidenciar el momento en que el perro realiza el esfuerzo respiratorio
En lugar de medir los movimientos respiratorios durante todo un minuto podemos medirlos durante quince segundos o treinta segundos. En ese caso, el valor que obtenemos se multiplica por cuatro o dos respectivamente, obteniendo entonces el número de respiraciones por minuto.
Antes de medir la frecuencia respiratoria debemos cerciorarnos que el perro se encuentra en reposo, dado que la frecuencia respiratoria varía también con el ejercicio físico, pudiendo interpretar como valores anormales una condición fisiológica.
¿Cuáles son los valores normales de frecuencia respiratoria?
La frecuencia respiratoria es un valor que como hemos indicado antes no es estático. La variación de la frecuencia respiratoria se encuentra normalmente en relación al incremento o disminución del metabolismo, lesiones pulmonares y/o lesiones de los centros respiratorios. Dado que el incremento o disminución del metabolismo puede producir cambios en la frecuencia respiratoria, ésta varía según el momento de la vida del perro, la raza, temperatura y nivel de actividad física.
En general, podemos asumir la aproximación que entre 10 y 30 respiraciones por minuto se encuentran dentro de un valor normal, pero debemos de prestar atención a las variaciones de la misma entre diferentes razas de perros para no interpretar como patológico un fenómeno fisiológico:
- En un perro grande la frecuencia respiratoria se aproxima a las 15 respiraciones por minuto y en un perro pequeño suele ser en torno a 25 respiraciones por minuto.
- Además, cuando son cachorros, los perros respiran en torno a 20 respiraciones por minutos.
¿Qué causas incrementan o disminuyen la frecuencia respiratoria en el perro?
Tanto el incremento como la disminución de la frecuencia respiratoria pueden ser secundarios a patología o a una condición fisiológica. Si el perro se encuentra en reposo y ajustamos la frecuencia respiratoria por la edad y en función de su tamaño, rápidamente podremos conocer si la frecuencia respiratoria que presenta nuestro animal es normal o es patológica.
Causas de incremento de frecuencia respiratoria
El incremento de frecuencia respiratoria se denomina taquipnea y puede acompañarse o no de sensación de falta de aire, lo que se denomina disnea. La taquipnea suele producirse por disminución del nivel de oxígeno en la sangre. Esta disminución puede producirse porque:
- No llega el oxígeno al alveolo por un problema en la vía respiratoria, como un cuerpo extraño o por una disfunción mecánica muscular1, por un trauma o una patología neuromuscular.
- No se puede producir un adecuado intercambio gaseoso por presencia, por ejemplo, de edema alveolar de causa cardiogénica.
- Disminución de la presión parcial de oxígeno ambiental, por altura.
Además, puede darse el caso que el nivel de oxígeno sea el correcto pero no pueda ser transportado y liberado correctamente a los tejidos, como en situación de anemia o en determinadas intoxicaciones que dificultan el paso del oxígeno a los diferentes tejidos.
También habría que incluir en este grupo la formación de trombos en los vasos pulmonares.
Finalmente, hay que mencionar una miscelánea de causas, como la causa psicogénica, el dolor, la fiebre y la compensación fisiológica que se da tras el ejercicio.
Causas de disminución de la frecuencia respiratoria
La disminución de la frecuencia respiratoria (que se denomina bradipnea) suele ser secundaria a inhibición de los centros nerviosos respiratorios que controlan los movimientos, como en el caso de determinadas intoxicaciones. También puede ser secundario a un agotamiento muscular tras el mantenimiento de una taquipnea compensadora y finalmente puede darse por un mecanismo multifactorial en perros en estado crítico.
Conclusiones
La frecuencia respiratoria es un parámetro básico y fácil de medir que debe explorarse siempre y que puede aportarnos mucha información del estado clínico del perro. Debe valorarse en conjunto con el resto de signos y parámetros clínicos para realizar un correcto diagnóstico. En este sentido, para llegar a un correcto diagnóstico no hay que perder nunca la visión global del animal, observando tanto la frecuencia respiratoria y las otras constantes vitales así como otros aspectos del animal que nos informan del estado general del mismo, como es la valoración corporal.
Además, hay que analizar los datos que obtengamos en la exploración en relación a la historia clínica del animal, dado que las comorbilidades podrían afectar a las medidas de las constantes vitales. Ya hemos mencionado que la frecuencia respiratoria varía con el metabolismo y el tamaño e incluso puede variar según el estado físico del perro. Esto tiene que tenerse en cuenta, por ejemplo, en perros que sufran obesidad.
Así pues, la frecuencia respiratoria en el perro valorada en su contexto y en relación a unos signos y síntomas, puede ser una herramienta muy útil para la correcta atención de nuestros animales.