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Endocarditis Bacteriana
ETIOLOGÍA: La endocarditis bacteriana es una infección bacteriana que afecta a una o más válvulas cardíacas y/o al tejido endocárdico adyacente. Está caracterizada por la presencia de fiebre, disfunción de las válvulas afectadas y diseminación del foco séptico a través de émbolos piógenos. Se da tanto en el perro como en el gato. Se asocia a infecciones primarias por bacterias muy virulentas, a procesos sépticos remotos, cirugías recientes poco asépticas y a la colocación de manera poco estéril de catéteres endovenosos. Los pacientes con más riesgo son los inmunodeprimidos. La válvula más afectada es la mitral; después suele asociarse también la aórtica. Es rara la afección de la válvula tricúspide o de la pulmonar. PRONÓSTICO: El pronóstico en la presentación aguda es malo y en la presentación crónica es bueno si se diagnostica en los primeros estadios. Si el animal está hospitalizado hay que observar la respuesta a la antibioterapia, desaparición de la fiebre y mejora del estado general. Revaluar al animal cada 6-8 h. Tomar la temperatura y, si es posible, monitorizarlo cardíacamente. Cuando el animal está en casa, monitorizar la temperatura rectal cada 12 h y revaluar al paciente en la clínica para observar su ritmo cardíaco y la función renal. Cuando se interrumpe la antibioterapia, monitorizar la temperatura rectal una vez al día durante un mes, revaluar en la clínica semanalmente y durante un mes el ritmo cardíaco y la función renal. Luego, revaluar al animal cada 3 meses durante un año. SÍNTOMAS: Hay dos tipos de presentación de la enfermedad. Una aguda producida por bacterias muy virulentas (Staphilococcus aureus, Streptococcus pyogenes, etc...) y que suelen ser bacterias gram negativas. Otra crónica, producida por bacterias de menor virulencia. Los síntomas incluyen fiebre, letargia, alteraciones cardíacas que progresan a una insuficiencia cardíaca congestiva, y toxemia progresiva. También se presentan cojeras e incluso parálisis del tercio posterior. Generalmente existe un soplo sistólico (por la afección de la válvula mitral). La forma aguda presenta estos síntomas de manera muy espectacular y suele complicarse con una sepsis generalizada. La presentación de la forma crónica es más insidiosa y no suele complicarse con una sepsis generalizada. TRATAMIENTO: El tratamiento debe instaurarse tan pronto como se tenga la sospecha clínica. La terapia inicial es a base de antibióticos bactericidas como las cefalosporinas (cefalexina 20mg/kg/8h/IV,IM,SC) o, actualmente, con el enrofloxacino a dosis de 2,5 mg/kg/12 h. La primera semana hay que usar agentes inyectables y el tratamiento debe durar al menos un mes. Si es necesario, debe instaurarse terapia de fluidos, antiarrítmica y de manejo de la [insuficiencia cardíaca congestiva]. Los corticoesteroides están contraindicados.