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    Embarazo en perros: síntomas más habituales para detectarlo y consejos

    El embarazo en una perra dura aproximadamente 65 días, tres períodos de unos 21 días cada uno.

    Si el embarazo ha sido decisión de los propietarios, sería conveniente un chequeo médico previo para asegurar el buen estado de salud y la no existencia de enfermedades congénitas y hereditarias en el animal. La perra debe tener al corriente el calendario de vacunas antes del apareamiento, para garantizar que la máxima inmunidad se transmita a los cachorros. Puede ser desparasitada tras la monta, pero habría que esperar a la 4ª -– 6ª semana de gestación. La previsión de la fecha del parto se hará teniendo en cuenta el día de la monta y habrá que considerar un posible adelanto si la perra trae una camada muy numerosa o las crías son de tamaño grande.


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    Síntomas de embarazo en perras

    No siempre se produce la fecundación tras la cópula, pero durante el embarazo son evidentes algunos síntomas que indican que el proceso de gestación se ha iniciado. En las primeras semanas no suelen aparecer señales externas; en todo caso, el animal puede ganar peso. Por los cambios hormonales es posible que tenga náuseas matutinas durante la 3ª – 4ª semana. Es común que algunas perras presenten falta de apetito y se muestren apáticas, incluso con síntomas depresivos.

    A partir del día 25 - 30 se pueden observar las ubres más hinchadas y prominentes. Los pezones se vuelven de un color más intenso. También son frecuentes cambios en el flujo vaginal, percibiendo secreciones vaginales blancas o transparentes.

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    Confirmación de embarazo en perras

    El veterinario podrá confirmar el embarazo y, al mismo tiempo, localizar cualquier complicación temprana. Palpando el abdomen, el veterinario puede detectar el engrosamiento del útero y la presencia de "bultos". Después de 21-25 días, puede realizar un análisis de sangre para controlar los niveles de hormonas; las perras tienen concentraciones más elevadas de relaxina durante la gestación.

    No se realizan test rápidos en perras para diagnosticar la gestación, ya que, debido a los ciclos hormonales durante el celo, siempre darían positivo. Lo más habitual es recurrir al diagnóstico por imagen, realizando una ecografía abdominal al animal sobre el día 28. Este método es fiable y no invasivo para la madre y los cachorros. En este momento también puede detectarse el latido del corazón de las crías con un estetoscopio o un electrocardiograma.

    La radiografía se recomienda a partir del día 42 aproximadamente; antes, los fetos pueden sufrir efectos adversos al exponerse a radiaciones demasiado pronto. El tamaño de la camada varía según el estado fisiológico, raza y edad de la hembra. En perras de raza pequeña, la media de cachorros suele ser de entre 1 y 4, y en las perras de raza grande puede llegar hasta los 8 - 10.

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    Cuidados de una perra gestante

    Siempre es aconsejable que el propietario del animal acuda al veterinario para ser guiado durante el proceso de gestación. Se debe cuidar la alimentación de la hembra para garantizar su buen estado de salud y un óptimo desarrollo de los cachorros.

    Hasta la 5ª –- 6ª semana de embarazo la perra no empezará a aumentar de peso. A partir de ese momento, se debe modificar su alimentación, pasando a una dieta para

    cachorros de alta calidad (como la gama Advance Baby Protect Puppy Mini, Medium o Maxi). Se ha de incrementar gradualmente la cantidad de alimento cada semana para que el animal pueda afrontar correctamente esta etapa de mayor demanda de nutrientes.

    La hembra tiene que beber mucha agua y mantenerse hidratada; siempre debe tener a su alcance abundante agua fresca y limpia. Puede seguir disfrutando de sus paseos diarios, aunque más cortos: es probable que se sienta más incómoda y cansada a medida que avanza la gestación.

    Previamente a la fecha del parto, se le puede preparar un “nido” con mantas o toallas en una caja de cartón o adquirir una estructura de forma cuadrada denominada "paridera". El objetivo es conseguir que la perra se sienta cómoda y segura. Aproximadamente 24 horas antes de comenzar el parto, la hembra puede inquietarse y desinteresarse por los alimentos: buscará un lugar apartado para relajarse y dar a luz tranquila.

    Durante el embarazo de la perra, siempre es aconsejable acudir al veterinario para recibir asesoramiento y así brindarle a la futura mamá toda la atención y cuidados necesarios.

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