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    Endoscopia en perro: aplicaciones en nefrología y urología clínica

    La endoscopia en perro es una técnica extremadamente útil en el diagnóstico y manejo de diversos trastornos del tracto urinario.

    Introducción

    La endoscopia urinaria se ha utilizado en medicina humana desde hace más de 100 años, siendo una herramienta imprescindible para los urólogos. Sin embargo, en veterinaria su aplicación clínica se empezó a describir en la década de los 80.1 

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    A pesar de que el tracto urinario es el sistema orgánico en el que más aplicaciones tiene la endoscopia en perro, y de que en los últimos años se han producido importantes avances en las técnicas endoscópicas aplicadas en perros y gatos, todavía hoy continúa siendo una herramienta infrautilizada.2 Probablemente ello tenga que ver con el desconocimiento por parte del clínico generalista de algunas de las ventajas que aportan los procedimientos endourológicos en el diagnóstico y manejo de diversas enfermedades del tracto urinario.

    Por otra parte, la inversión económica tanto en equipamiento como en adquirir la curva de aprendizaje necesaria para realizar estos procedimientos con garantía, hace que muchas de estas técnicas sean ofertadas solo por centros de referencia. Sin embargo, no debemos olvidar que en ocasiones técnicas endoscópicas intervencionistas pueden hacer posibles procedimientos que no se podrían llevar a cabo con la cirugía tradicional. Además, reducen la morbimortalidad de muchas patologías comparado con el manejo tradicional.

    Endoscopia en perro: aplicaciones diagnósticas

    La cistoscopia transuretral es la técnica endoscópica realizada con más frecuencia en veterinaria,1 permitiendo el examen de la luz y mucosa del tracto urinario inferior.

    Por otra parte, la laparoscopia permite realizar la exploración externa de los riñones, así como la evaluación de la serosa de la vejiga y los uréteres.

    Las principales indicaciones de la cistoscopia diagnóstica incluyen:

    • Examen y obtención de muestras anatómicas en pacientes con hematuria crónica o masas vesicales o uretrales,
    • Evaluación de la existencia de posibles alteraciones anatómicas en pacientes con infecciones recurrentes del tracto urinario,
    • Evaluación diagnóstica de pacientes con uréter ectópico.1

    Aplicaciones terapéuticas de la endoscopia en perro

    La endoscopia permite el tratamiento de diversas patologías del tracto del urinario, tanto del superior como del inferior:

    Nefrolitiasis

    Actualmente sólo se recomienda la eliminación de los nefrolitos cuando causan problemas. Estas situaciones incluyen la presencia de pielonefritis sin respuesta a tratamiento médico, y obstrucción ureteral que causa hidronefrosis y daño renal progresivo.

    • En pacientes tratados mediante litotripsia extracorpórea normalmente se recurre a la endourología para la colocación de un stent ureteral que evite obstrucciones.

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    • En casos donde la litotripsia no está disponible o indicada, la nefrolitotomía endoscópica (percutánea o asistida por cirugía) representa una opción de tratamiento mucho menos invasiva y con mejores resultados que la cirugía tradicional.2

    Hematuria renal idiopática (HRI) 

    La HRI es una enfermedad poco frecuente (unilateral en el 66-75% de los pacientes, bilateral en el resto) que suele verse en perros jóvenes de raza grande o gigante y que se caracteriza por un sangrado procedente del tracto urinario superior que provoca una hematuria crónica severa, que puede causar anemia y formación de coágulos que obstruyan el uréter o la uretra. En estos perros la visualización cistoscopia de la unión urétero-vesical permite identificar el origen de la hematuria. Tradicionalmente estos pacientes se trataban mediante ureteronefrectomía, pero actualmente se recomiendan opciones menos agresivas. En medicina humana se suele recurrir a la electrocauterización mediante ureteronefroscopia, pero esta técnica no es viable en veterinaria.

    Por ello, en veterinaria se suele recurrir a la escleroterapia infundiendo nitrato de plata y/o povidona yodada en la pelvis renal usando guía cistoscópica y fluoroscópica para ocluir el uréter. En perros que no responden a la escleroterapia y tienen el tamaño suficiente, puede intentarse una electrocauterización guiada mediante ureteroscopia.2,3

    Intervenciones ureterales

    Las obstrucciones ureterales (cálculos, neoplasias, estenosis) si no se resuelven causan una pérdida irreversible de la función renal. Las técnicas quirúrgicas tradicionales para su resolución se asocian con un elevado porcentaje de complicaciones y una alta mortalidad. En el perro la colocación de un stent ureteral con guía endoscópica permite el restablecimiento del flujo de orina con la consiguiente reducción de la azotemia y de la mortalidad de estos pacientes.2,3 Por otra parte, la ablación láser guiada por cistoscopia es una técnica mínimamente invasiva que permite el tratamiento de los uréteres ectópicos intramurales, si bien en muchas ocasiones es necesario recurrir a procedimientos endoscópicos adicionales para evitar la incompetencia uretral.2

    Vejiga y uretra

    La endourología ofrece diversas técnicas (cistolitotomía percutánea, cistouretroscopia con litotripsia láser o cistouretroscopia asistida con cesta) que permiten la retirada mínimamente invasiva de los urolitos de esa zona con muchas menos complicaciones que las descritas con las técnicas tradicionales. Además, la endoscopia permite la extirpación de masas polipoides vesicales benignas, así como la inyección de agentes aumentadores de volumen para el manejo de la incompetencia del esfínter uretral. Por último, la endoscopia permite la ablación láser de remanentes vaginales que se asocian a vaginitis e infecciones urinarias, y ofrece técnicas para el manejo de la disinergia del detrusor y la hiperactividad vesical.2

    Conclusiones

    La endoscopia es todavía una herramienta poco utilizada en urología canina. Sin embargo, tiene múltiples aplicaciones tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de muchas enfermedades del tracto urinario. Aunque la mayoría de estos procedimientos deben ser realizados por especialistas, es importante que el clínico generalista los conozca, para que sus pacientes puedan beneficiarse de ellos.

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    Bibliografía
    1. Adams L. (2017). Cistoscopy. En Elliott J. Grauer GF, Westropp JL (eds): BSAVA Manual of Canine and Feline Nephrology and Urology: BSAVA.116-121.
    2. Berent AC. (2016). Advances in urinary tract endoscopy. Vet Clin North Am Small Anim Pract; 46: 113-135.
    3. Gallaguer A. (2018). Interventional radiology and interventional endoscopy in treatment of nephroureteral disease in the dog and cat. Vet Clin North Am Small Anim Pract; 48: 843-862.