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    Fistula Perineal

    ETIOLOGÍA: Es una enfermedad crónica descrita en perros y caracterizada por la aparición de múltiples úlceras alrededor de la zona perineal (furunculosis anal) y que están frecuentemente infectadas. Hay una especial predisposición en razas grandes concretamente en el Setter Irlandés y en el Pastor Alemán. Una hipótesis sobre la patogenia se basa en la anatomía de la cola en esta raza que reduce considerablemente la ventilación de la zona y predispone al cúmulo de secreciones y proliferación de bacterias que infectarían las glándulas sudoríparas apócrinas muy numerosas en esta zona perianal. Sin embargo la incidencia es muy baja y otras razas con conformaciones similares no están predispuestas a esta enfermedad. Otras hipótesis apuntan a factores inmunomediados y disfunciones tiroideas aunque tampoco están demostradas. Parece ser que inicialmente las lesiones son estériles y que se trata de una hidradenitis supurativa de la cual no se conoce la causa desencadenante. Posteriormente, al ulcerarse la piel, se producen infecciones bacterianas mixtas y las lesiones profundizan a la dermis, sacos anales y, en ocasiones, a la mucosa rectal.

    PRONÓSTICO: El pronóstico es mejor, e incluso se consiguen curaciones totales, si se realiza un tratamiento agresivo en cuadros lesionales leves. En casos crónicos, o lesiones muy graves, son habituales las recidivas o no se consigue la curación, lo que frecuentemente obliga a la eutanasia del perro.

    SÍNTOMAS: enesmos, dischezia, incontinencia fecal, prurito en la zona anal, hemorragia anal, constipación, secreción anorrectal purulenta y dolor severo en la zona. En casos severos y crónicos anorexia y adelgazamiento.

    TRATAMIENTO: El tratamiento de elección es quirúrgico y debe realizarse lo antes posible para evitar la progresión de la enfermedad. No debe perderse el tiempo en probar múltiples tratamientos médicos (antibioterapia, tratamientos tópicos, antiinflamatorios) que empeoran el pronóstico a largo plazo. Hay múltiples técnicas quirúrgicas descritas como la resección quirúrgica de las lesiones, técnicas de criocirugía y cauterización química y eléctrica con bastantes secuelas postoperatorias (dehiscencias, incontinencia, estenosis anal, recidivas). Parece ser que el tratamiento quirúrgico con mejores resultados es la amputación de la cola y antibioterapia durante algunas semanas.