El abandono de animales: una responsabilidad colectiva
Un año más, la Fundación Affinity, en colaboración con otras entidades de protección animal, lanza su estudio “Él nunca lo haría” donde se reflejan los datos relativos al abandono, la pérdida y la adopción de perros y gatos en España.
Su objetivo, desde hace 25 años, es mostrar la realidad del problema que afecta a tantos animales en este país, con el objetivo de darles voz, crear conciencia sobre la repercusión que tienen nuestros actos y cuantificar la gravedad de la situación a través de cifras y análisis estadísticos.
En 2019 fue creado el Censo de protectoras de España, gracias al cual podemos decir con certeza que más de 300.000 perros y gatos fueron recogidos ese mismo año por las entidades españolas de protección animal, representando la especie canina un 60% del total.
La mayor parte de los perros recogidos son de tamaño mediano-grande, adultos y mestizos, a pesar de que los de raza pura han aumentado respecto al año anterior. Suelen llegar sin microchip, hecho que dificulta su identificación y la de los petparents. Los gatos recogidos, a su vez, son prácticamente en su totalidad mestizos y, casi la mitad de los que llegan son gatitos, animales muy jóvenes y sin microchip.
De media, los cachorros y los gatitos permanecen en torno a los 3 meses en las protectoras, mientras que en el caso de los adultos aumenta la cifra hasta los 10.
No siempre es posible conocer las causas de abandono de los animales, pero destacan especialmente las camadas no deseadas, los problemas de comportamiento, el fin de la temporada de caza y la pérdida de interés por el animal. Entre otros motivos, también encontramos factores económicos, alergias, cambios de domicilio, falta de tiempo o espacio e incluso el nacimiento de un hijo o un divorcio.
A la larga lista de dificultades a las que ya se enfrentan las protectoras, se le suma este año el gran impacto que está teniendo la inesperada situación sanitaria que estamos viviendo. Otro estudio realizado por la Fundación Affinity durante el mes de abril de 2020 a 102 entidades de protección animal muestra la compleja realidad que están atravesando, con menos presencia de voluntarios que puedan colaborar en la gestión de los animales, menos recursos y apoyo económicos y la caída también de las donaciones de alimentos y de material.
Parece ser que los datos muestran un aumento en la acogida temporal de perros durante el confinamiento iniciado en marzo, que podría deberse tanto a un acto empático hacia ellos, como a la búsqueda de un motivo justificado por el cual poder salir a pasear.
Existen muchas formas de aportar nuestro granito de arena a esta causa y ayudar a las protectoras que se están viendo afectadas:
- Donación económica, de comida, de material o incluso de tu propio tiempo paseando o haciendo compañía a los animales.
- Acogida temporal.
- Adopción.
- Gestión de sus redes sociales.
- Soporte digital.
- Traslado de los animales.
- Colaboración ofreciendo otros conocimientos.
Toda esta información nos invita a la reflexión y a la responsabilización individual y colectiva ante el abandono de los animales. El papel que hemos adoptado en la vida de los perros y los gatos nos permite compartir nuestra existencia con ellos y disfrutar de manera muy cercana de su presencia y atributos, sin embargo, esto implica también un incuestionable deber y compromiso hacia ellos, fundamentados en la ética de nuestros valores morales y sociales y en la realidad de que “Él nunca lo haría”.