Epilepsia perros: recomendaciones que el propietario no puede olvidar
En el 2015 se publicó un consenso de la International Veterinary Task Force (1), referente a la importancia de la identificación de crisis epilépticas por parte del propietario. Incluso prepararon un cuestionario para ayudar a la identificación de las crisis epilépticas.
Crisis epilépticas y eventos paroxísticos
El objetivo del consenso de la International Veterinary Task Force (1) es mejorar el diagnóstico de epilepsia a nivel clínico y de investigación. El abordaje diagnóstico al paciente con sospecha de epilepsia necesita dos pasos: primero tener claro que los episodios realmente son crisis epilépticas, en segundo lugar identificar la causa responsable de que se produzcan estas crisis epilépticas.
La diferenciación entre crisis epilépticas y eventos paroxísticos no epilépticos puede ser muy complicada incluso en manos expertas. El consenso presenta unos criterios que tratan de facilitar esta diferenciación. También presenta criterios para facilitar el diagnóstico de las epilepsias generalizadas idiopáticas.
¿Son crisis epilépticas? Y si no, ¿qué está haciendo el perro?
Es difícil en ocasiones estar seguro de que el perro está teniendo crisis epilépticas. Por ello tiene tanta importancia la historia clínica. El propietario puede completar un cuestionario y grabar un video casero, ayudado de su teléfono móvil, para que podamos ver a posteriori las supuestas crisis epilépticas.
Una exploración física completa, incluyendo la exploración neurológica, puede ayudarnos a distinguir entre un síncope y una crisis en el caso de que existan anomalías cardiovasculares, o entre una enfermedad neuromuscular o disfunción vestibular.
Existen ciertas características que nos pueden ayudar a distinguir entre una crisis epiléptica y un evento paroxístico no epiléptico.
Las discinesias paroxísticas son difíciles de diferenciar de las crisis motoras, ya que en ambos casos el animal se encuentra normal entre los episodios.
La certeza absoluta sobre el origen epiléptico de un evento paroxístico sólo puede tenerse mediante un video-EEG realizado durante un evento. Por esto es muy complicado de obtener en la práctica clínica. Además los artefactos que se producen durante el registro EEG (artefacto de músculo, de ECG) pueden afectar a la correcta interpretación del EEG. Dada la poca literatura que existe en el mundo veterinario no existen por el momento recomendaciones para el registro EEG.
Diagnóstico etiológico de la epilepsia en perros
En perros menores de 6 meses o mayores de 6 años, que presenten anomalías neurológicas interictales, estatus epiléptico o clusters de crisis al inicio de la epilepsia, o un presunto de epilepsia generalizadas idiopática que sea farmacorresistente, una vez descartadas las crisis sintomáticas agudas (crisis reactivas,) los autores recomiendan realizar una resonancia magnética cerebral (RM) y un análisis básico del líquido cefalorraquídeo (LCR) para establecer la etiología de las crisis.